Seguía con su curso en italiano y se acercó con temor al chino, no quería exiliarse a China, tomó este idioma como un modo de entrenamiento vocal mas allá de los textos de Cortázar.Se sentía como un jugador de fútbol sin equipo.Había echado mano de varias agendas de contactos. Aquel suceso, le dio a entender que no estaba en una profesión corporativa.Acaba de llegar a la triste conclusión de que el ego evita ayudar a terceros.No era un tipo vanidoso.Era un locutor de tercera con ganas de triunfar a pesar de las múltiples bofetadas.