Blog 147: Políticos y billetes vestidos en negro

La política en este país, necesita que la rocíen con gasolina y le prendan fuego, para esas ruinas purificadas, se tiren y se empiece a construir una nueva política, basada en nuevos criterios y principios, siempre basada en la ética y la honradez, cosa que hoy no pasa, ni por asomo. Hablo siempre de manera metafórica, claro, y también teórica. Hemos llegado a un punto muerto en la política actual, donde los corruptos tienen que aguantar y ser fuertes,  los alcaldes se lo llevan crudo y algunos, incluso, cuentan las comisiones en el coche, como quien no quiere la cosa. Amistades peligrosas entre políticos y constructores, entre cinturones y barbas y todo bien regado con gintonics antes de salir a la palestra a hacer el ridículo. Una política de vergüenza comandada por sinvergüenzas, que se las saben todas para inaugurar construcciones faraónicas con una mano, mientras que con la otra, se llevan fajos de billetes, mientras, de su boca solo sale crítica a los que hacen pequeñas chapuzas cobrando de manera opaca, con el detestable interés de dar de comer a sus hijos. Que sinvergüenzas.

No se salva nadie o casi nadie en política. Norte, sur, este y oeste. Da igual el color, que el logo sea una flor, un ave o un borrón de forma circular, todos tienen líos internos, todos tienen casos raros, aunque está claro, que algunos, si mirar debajo de la alfombra, tienen mierda para aburrir. Recuerdo, dicho esto de la alfombra, un capítulo de la popular serie Los Simpson, donde tras una fiesta, esconden todo bajo la moqueta, antes de que llegue Marge y se ven como olas. No es que estamos desencantados de la política actual, es que estamos hasta los cojones de que nos tomen el pelo y se crean que somos niños que no tenemos la menor idea.

Se nos ha hecho creer durante estos años, que somos niños, que no sabemos nada y que tendríamos que dar las gracias de que gente incompetente nos guie en un duro y complejo camino. Muchas veces se nos ha dicho que no quedaba más remedio, que era por nuestro bien, pero al final, ha servido para el dinero que se nos ha robado del bolsillo, dárselo a unos privilegiados, que han jugado con el dinero de todos y lo han perdido. Si juegas con el dinero y lo pierdes, TE JODES. Así de simple. Si vamos a rescatar y dar dinero a gente que juega con el dinero, pues a quien juega en una tragaperras o en una paginas de apuestas y palman dinero, que el estado restituya está perdida para que vuelva a jugar o quien monta un negocio y no le va bien, que el estado le devuelva el gasto, ¿o es solo para unos pocos privilegiados?

Hay días en los que mirar la tele también te permite oír perlas y no me refiero a la señorita que dijo que un profesor universitario, metido a político, la suspendió por llevar perlitas, no, me refiero a enunciados que son una autentica cafrada. Escuche a un político, respecto a la norma que impide a un alcalde, cobrar más de 100.000€, decir que esa norma en su ayuntamiento, muy importante, costero e independentistas, no era aplicable, por aquello de normas municipales y no sé qué otra cosa invento, aunque, yo lo que creo es que hace aplicación de la Ley de Mis Cojones al Viento, vamos, que soy el cacique del lugar, hago lo que quiero y que alguien venga a tocarme los cojones, que se va a enterar.

Dicho esto, hasta los pajaritos se han vuelto populares en política. Hace algún tiempo, un político, bueno, diría más bien, cacique, como nuestro anterior amigo, dijo que se le apareció un pajarito, con el espíritu de su amigo y anterior cacique, que le ‘hablo’ y le dijo que siguiera trabajando. Creo que tras eso, se le fue la cabeza y ha empezado a ver fantasmas. Ahora, el que era gran ideólogo de un partido político, donde se ponen morados hablando de castas y otras cosas, pero ahora, su gran cabeza pensando, se ha ido, quiere volar libre como un pajarito, lo cual, traduzco como, tras la cagada de cobrar de aquellas maneras, me voy por la puerta de atrás y desde fuera, iré dando caña, a propios y extraños.

Campañas como las autonómicas y locales nos están dejando un autentico esperpento político, con corruptos locales y algunos, contando ‘dos millones de pelas’ en el coche o sexagenarias, que se llevan motos por delante, pero que son juzgadillas de tapadillo. Aunque si bien, por allá, por el sur, hace algún tiempo que las hicieron, pero siguen en jaque, sin que nadie les ‘gobierne’, mientras atacan a la oposición por poner a la institución en jaque y es que el tablero político ahora mismo vive una mezclalidad de colores muy importante, en la que nunca aparece el magenta.

Respecto al magenta, lo que es y lo que será es una incógnita. Una mujer, también, de cierta edad, tan madura, que se ha caído del árbol, sigue ahí, aferrada a su butacón, desde el que ve la vida pasar, cual mujer de pueblo, que en estas  fechas, sale a la calle a disfrutar del fresco de la noche en compañía de los vecinos, aunque, ella está sola, porque ya ni en su casa la quieren. Unos la atacan, aun de manera velada, mientras que el abandono en tropel ha sido grande y al que se ha quedado, meando fuera de tiesto, ya se ha encargado ella de cortarles el chorro o la cabeza, buscando la solución rápida y fácil.

Los que están mejores, son los del norte, que van con lecciones de moralidad y quieren utopías, pero que mientras piden eso, tienen cuentas en un país lleno de vacas moradas y relojes de cuco, aunque en casa tienen coches guardados en una nave, que valen decenas y decenas de ‘millons de peles’, pero que a ellos les ha costado más barato que cualquier turismo corriente nuevo a estrenar. Los hay que tienen habilidad para las gangas y luego están estos suertudos, que compran un coche de precio imposible para el común de los mortales, pero a precio de risa, casi a precio de coche de segunda mano.

Visto lo visto, creo que los padres se equivocan cuando quieren que los hijos sean futbolistas o cronistas, creo que deben enseñarles política y construcción, porque de ahí sale el dinero y termina reparando en el paraíso, que aunque fiscal, bien que lo llaman paraíso. Creo que en este país de crisis, lo que necesitan son emprendedores, que enseñen a los niños política, valores y ética, porque al final, si no empezamos cuidando las bases, volveremos a tropezar en la misma piedra. La corrupción institucionalizada, no es nueva, la tenemos desde hace muchos siglos en nuestro  país y es que somos unos expertos en esta materia, en eso y en dejarlo todo para el último momento. No seriamos nosotros si no trincáramos a manta y no se nos pegaran, las mantas, claro.