Revista Talentos

Acumulación de reseñas

Publicado el 28 octubre 2011 por Ou88 @galletita
Hace tanto no escribo sobre libros que se me juntaron un montón de los que hablar, por lo que hoy puede que el post resulte algo larguito.
Unos cuantos (muchos) días atrás, terminé de leer “Soy un gato” de Natsume Sozeki.
En esta historia, un gato sin nombre nos narra las aventuras y desventuras que le toca vivir a partir de que es adoptado en la casa de un maestro llamado Kushami.
Me hubiese encantado que nuestro narrador y personaje principal hubiera tenido un nombre pero el hecho de que no sea así es una de las tantas peculiaridades dentro de la primera novela de este escritor maravilloso.
Dentro de cada capítulo, uno es capaz de reír y llorar, más lo primero que lo segundo, por lo que se puede decir que es un buen libro. Si un escritor puede hacer que tus emociones se inquieten, es porque es uno digno de admirar y uno con el cual se pueden establecer esos lazos escritor/lector de los que en post anteriores escribí.
Al haberme desprendido de Murakami para echarle una mirada al mundo que presenta Soseki desde los ojos de un gato me sentí pisando tierra y volví a la realidad a la que no acostumbraba con mi candidato favorito al premio Nóbel. De esta manera, desde la perspectiva gatuna que adopto Natsume, volví a Japón y conviví con tantos personajes como amigos y conocidos tocaban a la puerta del maestro.
Este narrador de cuatro patas resulta una exquisitez para los ojos de quien lo lea debido a la terminología rebuscada y la cantidad de referencias que hacen presencia en su relato. Y no solo es esa tremenda calidad narrativa la que la hace una historia recomendada sino que también lo es el contenido humorístico con el que está cargado este libro.
En estas casi 400 páginas se pueden encontrar personajes muy distintos, tanto en creencias como en actitudes. Los diálogos que presentan dentro de esta novela sumergen al lector en lo cotidiano del mundo oriental influenciado en esa época con la cultura occidental, lo relajan a medida que va conociendo sus costumbres y hacen que se ría, piense, disfrute y se vuelva a reír con sus constantes debates e intercambios de opiniones.
Dentro de lo cotidiano, si se mira bien y si se sabe como, siempre se puede encontrar un mundo de peculiaridades interesantes capaces de armar un libro como este, que en ningún momento resulta una perdida de tiempo sino todo lo contrario.
A Murakami lo había dejado temporalmente. Por eso, a poco de terminar “Wagahai wa neko de aru”, volví a sus escritos y me dispuse a leer “Al sur de la frontera, al oeste del sol”. Un libro muy bueno donde nuevamente se mezclan realidades. Uno no sabe qué existe y qué no en la historia, y eso da como resultado 261 paginas atrapantes.
Lo que no me gustó fue como trató el tema de la infidelidad y su manera tan “normal” de hacerla aparecer de principio a fin como moneda corriente en la vida de los personajes. Como si fuera parte inherente de la realidad principal del libro. Esto es algo que no me sentó bien, así como en “Sputnik, mi amor” me supo mal la cadena de amores platónicos y el tono sexual, demasiado acentuado en la historia.
A pesar de todo lo citado anteriormente, “Al sur de la frontera, al oeste del sol” da a conocer el desbalance emocional de Hajime al encontrarse ante tantas puertas abiertas y puertas a medio cerrar que dan con su pasado, un pasado que a su vez da la impresión de ser una realidad alterna. Por eso supongo que el libro esta titulado de esa manera. El personaje se encuentra entre dos mundos y se encuentra incapaz de encontrar un equilibrio entre ambos.
Cuando termine, buscando y buscando que otra cosa leer, me encontré con “Honey Pie” que es la ultima historia que presenta el libro “After Quake”.
Son seis cuentos cortos los que trae este libro publicado nueve años atrás.
Seis historias inspiradas en el terremoto que sacudió a Kobe en 1995.
Como contaba párrafos mas arriba, no leí todos los cuentos. Pero me bastó leer solo uno para darme cuenta de uno de los tantos cambios de los que se habla de este libro en relación a escritos anteriores de Murakami, y es que, en este, los relatos están narrados en tercera persona y no en primera como se acostumbra leer en “Kafka on the shore”, “After Dark”, “Sputnik, mi amor” y tantos otros.
La historia por su parte, no deja de ser una muy linda. Son 17 páginas en las cuales Haruki nos presenta a una niña que tiene pesadillas desde el terremoto, a su “tío” que le habla de dos osos para que pueda dormir tranquila y a su mamá y papá y las relaciones de estos con el “tío”.
Por último, empecé “La caza del carnero salvaje” y dejé de lado “Dance dance dance”, que fue en un principio el libro que quería leer.
Dejarlo en espera fue algo que al final, inconscientemente, hice bien, porque resulta que “Dance dance dance” es, nada más y nada menos, la secuela de “La caza del carnero salvaje”. De no haberle hecho caso a mis instintos (?) no habría entendido muchas cosas o al menos no de la misma manera.
Este, que es el ultimo libro que leí hasta el momento, es, coloquialmente hablando, ¡una locura de bueno!
Tiene personajes insólitos, como sacados de un cómic. Los más “fuera de serie” van haciendo su aparición hacia el final de la historia. Muchos no tienen nombre y son llamados por la relación que tiene el personaje con ellos, como por ejemplo su ex mujer, el chofer y su socio. Otros en tanto tienen apodos como El Ratón y el Profesor Ovino.
No falta el gato en la historia y ¿seria spoiler si les cuento que este, que no tenia nombre ya que ni lo llamaban, paso a llamarse Boquerón? La respuesta es no. Spoilearles en verdad seria contarles el porqué de su nombre, así que les dejo con la duda y obligándoles a que lean este libro!
Como es de esperarse, la realidad nuevamente se bifurca cuando un extraño personaje aparece solicitándo al personaje principal, un publicista que tampoco tiene nombre en la historia, que encuentre un carnero con una estrella marrón en el lomo, descolocando su realidad y colocándonos a todos detrás de el en una aventura llena de misterios que descubrir.
No hay dudas de que si tengo que elegir un género para clasificar esta historia, diría que esta es una novela de misterio.
Al personaje mismo, entre pista y pista, se lo encuentra leyendo “Las aventuras de Sherlock Holmes” de Arthur Conan Doyle, lo que me da la sensación mas “inception” del mundo! Yo leyendo sus aventuras, él leyendo a Holmes y Holmes con sus propios asuntos sin resolver. Una locura! Esa es la frase con la que le doy mi visto bueno a este relato emocionante y hasta delirante en cierto momento. Sumamente recomendado para todos los cazadores de buenas historias.
Ahora que me puse al tanto con las reseñas, voy a por la secuela de este gran libro.
“Dance dance dance”, baby!

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