Revista Talentos
La calificación de mis idas al cine en lo que va del año se balancea entre el estuvo bien y la decepción total. Por una parte, porque salí satisfecha luego de ver “Caballo de guerra”, “Actividad Paranormal 0", “J. Edgar” y “Sherlock Holmes”; y por otra porque “Hugo”, que según contaba la mayoría era una película sumamente buena y conmovedora, a mi no me gustó, así como tampoco me gustó ir a ver “Los descendientes”.
A esta última película, creo que fue el marketing lo que le jugó en contra, al haberla calificado de “comedia-dramática” cuando de comedia no tenia nada. Como drama, reunía todos los requisitos y si bien no me aburrí, me decepcione primero al no encontrar lo que prometían al promocionarla, y segundo al no entender cómo en la sala del cine me encontraba rodeada de personas que podían reírse de las situaciones tan feas que le tocaba vivir a Clooney en el papel de un marido engañado. Era triste verlo correr lleno de rabia tras el hombre con el que su mujer le era infiel y no, era triste para mi, para el resto de las personas era hilarante y eso lo hacia más triste todo. No sé si tengo un sentido del humor muy peculiar y excluido, o si la sociedad en la que vivo está acostumbrada a que la infidelidad sea algo tan común que es para tomarla con humor.
“Hugo” por su parte fue mucho menos de lo que esperaba. Si bien los paisajes eran hermosos y las vestimentas de sus personajes eran bastante peculiares, la historia y las actuaciones hacían que para los últimos minutos de película yo este ansiosa por abandonar la sala. Los chicos de la película, Asa Butterfield y Chloe Moretz, no me vendían nada. Cada vez que Hugo lloraba podía sentir que un panda, un tigre y un oso polar morían horrible y dolorosamente en alguna parte del mundo; y las emociones de la señorita Isabelle parecían sobreactuadas. Los demás papeles, el de monsieur Inspector, monsieur Frick -el señor que visitaba a la señora del perrito que ladraba mucho, madame Emile- y Lisette, la señorita de las flores, me parecían un relleno soportable pero no más que eso… y de todos, solo puedo rescatar a dos como a un algo muy parecido a mis favoritos: el señor inspector y el señor Frick. El primero por su vestuario y sus intentos de sonrisas para caer bien a Lisette y el segundo porque me agradaba ver esas escenas de amor entre el y la señora Emile. Pero eso, y la música de Howard Shore para ambientar esta historia en Paris durante los años 30, fueron lo único que me gusto de este film de Scorsese.
En lo que respecta a las películas que sí me gustaron, Sherlock Holmes me gustó de principio a fin. No me hizo reír como loca pero tuvo acción de sobra y esas emociones post bombas aquí, bombas alla, ataque desde arriba, juegos con armas y saltos del tren hicieron que ir al cine a verla valiera diez mil veces la pena. Ni bien empieza la película, algo esta explotando y si la sala a la que vas es de buena calidad, las aventuras de este rey de los misterios no tienen precio. Altamente recomendada para ir con la familia, con el novio o con los amigos. Resumiendo, altamente recomendada para ir antes de que la saquen de cartelera o para alquilarla y verla un sábado a la noche.
Dejando de lado a la producción de Guy Ritchie, “Caballo de guerra”, que ya tuvo su reseña a parte, no puede dejar de estar en este post, y ya que sigue en cartelera en Paraguay no pueden dejar de verla si es que todavía no lo hicieron. Son muchas las personas que piensan que van a llorar las dos horas que dura esta película pero no la vean pensando en eso. Spielberg espera sacarles mucho más que lagrimas con esta historia.
Cuando quise ir por algo diferente al cine, fui a ver Actividad Paranormal- la versión en Japón-, y al igual que con las películas anteriores, me asusté bastante. Creí que el miedo incrementaría frente a la pantalla grande, pero lastimosamente a todos los que fuimos anhelando eso nos toco compartir la actividad con unos seis adolescentes irrespetuosos que hasta la mitad de la película no se ubicaban en su espacio-tiempo y estaban en una dimensión paralela y pavonesca, arruinando la noche de todos los demás.
Señores padres, usted no quiere a sus hijos púberes en casa, nosotros no los queremos en el cine. Mándenlos a leer un libro y hagan patria.
Por ultimo, pero no menos valorada, “J. Edgar” fue una de esas películas que dije que tenia que ver ni bien vi pasar el trailer. Emocionante, intrigante, Leonardo Di Caprio me llamo la atención como nunca porque lo vi en un papel interesante como en “Catch me if you can”. Por eso es que fui a verla ayer y me encantó. Su actuación me conmovió hasta las lágrimas en varias escenas y en otras simplemente y sin exagerar, me maravilló. Todos los personajes de esta película sobre el primer director del FBI me gustaron muchísimo. Así como la narración y el vestuario; ver a los caballeros y las damas bien vestidos, con trajes pulcros y bien peinados es algo que siempre voy a disfrutar.