Como hilos de plata..., para tí, abuela...

Así, con plata, con la mejor plata empiezo a describir este sentimiento que nunca desaparecerá...
...hilos de plata que peinaba cada mañana en su sillón, al trasluz de la ventana y que con arte trenzaba, como había trenzado toda su vida para atender, amar y cuidar a marido, hijos y nietos... me encantaba ver ese ritual y disfrutar de ello antes de que volviera su cara hacia mi y me dedicara toda su atención para preocuparse por mi desayuno...

Tuve la enorme suerte de ver la mejor plata del mundo y de disfrutar de todo el oro interior que me regalaba cada día... y que aún, sigo recibiendo tras tantos años de ausencia material, ya que sé que me sigue mimando desde allí..., y sabéis lo mejor? era consciente de todo ello en el mismo instante que disfrutaba de tantísimo AMOR..., del grande, claro, del que deslumbra...

... la mejor plata que caía a veces en mechones distraidos sobre las arrugas formadas año a año por dolor, felicidad, trabajo y amor, ese que volcó en mi en sus últimos años y yo disfruté en mis primeros....
Historias de su sierra, de su pueblo, los cortijos que cuidaba, su marido rebelde y valiente, el sufrimiento por su hijo maqui, un sin fin de historias, cada una, una gran película...

Esta canción de Niña Pastori, que me cuesta escuchar sin soltar una lágrima, porque me evoca tanto..., va por todas las abuelas del mundo, ...va por ti abuela, esto te lo debía, esto y tanto..., se que te llegará...

Tu niño... Miles.