Hay ocasiones en las que la idea de un texto te llega por parte de terceros, un simple mensaje mediante un servicio de mensajería instantánea (paso de hacer publicidad free), te puede dar la idea para un texto, en este caso, lo que planteo es más bien una reflexión, basada en lo que soy, en mi evolución mas propia y persona (me suena pomposo hasta a mi). To parte de un mensaje en el que me preguntan si no voy a ir a ver ‘la crema’, de las fallas de Benicarló (les he dedicado mi post anterior), pueblo que tengo al lado, a unos minutos. La verdad es que me parece una chorrada ir a ver como queman, lo que llaman, monumentos falleros, pero como siempre suelo decir, para gustos, colores. Esto me ha dado para dar vueltas y soslayar un poco el tedio y me ha llevado a estar de muy madrugada, escribiendo esto (suerte que no madrugo)
No es tanto el hecho de ir a ver como queman cosas lo que ha despertado la base para este texto, es más bien la idea de la festividad o del hecho intrínseco de ir de fiesta. No es la primera vez que reflexiono sobre esto y quizá, bueno, más bien podría decir que es seguro, que no será la última vez que reflexione sobre esto. Recuerdo cuando era más joven, que no me perdía una, me apuntaba prácticamente a cualquier bombardeo, pero curiosamente, con el tiempo, he ido perdiendo el interés, hasta salir una vez al mes de marcha por las noches, como mucho. Desechando la idea de ser un soso o un aburrido, la idea o la fuente de todo esto va más allá de un simple movimiento sin más o un laxo desinterés, no, ni mucho menos. La verdad es que me gusta salir, pero salir siempre por el mismo ambiente es realmente cansino, pero no solo eso, la música de discoteca de hoy en día no me hace para nada. No me gusta el pop nacional y mucho menos, el dichoso reggaetón, que me parece simplemente una forma más de tratar a la mujer como un simple objeto y vejarla.
Diría que otro factor, es el pasar del interés del ligoteo discotequero, la verdad, cada vez esa idea me parece más vana y vacía, ya que, no descartaríamos una desagradable sorpresa al día siguiente. Me temo que no hablo del aspecto físico (cosa posible), sino del aspecto intelectual. Yo no busco una mujer superdotada o a la mujer más inteligente del mundo, ni mucho menos, solamente me interesa alguien con quien poder mantener una conversación, sobre lo que sea, eso me da igual. Tengo una teoría al respecto, de la que se deben dejar de lado muchos factores y centrarse en la idea que se plantea. Sin menospreciar a ninguna mujer, debo decir que si quisiera una mujer florero, iría a la tienda china más cercana y me compraría uno, ahorrando mucho dinero. Esto quiere decir, que sintiéndolo mucho, hay mujeres con las que es prácticamente imposible tener una conversación y que aparte de sexo, no hay mucho más que hacer (también hay hombre, pero eso que lo analice una mujer).
Vertiente esta, que me hace destacar que me gusta leer, el cine y las series, pero también me gustaría poder tener a alguna mujer a mi lado con la que conversar y sintiéndolo mucho, no busco una relación vacía de contenido, algo, que solo se puede conseguir con una conversación larga y tendida en algún sitio tranquilo y no en una discoteca con música alta y alcohol por todas partes. Quizá se esté un factor que ha motivado mi desinterés por ir a este tío de sitios, ya que creo más productivo hacer otras cosas en ese tiempo, como leer, escribir, ver una peli o una serie o escuchar la radio, además, de ser más sano.
Claro, que habrá quien diga que me equivoco y que no se divertirme. Esa es la opinión de un analista externo. Se divertirme y estos pasados carnavales me lo pase en grande, con alguna gran resaca, pero fueron unos carnavales diferentes, bastante hardcore y que recordare siempre, entre otras cosas, por haber roto irremediablemente unas gafas de 150€ (igual algún día lo explico, ya se verá), también el viaje o salida de fiesta nocturna a las fallas de Benicarló, que empieza a ser tradición, porque es cuando celebramos el cumple de un amigo, donde vi a muchos amigos de esa localidad que hacia muchísimo tiempo que no veía y me alegre un montón de verlos y algún que otro compañero actual y a un profesor, dándolo todo, bueno, en todo lo alto jajaja.
Analizando los factores de esta pérdida de ganas de fiesta, creo que los factores que han motivado este cambio, han sido la edad, que aporta madurez y conocimiento (aun poco, anda que no falta), el salir siempre por los mismos sitios, que cansa y no aportan variedad, el ver los mismos rostros, la estúpida necesidad de algunos de buscar camorra amparados por la noche y en un último lugar, la música, ya que cada vez me he ido decantando más por el rock y metal, aunque en este aspecto, le suelo dar un poco a todo, pero no soporto el reggaetón y similares y el pop nacional me parece en decadencia y con temas iguales o similares a los de hace 10-15 años, nada nuevo, siempre el mismo estilo pobre y lastimero. Igual, si fueran esto posible, diría que me gustaría más, tomar unas cervezas, con los amigos, en la playa, charlando de nuestras cosas, en plan tranquilos y de buen rollo, pero no son de ese estilo (son muy buena gente, pero con otros gustos, sencillamente).
Posiblemente sea un ser atípico, ya que si alguien me propusiera un plan cultural, dudo mucho que me negara, ya que me parece aprovechar mejor mi tiempo y sobre todo, mi dinero. No es la primera vez que rechazaría salir con el fin de ahorrar dinero para ir a un sitio que me apetezca más y me llene. El año pasado, sin ir más lejos, desde el día de mi cumpleaños hasta el del Salón del Manga de Barcelona, no salí para nada, con el fin de tener dinero para ir y divertirme. Me divierte ir a ese evento y a Barcelona, ya que en este caso, me aporta mucho a nivel personal y siento que aprovecho mejor mí tiempo. No debemos dejar de lado la gastronomía y la cerveza japonesa. Factor extra es el de desconectar, salir de la rutina, despejarse, ver algo diferente. Eso sí, terminas destrozadisimo de tanto andar.
Incapaz soy de poner todo esto en orden, más bien es una reflexión un tanto desordenada, pero que permite leer e interpretar que no todos buscan lo mismo, hay quien busca más allá y quien intenta buscar otras soluciones y no solo salir a pillar un pedo, que está bien de vez en cuando, pero cada fin de semana, yo lo considero bastante innecesario. He cambiado y lo sé, porque nadie mejor que uno pare leerse e interpretarse. Al final, no es solo la edad, sino las circunstancias y la manera de ver la vida y de interpretarla, es lo que nos lleva a seguir un camino o unos derroteros, eso ya cada cual. Simplemente, he planteado una reflexión, una puesta que es un esbozo de mi cambio de paradigma, nunca se sabe, si este volverá a cambiar. Tiempo al tiempo.