Revista Talentos

Blog 131: Tropezando en las mismas piedras

Publicado el 13 abril 2015 por Baurk @d3rbaurk

piedra¿Quién no ha oído eso de ‘el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra’? Esto es un hecho más común de lo que cabria esperar, ya que las personas, tenemos la tendencia, aunque sin darnos cuenta, de siempre tropezar una y otra vez en una serie de piedras. Esta serie de piedras, aunque me gusta llamarlo más, obstáculos que van apareciendo y que debemos saltar, aunque siempre terminamos tropezando en ellos, porque estamos predestinados a darnos el golpe. Algo que me propuse allá por el mes de junio/julio, es que cuando empezara mi titulación en septiembre en energías renovables, me centraría en ello, solamente en ello, dejando de lado todas las demás cosas, salvo este blog. La idea era no andar con proyectos paralelos y tal, pero al final, era una simple ilusión, un mero espejismo. Ni lo he cumplido, ni lo cumpliré en un futuro próximo. Aquí empieza el relato de la historia de mi muro, estar a mas de una cosa a la vez.

Blog 131: Tropezando en las mismas piedrasDespués de mucho tiempo (poco más de dos años), en un proyecto muy concreto, la historia se termino, de aquellas maneras, de lo cual, no he contado mucho y no voy a hacerlo, hay cosas que no le importan a nadie. Llegado ese día, en que se rompió la relación, cada uno tomo un camino diferente. Tome el camino del descanso, había sido una época larga y dura, de mucha tensión y conflictos y me apetecía llevar otra vida, otro rumbo, más tranquilo y descansado, más a mi rollo. Tras una serie de hechos, que no comentare, me vi ante la posibilidad de ‘completar’ mis estudios o más bien, complementar, ya que podía elegir formación para ampliar mis titulaciones con algo que tuviera relación con ello. Mire y pensé, en que opción podría ser la más favorable o cual me apetecía mas, en ese punto, encontré algo que me interesaba y que venía bien con los títulos que tenía, además, de una temática que me interesaba y mucho, como son las energías renovables.

Llego el momento de matricularme y sin más novedad, lo hice, no era complicado, ya que tenía dos títulos de FP2 y elegí el de mayor nota, algo que hacía que fuera casi imposible quedarme fuera o sin plaza. Me hice, como aquel que dice, la promesa de centrarme en este título, sin más, dejando de lado las tentaciones y distracciones externas, que sabía que podían llegar. A punto estuve en verano en caer en un proyecto interesante y que con mis conocimientos, podría darle un gran impulso, pero al final, me decante por ser sensato y centrarme  en el futuro próximo que se iniciaba en septiembre.

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Cuan equivocado estaba. Fue allá por finales de noviembre, primeros de diciembre, cuando me llego una noticia, que enviaría todo a tomar por saco. Aquello que me prometí, se iba a incumplir, irremediablemente. Me llego la oportunidad, tan deseada, de realizar un curso, para después poder ser docente, algo que me interesaba y que había buscado hasta la saciedad, bueno, mas bien, me apunte como una decena de veces a CCOO para hacerlo, pero nunca supe nada más.

Mediante un conocido o amigo, eso ya es un tanto irrelevante, el definirlo, que conocía mi interés de primera mano, porque se lo dije, me llego la oportunidad de realizar dicho curso, además, se me acoplaba perfectamente, ya que era por la mañana y el otro era por la tarde. Inmejorable, o eso parece. Aunque parezca algo bueno, tras más de cuatro meses de curso y quedando, aproximadamente un mes y medio, más o menos, de curso, he atravesado muchas dificultades, tanto es así, que he estado al borde del abismo.

Blog 131: Tropezando en las mismas piedrasTengo la suerte, que por la mañana, tengo la posibilidad de liberar la mente y hacer otras cosas, en ratitos muertos y me lo monto como puedo, pero, todo se vuelve cuesta arriba cuando llega la época de exámenes, del curso que realizo por las tardes. Empezaba la subida al puerto de montaña, tras muchas jornadas de carrera a las espaldas. Todo se nota y en esa última etapa, en ese segundo sprint, uno lo nota y llegan los malos momentos.

Veo muy posible, como esa época han sido las dos peores semanas de mi vida y me las he llevado conmigo, ya que eran mi problema. Tal es así, que los fines de semana eran estudio y pasarlo mal, pensando. Llego un punto de inflexión, en el cual, me dije a mi mismo, que si alguna asignatura se quedaba por el camino, lo que se terminaría quedando en el camino, es el título, ya que me marcharía. Había hecho mucho, pero tropezar, me hubiera hecho caer.

Blog 131: Tropezando en las mismas piedrasAun queda algo mas, durante este tiempo, además de los dos títulos, me apunte a un concurso con compañeros de clase y un profesor, de robótica, no es complicado, pero es mucho trabajo, con lo cual, añadía dificultad a todo esto. Tres cosas, a falta de solamente dos, que ya eran absorbentes, la tercera, ya era un poco el remate total. Así llegue en la segunda evolución a estar al borde de la caída, suerte, que al final, lo saque todo, porque no lo veía nada claro.

Si, es masoquismo y lo sé perfectamente, pero este texto plantea un aspecto más, el del futuro. Si bien, ahora mismo no tengo tiempo casi ni de respirar, ya estoy planteando o planificando el verano, con varias ideas, además, de elaborar un proyecto personal que me ilusiona, pero, para rematar el festival, ayer, me hablaba un amigo, con el que jugué a futbol americano y nos conocemos. Me lanzo una propuesta, el ser el ‘reportero’ del equipo que forme parte. ¿Os podéis imaginar la respuesta, no? Lógicamente, acepte, planteando la problemática, pero ofreciendo opciones y posibilidades. ¡Que cafre soy!

Blog 131: Tropezando en las mismas piedrasNo quiero dejarlo así, ya que todo esto me lleva a una reflexión. Se nos falta al respeto a los jóvenes, sobre todo, porque hay una parte, que ha decidido o se ha dejado llevar por la corriente del sencillísimo, el trabajar lo menos posible, no estudiar y tratar de llegar a ser uno de esos cutres famosos que se ven en la televisión actual. Es un modelo nefasto, que hace daño a los que realmente nos formamos, trabajamos mucho y muy duro, a diario, para conseguir nuestros objetivos y porque queremos un buen futuro.

Aunque el futuro es incierto y más bien oscuro, hace falta una buena linterna para ver el final o  bien, optar por coger las maletas y buscar la luz en otra parte. Somos esos grandes olvidados, insultados y apaleados. Me gustaría decir que somos una mayoría los trabajadores y formados, más que de sobra, pero al final, la sensación que uno tiene es la contraria. Cada uno crea lo que quiera, pero al final, los buenos talentos (conozco a más de uno), se terminan marchando fuera o se les reconoce mas el trabajo fuera de nuestro país que en casa, sobre todo, porque hay un miedo sistémico a la novedad y una cerrazón social. Es una falsedad, porque lo nuevo, es lo que tenemos que apostar y no quedarnos en unas raíces, que están muriendo. ¿Qué pensáis vosotros?


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