Angie iiii

A lo que espete no tengo por costumbre mirar el calendario.¿Puedo preguntarte algo?. Dijo ella intrigada.Claro puedes preguntar lo que quieras princesa, dije sonriendo.¿Lo que quiera?. Dijo, ella pícaramente.Entonces tu no…¿No estas con nadie?. Dijo ella extrañada.¿Duermes solo?. Dijo ella con cara de póker.No respondí solo suspire.Lo siento dijo con voz quebrada.No debí preguntarlo tan directamente.No pasa nada princesa, le susurre.Las chicas somos un poco cotillas sabias dijo sonriendo.No importa dije suspirando, mientras no me preguntes mi color de calzoncillos.¡Dios! , es lo más loco que has dicho hasta ahora por favor…Eres terrible cariño, dijo ella sonriendo.El divertido le pregunto ¿Te doy un masaje?.¿Tú sabes hacer esas cosas sin que duela? Pregunto ella curiosamente.La mejor manera de convencerte es que lo pruebes, dije sonriendo.¡Uf dios!, no me tientes así cariño, dijo ella sonrojada.Te quiero susurre dulcemente.¡Ay no hagas eso dios!.Horas más tarde…La habitación era confortable, pintada en colores suaves.Las manos de él habían comenzado a trazar suaves círculos por la espalda de ella, estaba tendida sobre la cama se sentía relajada.Decidió cerrar los ojos, él se aplicó arduamente a la tarea, la suavidad de su piel y su perfume habían hecho el resto.Se sentía inmensamente feliz.Sin pensarlo el paso sus labios por la espalda de ella y no pudo reprimir las ganas de besarla.Angy se dio cuenta del momento y se dejó llevar, él se entregó a sus deseos, no pudiendo contenerse hundió sus dedos en sus preciosas curvas.Ella hizo gesto suave y el procedió a besarla de nuevo.Ella sonrió y le dijo haz lo quieras, hacer pero no apartes tus manos de mí.El no oyó toda la frase, estaba viviendo el momento más mágico que podía recordar.Algo le empujo a no soltarla y sintió un gran deseo de acariciar sus caderas.Angy siguió con los ojos cerrados mientras el escribía con sus dedos su nombre en todas partes, para borrarlo con besos más tarde.Ella se sintió agitada, pero no dijo nada…Dejo que el calor lo inundara y sintió como una sacudida recorría su piel.Angy no pudo más y le susurro te quiero.