Para desintoxicarme después de un curso duro sobre legislación de comercio electrónico, he decido hacer una incursión en el maravilloso universo de las criptomonedas.
Un mundo que me parece fascinante a la par que complejo.
Del que empiezo a tener buena opinión le auguro gran futuro.
Entre tato sigo con mis idiomas chino e italiano.
Los primeros compases del verano me han traído problemas dentales varios, gracias a la inoportuna aparición de la muela del juicio.
Mientras sigo buscando nuevos retos ante el próximo septiembre, como corresponde al eterno estudiante en que las circunstancias vitales me han convertido.