Revista Talentos

Cadaquesca

Publicado el 06 julio 2010 por Mcaellas
Cadaquesca
Un grupo de chinos deambula por Cadaqués. Aún no los he visto pero, como las meigas, "haberlos haylos". Quieren construir una réplica en China. Al alcalde no le parece mal. A sus conciudadanos, sin embargo, les invade una mezcla de orgullo y horror ante una iniciativa a todas luces delirante. Por de pronto, eso ya lo sabemos, Casa Anita no aparecerá en Cadaquesca, si es que finalmente se llama así el remake. Juanito no quiere ni oír hablar de orientales. En su restaurante no se admiten ni paparazzis ni chinos. Hijo de la legendaria Anita, Juanito maneja con soltura el local con más historia del pueblo. Conocí Casa Anita hace casi un año. Fui invitado a la segunda edición de los Casa Anita Awards (festival de ensayos por escribir) un certamen medio clandestino que pergeña la pareja Colomer-Olivares cuando no andan de viaje. De los textos ganadores, leídos entre gambas y copas de vino, nadie se acuerda. Queda fresca en la memoria el memorable almuerzo y su posterior sobremesa. Recuerdo que entramos a la una del mediodía y salimos seis horas más tardes embriagados y felices. Terminamos bañándonos desnudos en una cala cercana al final de la tarde. Casi un año después le pregunto por los chinos a un joven de la oficina de turismo. Una idea china, me responde sin ironía. Pero, ¿siguen en Cadaqués? insisto. No, se fueron el jueves. Dijeron que regresaban en septiembre, por la Fiesta Mayor. Quizás quieran copiarla también. Ramón de España no se equivoca. Cadaquesca será un remedo de parque temático, como Carcelona. La Cadaqués china será construida en una isla. Una ciudad para quince mil habitantes. Residencial. Los chinos no son los únicos que quieren llevarse el espíritu de Cadaqués. En Munich hay un bar donde un joven ha ido acumulando memorabilia cadaquesca con la que decora el local. Varios carteles de la Dirección General de Tráfico, alguna piedra filosofal y varias réplicas dalinianas decoran un barra que aspira a mantener fresco como el llobarro el recuerdo de su aldea. Lo que no tiene el bar Cadaqués de Munich es la chimenea de Duchamp. Veremos si los chinos se atreven a copiarla.
Termino con una cita de Josep Pla.
"Hay quien considera que Cadaqués es uno de los lugares más bellos del Mediterráneo, pero por discreción y timidez se abstiene de manifestarlo. Otros, empequeñeciendo el Mediterráneo, proclaman a los cuatro vientos que Cadaqués es el pueblo más bonito del mundo. Esta es la opinión de Salvador Dalí. La manifestación de tal grandeza implica una gran añoranza, una noble y considerable añoranza"

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