Revista Talentos
Ensombrece el olmo tu silueta mientras silente hiere el sol tu piel, en el obscuro momento en que el alma vuela, al reencuentro de aquel ser que te ilumina la sonrisa. Sin buscarlo, encuentras entre esas sombras esa esencia que deleita tus sentidos y que sin dilación alguna decides plasmar en tu vivencia. Cuentan las golondrinas en sus chismorreos curiosos que eres tú la dueña de sus pensamientos, en esos laberintos de la mente, que resuenan en las esquinas. La luna traviesa, celosa, se encuentra al no tener momentos, pues él los roba en sus sueños para hacerte tan hermoso regalo. El brillo de su mirada le traiciona cuando en el velo de la noche rasgado, intenta camuflar su pensar. Besos sordos para el resto del mundo, regazo ardiente que recoge el alma en la noche, brazos fuertes que arropan de los sueños, pesadillas hirientes de la noche, de esa presencia tan ausente que rompe moldes. Caricias no sentidas que envuelven y erizan la piel que hueles y sientes, a través del vago rumor del viento.Suspiros que te hablan de deseo y sueños que se vuelven tentaciones.A la luz del alba se bañan las almas de esos dos poetas, mientras en la luz del día se dispersan, para dormir viviendo silentes en su rutina.Cada noche sus almas se arropan y se pierden en el infinito universo, donde sin excusas, pueden sentirse.Marijose.- Y sus locuras románticas... Fotografía de la red.