Charles-henri sanson... el verdugo (y no de berlanga)

Ejecución Luis XVI

Charles Henri-Sanson fue verdugo, el más celebre en una familia de verdugos, que se remontaba a su abuelo Charles, un soldado francés que tuvo la "fortuna" de obtener dicho puesto supongo que por su destreza descerrajando cabezas y torturando al personal. A partir de entonces todo fue rodado y el cargo lo fueron heredando, según la Wikipedida hasta siete generaciones de varones de esa familia. ¿Qué es lo que hace tan especial a Charles Henri-Sanson? Desde mi punto de vista dos extremos:

1. El hecho de pertenecer a una familia que se hiciese cargo durante tantos años de las ejecuciones de los franceses. Me ha dejado perpleja que ese cargo fuera "hereditario". Hasta el punto de que el padre de Charles Henri, mantuvo un "periodo de regencia" al ser demasiado joven cuando su padre falleció para hacerse cargo del oficio familiar. Así que, durante unos pocos años digamos que alguien haría su trabajo, mientras el lo aprendía. ¿Cómo se vive en una familia así?, necesariamente debe el oficio debe marcar el carácter de las relaciones familiares.
2. Le correspondió hacerse cargo de la guillotina, durante una época en la que brillo con especial protagonismo: la Revolución Francesa. Como verdugo jefe de Paris llegó a ejecutar a 2.918 personas, entre ellas había personajes tan famosos como:
• El Rey Luis XVI, que le había nombrado para su cargo, igual que su padre, su abuelo... fueron nombrados por otros monarcas. Lo que no deja de ser pura ironía (según  lo veo). Como quiera que sobre la muerte y últimas palabras de Luis XVI se contaban muchas historias, el verdugo "se vio en la obligación" de remitir una carta  a un periódico para contar "la verdad exacta de lo ocurrido".  Al parecer sus últimas palabras fueron "¡Pueblo, muero inocente!", luego se giró hacia el verdugo y los que estaban con él y les dijo "Señores, soy inocente de todo lo que se me acusa. Deseo que mi sangre pueda cimentar la felicidad de los franceses". "soportó todo eso con una compostura y una firmeza que nos asombró a todos nosotros. Estoy convencido de que sacó su fortaleza de los principios de la religión, de los que nadie parecía más convencido y afectado que él".Se ve que aunque tenía que matarlo, al menos, guardaba cierto agradecimiento hacia los que habían proveído de sustento a su familia durante tantas generaciones. De bien nacido es ser agradecido, incluso cuando uno es verdugo y mofarse de alguien que va a morir si que supera con mucho los límites del buen gusto, aunque seguro que habría resultado más fácil para él arrimarse a la linea radical y hacerlo. Este extremo se ha conocido porque apareció la carta que había dirigido al periódico y fue subastada en 2006
• María Antonieta. Que, al parecer, pidió disculpas al verdugo mientras subía al cadalso, pues lo había pisado involuntariamente. Y es que la buena educación, mezclada con la resignación da unos frutos bastante extraños.
• Georges Jacques Danton, cuyas últimas palabras,  fueron: «No os olvidéis, sobre todo no os olvidéis de mostrar mi cabeza al pueblo; merece la pena» y  «De lo único que me arrepiento es de irme antes que esa rata de Robespierre».
• Maximilian Robespierre y Louis Antonie León Saint-Just, que fueron ejecutados en el mismo momento  y de los que lamentablemente, desconozco sus frases finales (entre otras cosas porque creo que a Robespierre, le habían dado un tiro en la mandíbula que le imposibilitaba para hablar).

Proceso a María Antonieta

Charles Henri, estuvo en el cargo de Jefe de verdugos de París hasta el año 1795, aunque todavía vivió hasta 1806. En el cargo lo sucedió su hijo Henri, porque su hijo Gabriel, que también trabajó como verdugo murió al exhibir la cabeza de un ejecutado al público, porque el escenario sobre el que se encontraba (hay que recordar que las ejecuciones eran públicas) cayó destrozado. Yo diría que es una cuestión casi de justicia poética. 
La existencia de una familia dedicada durante siete generaciones a un oficio tan despiadado y duro, que hace del hecho de matar legalmente, una forma de vida, es algo muy llamativo. Al último de los miembros de esta familia Henri Clement Sanson se le atribuye un libro titulado "las memorias de las siete generaciones de verdugos Sanson", que fue publicado en 1861 en Francia donde tuvo gran éxito. En 1970 al parecer se publicó bajo el título de "Memorias de un verdugo. Sin pincháis aquí podréis encontrar una reseña interesante en Letras Libres

Detención de Robespierre