La política clásica ha dejado de hacer política, para entrar en una espiral de insultos, improperios, lanzamientos de heces y el famoso y tu mas, como modo de hacer política y enfrentarse al del butacón de enfrente. Cuando han visto peligrar sus poltronas, sus sueldos y sobresueldos, sus gintonics a 3.5€ y sus puertas giratorias, han sacado su verdadera cara, el de seres territorialistas, que ante la ola de los nuevos partidos políticos, que ofrece una alternativa, más o menos taimada y que se centran más bien en la política y no en entrar en juegos que distraen del objetivo final. Al final, se ha convertido en un circo, donde tenemos fieras, payasos, equilibristas y viejas sexagenarias marcándose una persecución al más puro estilo Gran Theft Auto. Luego tenemos a las jóvenes promesas, aunque ya se sabe, que hoy es joven cualquiera que no ha entrado en edad de jubilación (65 años de momento), pero en este caso, serian el coletas y naranjito, a los que hago referencia.
Últimamente, no sé si alguien se ha dado cuenta, pero las siglas o los nombres del partido, cuentan más bien poco, se ha empezado a identificar los partidos por caras, dedazos o colores, e incluso, por su lugar de procedencia, como en el caso de Ciutadans (Ciudadanos para los castizos, Ciutatans para los de la caca) Hablando claro, diríamos que los de azul, se han convertido más bien en los negros, llenos de sobres de dudosa procedencia, convertido en reformas y sobresueldos varios, congresos pagados de aquella manera, viajes para ver a amiguitas e incluso, para tener controlados a los díscolos. Desde el ático de la sede invadida por un coche de manera sorpresiva hasta los bajos fondos de Valencia y Alicante, todos tienen algo en común, las manos llenas de chapapote. Rosas rojas, con espinas, como hemos visto, en una comunidad autónoma con el cliché de maltrabajas y vagos, que no hace más que reflejar la propia incultura interna de algunos, que se miran su ombligo independiente y de ahí no salen, se les ha olvidado, su parte castellana o aquella época, en la que aquellos que llaman vagos y cuatreros, fueron a su casa, para trabajar y ayudar a que creciera, hace años, cuando las cosas eran más duras, que hoy en día. Bien sea dicho, que las salidas, en la comunidad de las franjas verdes y la franja blanca, han sido robadas por algunos, que se han llevado el dinero de la formación para pagar putas y coca, siendo claro.
Verde es el color de la esperanza, de la esperanza que tienen algunos a la izquierda de la izquierda de llegar a gobernar o ser relevante en la política, aunque, como vemos y hemos visto, solo quedan rescoldos humeantes y poco relevantes, de lo que algún día fue un proyecto más o menos serio, que ha sido llevado por puño de hierro, aunque, para puño de hierro, el de la señora mayor del partido magenta. Ir en transporte público, haciendo campaña y que la gente te huya, es claro síntoma de que das vergüenza ajena, pero lejos de quedarte ahí, te dedicas a limpiar barrotes y decir, que luego limpiaras las instituciones. No sé si algún día llegara a limpiar las instituciones, con caídas sonadas como las de hace unos días, eso sí, internamente se está limpiando a base de bien, con caciquismo desmedido por una señora, que ya no está para los trotes de una nueva política, que no quiere arrugas y quiere gente con vitalidad, joven, con ganas de trabajar. Se ha cargado aquello que formo y en estampida se han largado y hasta el hijo prodigo, el señor que da el cante lanzando un videomontaje donde destruía la televisión valenciana, que luego, han destruido otros, sale por la tangente y le dice que se jubile y que molesta. ¿Estará buscándole residencia?
Llegamos a los nuevos, aunque empezare por el señor de los círculos, el de la coleta y el del pircing en la ceja, aunque ya no lo lleva. Si bien el circulo blanco sobre fondo morado, quiere representar a la ciudadanía, parece que representa más bien una elite universitaria, donde tiene lo que quiere y cansado de pintar más bien poco o que se le queda corto, para los aires de grandeza, decide dar el salto, para gobernar un país. Sigo con dudas, respecto al modelo a imponer, ya que primero era de república bananera donde se mata a la gente y se restringe la comida, pese a tener oro y petróleo a patadas; paso después a ser el país inventor de la democracia y la musaka, que tenía que revolucionar el mundo y Europa, con ideas revolucionarias y con chulería, gracias a la juventud, aunque al final, se han tenido que bajar los pantalones ante la reina germana que todo lo controla; último recurso ha sido la zona fría, más al norte, tierra de vikingos y del dios Thor, que ha creado un sistema diferente y que le funciona muy bien, todo sea dicho, aunque, igual difícil de implantar en nuestro territorio, por ser de caracteres diferentes y porque algunos, por no decir la mayoría, son reacios a grandes cambios y la comodidad de un sistema desfasado que va a contracorriente totalmente del resto de Europa.
Naranjito es la sensación. Nacido en territorio de aguas revueltas, donde la corrupción al 3% y el ansia caciquista de una elite oligárquica por marchase de casa, cual joven rebelde sin causa, que esconde solamente el interés de poder y dinero, sin que nadie le toque las narices, convirtiéndolo en su cortijo. Ir como hidalgo caballero contra molinos de viento, mientras, la mujer del pelo frito y labios a lo Carmen de Mairena, va poniendo piedras en el camino, que mas que hacer bien, molesta. Lo ha enseñado todo, quedándose en bolas, haciendo un Boris Izaguirre en Crónicas Marcianas, pero sin menos teatralidad y con un fin, dejar claro que no se esconde nada. Se le hace campaña en contra, intentado desprestigiar, aunque cada vez que salen hablando de naranjito, le dan votos a patadas. Hemos visto, donde en las pasadas elecciones del sur, se decía alguno de azul, que él no quería que lo dirigiera alguien con nombre sin vocal al final procedente del noreste oligárquico, aunque, se le olvidaba que su compañero, para regir la comunidad, era nacido en Barcelona y ese de nombre impronunciable, era de descendencia del sur, vaya cagada.
Circo es como se le debería denominar y no política. Tenemos un 2+1, que está cerca de terminar, ante la llegada de dos frente emergentes de poder, que quieren hacer cosas diferentes, aunque algunas ideas gusten más o menos, pero por lo menos, ofrecen una alternativa real al duopolio entre el rojo y azul, apoyado en la sombra por el verde, que aunque no lo parezca, el sistema actuales les vienen muy bien, aunque parece, que el sacrificado final, el que lo pagara más caro, serán ellos, los verdes. Lo único que queda claro de todo esto, es que todo es un circo, donde todos miran más o menos su ombligo y algunos, está claro que se lo llevan crudo, mientras la entrada, al gran público, nos sale por un ojo de la cara porque hay que pagar las puertas giratorias.