Revista Diario

Cómo dejar ir el pasado

Publicado el 26 septiembre 2012 por Alxndro @al_x_ndro

Una de las cosas que más nos dificultan ir libremente por la vida es la relación que tenemos con nuestro pasado. Cada día los recuerdos de tiempos y sucesos malos y buenos pasean por nuestra cabeza, y la recurrencia de estos pensamientos influye de varias maneras nuestro día a día. El ánimo que nos causa el recordarlos se entreteje entre lo que hacemos a pesar de que lo que pensamos está en el pasado y no es más. De hecho, dejamos que siga existiendo al traerlo a nuestra atención. Nos enviciamos con ciertos recuerdos, no siempre los que son capaces de darnos mayor aliento.

Repetimos y repetimos los mismos escenarios, las mismas emociones y pensamientos, nos hacemos las mismas preguntas sin respuesta posible. ¿Cómo sería todo si las cosas hubieran sido de otra forma? ¿Qué hubiera pasado si yo hubiera decidido y hecho otra cosa? Sembramos en el terrenos fértil de nuestra mente las semillas de eternas dudas. Incluso encontramos algún confort en esta insistencia pues identificamos parte de nuestra persona con lo pasado, creemos saber que es parte integral y necesaria de lo que somos y que no hay más remedio que aceptarlo.

¿Y qué hay del presente, de lo que pasa el día de hoy? La vida sigue y la descuidamos al ceder al flujo de recuerdos, dudas y arrepentimientos (que puede no parar pues parece tener vida propia). ¿Cómo podemos volver al instante donde está sucediendo nuestra vida, encontrar mayor fuerza y emoción en él que en su evasión?

La clave, pienso yo, está en reconocer las motivaciones detrás de estas visitas a lo que se fue. ¿Por qué el día de hoy, tras tanto tiempo, sigo pensando, recordando, sufriendo, viviendo mi pasado? Esta nostalgia, duda, y arrepentimiento te dicen que tienes algo pendiente hoy y sólo te remite al pasado porque es la apariencia en la que lo has encerrado.

Un arrepentimiento es la forma caduca de un deseo actual. La nostalgia te habla de lo que no has conseguido hoy, las dudas te señalan que quieres probar ahora. Todos tus quisieras tienen que ver con algo que deseas hoy, no puedes desearlo en el pasado por más que lo intentes. El sufrimiento surge de poner algo que hoy vive en ti en un lugar muerto donde no puede crecer, debes llevarlo a un lugar adecuado.

¿Qué es esto que deseas? ¿Qué quieres dar y recibir?

Puede que las personas de entonces ya no estén, que no puedas o quieras verlas; puede ser que las circunstancias de hoy sean otras; que el lugar donde todo pasó no sea el mismo; y, definitivamente, tú has cambiado. Pero este deseo por vivir ciertas cosas aún está en ti, lo demás se ha ido, pero aún te queda esto. Descubre cómo es, deja de imponerle una forma que no puede más sostenerse. Haz hoy lo que tanto deseas en tus recuerdos.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas