Cuando conocí la palabra "procrastinar" me llamó la atención inmediatamente. Aunque intenté comprender su significado, me cuesta horrores. Para alguien que no siente nada parecido a "procrastinar" y de solo pensar en no hacer nada tiene pesadillas, es un concepto inpensable. En fin, como sé que hay muchas personas que se sienten identificadas con esta palabra se me ocurrió no quedarme parada en mi pedacito de mundo y compartir cómo es ser la antítesis de esto.
Se me ocurrió hablar un poco de qué hacemos los proactivos, cómo nos mantenemos tan productivos y cuáles son nuestros secretos naturales. Todo se puede aprender y practicar hasta volver una costumbre. También hablaré de los defectos y problemas de los cual se deben cuidar si quieren empezar a ser proactivos.
Lover of the lists (Amantes de las listas)
Los que conocen a alguien proactivo que siempre está haciendo algo: un trabajo, un proyecto, escribiendo un libro. leyendo, aprendiendo nuevas cosas, etc; sabrán la obsesión que tenemos con las listas. No es que seamos organizados, sino que queremos saber todo lo que podríamos hacer en un día y más. Tenemos por naturaleza esta necesidad de tachar aunque sea una pequeña cosa en un papel y sentir que finalizamos algo de todo lo que debíamos hacer.
Al no hacerlo podemos llegar a sentirnos muy mal y desilusionados, en mi caso esto genera falta de sueño e hiperactividad en horas nocturnas. Solemos ser personas con insomnio debido a esta necesidad de sentir que el día concluyo con tareas realizadas y terminadas. Si ustedes no están acostumbrados a ese tipo de vida deben tener cuidado con estas cosas a las que los proactivos ya estamos más que acostumbrados.
En este sentido, las listas son todo. Nos dan una guía, nos ayudan a tener presente los pequeños pasos que son fundamentales y hay que realizar para conseguir nuestro objetivo. Soy escritora en un blog, escribo una novela, estudio diseño gráfico, aprendo ilustración e italiano, voy al gimnasio e investigo a diario sobre marketing digital. Verdaderamente, no podría hacer ni la mitad de estas cosas si no tuviera listas, es imposible que un cerebro pueda estar concentrado en tantas actividades y ser eficiente si no tenemos una guía.
Hagan el ejercicio mental de escribir en una lista cosas que les gustaría aprender, cosas que sean raras y exoticas, algo que se les ocurra en el momento. Luego tiren la lista, esperen un mes aproximadamente y traten de recordar las cosas que habían anotado, en mi caso, no recordaría ni la mitad, con suerte una.
En fin, la vida de alguien proactivo se basa en estas listas de cosas extrañas, inalcanzables e idílicas, vivimos constantemente pendientes de eso y la vida siempre nos sorprende. Intenten de llenar sus cuadernos y paredes de listas, todo tipo de listas: cosas por aprender, trabajos exóticos que nos interesan, profesiones, actividades, tramites, metas pequeñas, sueños inalcanzables. Todo podría cambiar con una pequeña lista con pasos a tachar.
Just do it (Siempre hay algo que hacer)
Los pequeños pasos son todo y los proactivos lo sabemos a la perfección. Hace poco note un pequeño trauma que tengo de guardar listas viejas y completas. Las guardo porque cuando no sé qué hacer, no tengo ideas para mi día, miro un poco como fueron estos meses, esta semana. Tal vez hasta pueda levantarme un poco el animo si estoy media caída. Ver que estamos avanzando, que hemos tachado cosas en la lista, que estamos un poco más cerca nos permite ver la vida desde otra perspectiva. Todos necesitamos una pista, una señal que nos diga por dónde seguir, qué volver a retomar, qué hay que volver a intentar. Todo sirve para avanzar, todo. Nada se tira en la vida, todo se conecta mágicamente (confíen en mi en esto). Estas cosas que tenemos los proactivos son para estar orgulloso, y si no lo tenés, ¿Qué estas esperando? Lucha por eso. Creo que el día de hoy podría hacer cursos muy llamativos que se llamen "A ser productivos" "¿Cómo no morir en el intento?" "Cualquiera puede ser productivo" o "Hasta ratatouille podría ser productivo" y tal vez los termine haciendo (Ya saben como somos, malditos proactivos, nunca descansamos).
Pero por ahora me conformo con un simple paso, unas simples palabras de ánimo, algunos no verán la escalera que estoy subiendo pero yo confió en ella y sé que hay algo valioso esperándome (y valioso enserio, no en el sentido monetario). Espero que se animen a dar pequeños pasos y no decaer.
No siempre tenemos días productivos (y está bien)
Esta lección cuesta mucho aprenderla y hay que superarlo en el caso de los más productivos, sé que estos días son nuestra peor pesadilla, pero debemos buscar la forma de sentirnos mejor y no decaer por esto.
Realmente hay días menos productivos que otros. No siempre vamos a completar todas las listas ni irnos a la cama contentísimos de lo que logramos. Pero no dejes que tu propia autoexigencia te debilite y baje tu autoestima. Tenemos nuestros tiempos, la vida tiene sus tiempos, a veces las cosas tardan un rato en encajar. La vida es como una cajita musical hay que darle bastante cuerda y esperar que los engranajes funcionen correctamente para escuchar su música.
Las listas son solo una guía, no se obsesionen con no correrse ni un centímetro del plan. ¿Saben las veces en el año que tengo que tachar, mover y arreglar deseos de las listas? De esto depende la vida, adaptarnos a las circunstancias, sin perder de vista nuestro objetivo. La vida siempre nos sorprende cuando menos lo esperamos y hace que la lista que hiciste hace un año parezca tan irónica y lejana de lo sucedido.
Pero ese es el lado interesante de la vida, la conexión interna y mágica, la energía que corre entre nosotros, la búsqueda desesperada del ser humano. Aun así, hay que adaptarnos a lo que sea y seguir, los años no esperan, nos pasan por delante.
Estamos demasiado ocupados para pensar en fracasar
Hay días en que todo parece venirse abajo, pero nosotros agarramos nuestros post it de colores y armamos una lista. Aunque nos estén presionando, aunque sentimos que morimos, aunque los tiempos no nos den. Agarramos la lista y escribimos punto por punto, como si estuviéramos rezando lo que se tiene que hacer hoy. No sé cómo explicarlo, pero la mente maneja mejor el tiempo cuando puede calcularlo racionalmente y proporcionalmente a la importancia de cada tarea que se necesita terminar.
No pensamos en fracasar, se llora dos segundos para bajar el estrés y se hace lo que se tiene que hacer punto por punto, como si la vida fuera una cuenta matemática. Nunca me ha fallado esto, es como si apagara todo lo demás, eso me permite trabajar eficazmente y en tiempos inimaginables para mi mente.
La idea del fracaso se nos cruza muy poco en nuestras mentes. Al menos que caigamos en el pozo (así le digo yo cuando perdemos la motivación), no hay nada más triste que un proactivo desmotivado, es como si no fuera esa persona, es miserable. Y el miedo al fracaso puede generar esto en nosotros, pero cuando volvemos al juego y estamos motivados, no perdemos ni dos segundos en pensar si fracasamos o si sale todo mal. Trabajamos y luego vemos si tenemos que rehacerlo o salio todo mal, eso es un tema post-tarea, algo que debemos preocuparnos después.
Espero que si el miedo al fracaso es algo común en ustedes puedan superarlo. Todos pasamos por eso, pero la diferencia es que los proactivos no funcionamos si estamos desmotivados, nos sentimos inútiles, perdemos nuestra naturaleza. Por esta razón, conviene salir cuando antes de los miedos a fracasar y seguir con nuestra lista, todo va a salir bien. Tal vez no a la primera, pero les juro que va a mejorar con el tiempo, todo se cura y se encaja.
Hace poco caí en una rara depresión que nunca había tenido antes, había perdido las ganas de hacer cosas. Salir con personas nuevas, hacer actividades nuevas, todo me aterraba. Por un segundo, me sentí como se sienten algunas personas y fue un momento muy triste. Realmente creo que eso no es vivir y necesite mucho animo de mis amigos y familia para superar ese miedo irracional que me quitaba lo que más me gustaba de mi. No tenemos que temer en hacer lo que queremos, lo que nos apasiona, conocer personas nuevas, hacer cosas exóticas y fracasar, es todo parte de la experiencia y el proceso de un sueño que ni siquiera podemos imaginar desde donde estamos parados hoy.
La motivación es nuestro motor (Motivation Machine)
Ok, esto es lo ultimo, ahora si. Juro por mis listas que no me quedare más tiempo desvelada trabajando en esta entrada.
La motivación es un tema muuuuuuy delicado, no se nombra en vano. Lamentablemente, hay que aprender a manejarlo porque de eso depende nuestra capacidad de crear, cuando perdemos motivación perdemos creatividad, y si perdemos creatividad nos perdemos. Así de simple, quien conoce a un desmotivado que tire la primera piedra.
Para nosotros que estamos acostumbrados a ir y volver, hacer muchas cosas a la vez, que amamos tener proyectos, que perseguimos pasiones (todas, absolutamente todas, pobre mi madre), que no podríamos imaginar una vida sin esto que no este vacía, la motivación es un pilar fundamental. Realmente, si esto se cae, todo cae. Preferimos lo inalcanzable a la NADA misma, no la soportamos. Sin la motivación esto decae en picada y perdemos el rumbo en segundos.
A lo largo de nuestras vidas hay que conocernos a nosotros mismos y saber qué nos motiva. No siempre va a ser lo mismo así que hay que estar atentos a los cambios y adaptarnos a nosotros. Hay que aprender a motivarnos solos y sin esperar que venga volando a nosotros, así podremos sacar todas las dudas a un costado y hacer todo lo que queramos.
No es nada fácil, pero hay que practicar y siempre vamos a necesitar una dosis de motivación de cierto tipo. Y quién sabe, tal vez te motiva algo que ni siquiera esperabas. Pero no esperes que te venga a tocar la puerta mientras estas viendo una serie en Netflix, eso no pasa. Acostúmbrate a salir sin ir a ningún lugar, caminar por ahí, buscar tu esencia y volver a tu casa, te vas a sentir mucho mejor y las cosas se solucionarán de la mejor forma.
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