Revista Talentos

Barcelona literaria

Publicado el 11 octubre 2016 por Susana Zarzuela
Tuve el privilegio de presenciar una conversación entre cuatro grandes figuras de la literatura en La casa del libro: Eduardo Mendoza, Ignacio Martínez de Pisón, Carlos Zanón y Marina Espasa. 

Barcelona literaria

Mendoza, Martínez de Pisón, el moderador Colomer, Zanón y Espasa

El tema era La literatura ante la transformación de Barcelona ya que los cuatro escritores invitados suelen ambientar sus obras en la ciudad Condal, bien porque han nacido en ella, bien porque llevan muchos años viviendo en ella, como Eduardo Mendoza en cuya última novela “El secreto de la modelo extraviada” figura un párrafo que puede reflejar su decepción con la ciudad actual:“Pero las cosas han cambiado. No sólo las personas y la forma de vivir, sino sobre todo la ciudad. En aquella época, Barcelona era una cochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. ¡Quién nos lo iba a decir! La Barcelona del presente no tiene nada que ver con la Barcelona del pasado. ¿O sí?”.
"La ciudad no evoluciona para darme gusto a mí -explicó Mendoza- Barcelona ha evolucionado y ahora es una mierda -(palabras textuales)-. Como evolucionó con la revolución industrial. Nuestra revolución industrial es vender camisetas del Barça y hay que apechugar con ello, pero no debemos abocarnos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Esta ciudad ya no es la mía, ahora les toca a los jóvenes opinar o actuar al respecto. Acostumbra a suceder que uno vive la ciudad que ha heredado pero no reconoce la que ha contribuido a crear". Por su parte, Ignacio Martínez de Pisón, explicó que uno echa de menos, no la ciudad que fue, la que vivió, sino el “sitio” en el que hemos sido jóvenes y guapos e incluso la época de ese lugar, en su caso es la Barcelona del 82 al 92 aunque, curiosamente, no ha escrito sobre ese período nunca. A partir de entonces comenzó el declive.

Barcelona literaria

Zanón y Espasa

En este punto estuvo de acuerdo Marina Espasa, en cuya novela “El dia del Cèrvol” trata de reflejar este declive de la capital y la sociedad, o al menos el descontento que siente la gente que ama su ciudad aunque, paralelamente, desde fuera aumenta la idealización de la imagen de Barcelona.Carlos Zanón expuso que para él Barcelona era una ciudad ajena. Se crió en un barrio de las afueras donde las personas que se desplazaban al centro se arreglaban para “ir a Barcelona” como si de otra ciudad se tratara. Él ama su barrio, pero no esa capital turística que no representa su infancia, al menos entre nosotros, ya que reconoció que cuando sale fuera debe dar otra imagen. “De cada diecisiete libros que vendo -explicó- tres son porque creen que soy Carlos Ruiz Zafón y los catorce restantes porque está ambientado en Barcelona -bromeó-, por lo tanto debes decir que amas tu ciudad.”Durante la amena conversación hubo varias opiniones semejantes, por ejemplo, que Barcelona es más para turistas y visitantes donde el ciudadano no se siente cómodo. “Las ciudades son el imaginario que los turistas quieren que sean -apostilló Zanón- París o Roma son lo que recuerdas cuando vuelves a casa de las vacaciones, pero eso es lo que se vende”. “Hace poco estuve en una feria literaria y en el stand de Barcelona había tres grandes fotografías: una de la Sagrada Familia, otra de Ferran Adrià y otra de Messi. Esa es la Barcelona que se vende al turista -intervino Mendoza-. Eso a mí no me interesa, me resulta irrelevante. A mí me interesa la vida de los millones de personas que viven, sueñan y trabajan en ella, y eso es lo que trato de reflejar en mis libros”.

Barcelona literaria

Mendoza y Martínez de Pisón

Otra opinión coincidente, ante el debate de si se ha escrito La Novela de Barcelona, fue que no. “De hecho no creo que exista tal debate en realidad -opinó Marina-, además deberían ser, como mínimo dos, ya que existen dos lenguas, dos realidades y seguramente saldrían dos o más retratos”. Mendoza cree que si se pone el listón en “El Ulises” de Joyce, no, pero que si el listón está a la altura de “La Colmena” existen varias. Barcelona es una ciudad literariamente muy explotada y es difícil que haya sólo una novela que la represente. Ignacio Martínez apoyó esta opinión argumentando que hay grandes novelas y escritores por barrios, como Mercè Rodoreda por el barrio de Gracia o Marsé por el Guinardó o incluso por periodos históricos, como el modernismo. Zanón nombró “La Felicitat” de Baulenas, pero reconoció que al final los escritores también se inventan o imaginan la ciudad no siendo demasiado estrictos con la realidad. Además, Marina Espasa explicó que Barcelona ha sido nombrada por la Unesco Ciudad de la Literatura por su gran tradición literaria, heredada de una gran tradición editorial, y es que, seguramente, por más que evolucione para disgusto de unos y disfrute de otros, Barcelona continuará siendo escenario literario para regocijo de unos cuantos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista