Angie i

La aparición de Angy  ha supuesto un poco de inspiración cuando más la necesitaba, pues andaba peleado con los folios en blanco que son igual de simpáticos que inspector de hacienda enojado.La chica en cuestión es de las únicas que no me preguntado por estado financiero, ni por otras cuestiones intimas que suelen comentarme, cosa que es de agradecer.Con su ayuda he ido saliendo del bloqueo en el que me encontraba que me hacia sentirme como un animal rabioso, pues necesito escribir más que comer.No le preguntado nada sobre sus finanzas, no es mi estilo a las musas no se les preguntan esas cosas, pues pueden desaparecer sin previo aviso.Me quede prendado de su misteriosa mirada con cierto halo de tristeza, que la hace inolvidable.Su voz es lo que me ayudo a escribir cuando más lo necesitaba, tiene la extraña habilidad de llegar a mi entrañas y sacar los mejores versos posibles, cuestión que hace que le este eternamente agradecido.Pero como corresponde a cualquier que se precie, tiene un punto inalcanzable que hace que la fascinación sea mayor.
Tampoco le he preguntado por su trabajo, no soy partidario de los interrogatorios me gusta que las cosas fluyan, solo espero que no me cambie por una partida de póker.Tengo la sensación de que todas mis musas acaban jugando al póker con mi sombra, espero que esta sea diferente, no salga huyendo y decida dar la vuelta al mundo en un mes.La última me cambio por talonario de billetes de avión y una agenda de cuero llena de actividades, lo cual le facilito el olvido.Siempre digo que la más bella, es la más complicada y para mi desgracia ninguna trae manual de instrucciones, pero siempre encuentran el camino a mi corazón, desconozco como lo hacen, pero me encanta que lo hagan.La desventaja del asunto es que no se les puede invitar a comer, suelen tener una agenda demasiado plena, así que toca consolarme jugado al golf con las estrellas, después de todo ellas también son inalcanzables.Lo malo de las musas es que nunca encuentran el camino a mi cama, siempre escogen el asiento del camino de la derecha que es colarse temporalmente en mis sueños con fácil que resultaría pedirme una cita, nunca lo hacen, prefieren el refugio de lo onírico.La última musa es maravillosa, creo que vendería todos achaques por una cita con ella, pero no creo que me dieran mucho por un conjunto de cicatrices y unas cajas de calmantes.La diferencia entre Angy y el resto es que tiene conexión con lugares de mi alma que no recordaba que estuvieran.Su compañía tiene sobre mí un efecto balsámico que para si quisieran otras.Todavía no sé cuál es su código de acceso, pero el reto de descubrirlo me mantiene entretenido y hace que busque el camino de su voz todos y cada uno de mis días.Lo que me desconcierta es que no recuerdo ni cuando, ni como la conocí, pero no quiero que me suelte, sus redes son demasiado adictivas y me ha devuelto las ganas de escribir.Si me preguntan, si la quiero, no tengo dudas, la respuesta es sí, ahora solo falta que ella como buena musa me alimente y cobije por tiempo indefinido.Espero que la factura a pagar no sea demasiado cara.