"La historia de un hombre libre enfrentado al poder de los Borgia
y de una mujer valiente que desafió a su tiempo"
En pleno Renacimiento, Joan y Anna, alejados de su tierra de origen, consiguen regentar una librería que se convierte en el centro de las intrigas de Roma. El establecimiento es un símbolo del clan español de los Borgia, que gobierna la ciudad con mano de hierro, y, por lo tanto, un objetivo a destruir por las grandes familias romanas que urden la caída del papa Alejandro VI y de sus ambiciosos hijos Juan, César y Lucrecia.
Joan y Anna son felices a pesar de las traiciones, complots, adulterios, guerras y asesinatos que los rodean. Sin embargo, Juan Borgia, un joven que no acepta negativas y en el que su padre, el papa, ha delegado todo su poder, se encapricha de Anna.
A partir de este momento el matrimonio deberá enfrentarse también al poder de sus protectores, los Borgia, para salvar su amor, su familia y su dignidad.
Este es el inicio de una gesta que llevará al librero a luchar junto al Gran Capitán por la conquista de Nápoles, a convertirse en fraile para derrocar a Savonarola en Florencia, a enfrentarse a la Inquisición y a la peste en España, a luchar contra naves corsarias en el Mediterráneo y a participar en las miserias, la gloria y la caída de unos personajes fascinantes y únicos: los Borgia.
Hay veces que una novela te conquista y resulta complicado explicar por qué. Complicado porque tal vez haya sido más lo que te ha hecho sentir que sus características desde un punto de vista estrictamente literario. Y sí, puede que esa batidora de sentimientos que pone en marcha tenga que ver más con el estado anímico de cada uno o el momento que vive que con la calidad de su prosa; pero es que en este caso creo que la simbiosis de ambos aspectos ha redondeado a la perfección mi experiencia con esta historia.
es la secuela de Prométeme que serás libre (reseña AQUÍ) por lo que seguiremos acompañando a Joan desde donde le dejamos: en Roma intentando abrirse camino como librero. No voy a dar más datos por no spoilear la primera parte pero sí os diré que nuestro protagonista, siempre en busca de la libertad, va a darse cuenta de lo difícil y peligroso que es lograrla tal y como él la concibe y de cuántas clases de esclavitud hay en la vida. Además descubrirá que nada se recibe desinteresadamente, que los apoyos se pagan y a veces muy caro. Intrigas palaciegas, abusos de poder... Los Borgia, también protagonistas de esta historia, son conocidos por su corrupción, nepotismo, ambición y falta de escrúpulos; es por ello que podéis haceros una idea de la gran cantidad de acción que pueden aportar a la novela; junto con la Inquisición española, que seguirá haciendo de las suyas en esta segunda parte.
te atrapa desde el primer capítulo, cortito pero intenso y primera puntada de las muchas que han tenido mi corazón en un puño a largo de sus 704 páginas. Sí, la angustia y la incertidumbre dura hasta prácticamente su último capítulo. Su estructura es muy similar a la primera entrega: capítulos cortos agrupados en cinco partes que narran distintos momentos vitales. Así, Jorge Molist logra dar dinamismo a la historia y permite al lector ir cerrando y abriendo etapas junto con los protagonistas.
La ambientación es fantástica. El grueso de la novela discurre en Roma y El Vaticano, y para todos aquellos que hemos visitado estos lugares en algún momento de nuestra vida es un placer redescubrirlos junto a Joan en la época de los Borgia. Pero, como ya pasaba en Prométeme que serás libre , si su escenario es genial sus protagonistas le van a la zaga. Joan y su esposa Anna son los principales y, si su romance no me había convencido en la primera parte, en su secuela me ha conquistado por completo. Anna, de la que demasiado poco conocemos al comenzar Tiempo de cenizas, se descubre como una mujer fuerte, de férreas convicciones y con debilidades propias de la vanidad femenina que no nos harán recriminarla sino sentirla más humana. Pilar en la vida de Joan, comparten objetivos vitales y tendrán debates interesantes en los que unas veces tendremos muy claro a quien apoyar y otras no sabremos con quién posicionarnos. Joan por su parte, seguirá en su línea aunque tal vez derroche menos impulsividad: ahora tiene una familia a la que cuidar y las consecuencias de sus actos no sólo le afectan a él. Muchos otros personajes seguirán presentes, pero nada de ellos diré para que descubráis por vosotros mismos quiénes continúan junto a la pareja en el devenir de su vida y en qué condiciones lo hacen. Eso sí, seguiremos gozando de algunos históricamente reales que precisamente por ello aportarán verosimilitud a la novela.
En definitiva, ha sido una prenda bajo cuyo abrigo me he sonreído, enternecido, horrorizado, angustiado, emocionado (en todos los sentidos) y ¡hasta he llorado! (hacía tanto que no me ocurría...). He disfrutado como hacía mucho que no lo hacía.Tiempo de cenizas ha sabido combinar una historia de amor enternecedora con la fascinante acción que provoca la convulsión de esa época. Todo ello con libros de por medio y el férreo control al que estaba sometida la libertad de pensamiento, y contado a través de unos protagonistas (especialmente Anna) dispuestos desafiar al tiempo que les ha tocado vivir. Tal vez el matrimonio Serra no persiguiera más que quimeras en aquel entonces, pero nos harán desear unirnos a su cruzada.
Por último, me gustaría decir que creo que este libro tal vez pudiera leerse con independencia del primero, pues Jorge Molist se esfuerza por echar la vista atrás y poner en antecedentes al lector en aquellos aspectos que traen cola y para los que se precisa más información. Pero, independientemente de esa posibilidad, aconsejo la lectura de Prométeme que serás libre antes que su secuela, porque la historia de Joan merece la pena ser leída desde el principio y porque creo que esta segunda parte se disfruta muchísimo más teniendo ya calados a los personajes y el estilo bajo cual se tejen estas prendas.
"Libertad, qué extraña palabra. En aquel momento dudaba incluso de su significado real. Cuando le hizo la promesa a su padre sabía muy bien de qué se trataba: rescatar a su familia de la esclavitud y no tener un señor que le sujetara con cadenas. Poder ir de un lado a otro, decidir sobre qué hacer en la vida. Aquello era ser libre. Sin embargo, libertad era un término cambiante que parecía escurrirse entre las manos como un puñado de arena fina. [...] El significado de libertad iba mucho más allá de lo físico. En realidad era un sentimiento, una percepción vaga y mudable."
"Estoy escribiendo las últimas páginas del libro de mi vida. Y trato de hacerlo con mi mejor caligrafía. Tengo muchos años, Joan. ¿Crees que voy a dejar que el miedo, el temor por mi vida, cuando ya vale tan poco, emborrone mi final? [...] Pronto llegaré a la última página y quiero que sea un final digno. No me esconderé."
Muchísimas gracias a Temas de Hoy por hacerme llegar un ejemplar
Sé que muchos de vosotros lo tenéis ya en la estantería, ¿animados? ;)