CRÍTICA: Piratas del Caribe 4: En mareas misteriosas

Título: Piratas del Caribe: En mareas misteriosas
Estreno en España: 20/05/2011
Director: Rob Marshall
Guión: Terry Rossio, Ted Elliott
Reparto: Johnny Depp, Geoffrey Rush, Penélope Cruz, Ian McShane, Stephen Graham, Gemma Ward, Judi Dench, Richard Griffiths, Astrid Berges-Frisbey, Sam Claflin, Keith Richards, Óscar Jaenada, Greg Ellis, Kevin McNally, Yuki MatsuzakiSinopsis: Johnny Depp regresa a su ya legendario papel del Capitán Jack Sparrow en un cuento repleto de acción sobre la verdad, la traición, la juventud y la desaparición. Cuando Jack se cruza con una mujer de su pasado (Penélope Cruz), no está muy seguro de si se trata de amor o si ella es una estafadora sin escrúpulos que le está utilizando para encontrar la legendaria Fuente de la Juventud. Jack es capturado por el Queen Anne’s Revenge, el barco del temible pirata Barbanegra (Ian McShane). Le fuerzan a unirse a ellos y vivirá una inesperada aventura en la que no sabe quién le inspira más miedo: Barbanegra o la mujer de su pasado.(Sinopsis oficial a la que, personalmente, le añadiría que el argumento está basado en el libro de Tim Powers del mismo nombre)
Comentario: Esta vez no me extenderé tanto como suelo hacer con las críticas. Todos conocemos a Jack Sparrow. Todos sabemos que sólo actúa por su propio bien, salvo alguna excepción. En esta nueva entrega de la saga Piratas del Caribe, confieso no haber reconocido al capitán Sparrow. Se ha intentado realizar escenas que realzaran al personaje pese a los cambios en el equipo, para demostrarnos que todo sigue igual.
Pero, sin ir más lejos, estas escenas sólo funcionan (a medias) al inicio del largometraje. Después no termina de encajar, no estoy segura de si es culpa del desarrollo de la película, o del personaje de Penélope Cruz, la pirata Angélica, demasiado atado a Sparrow.

Angélica fue engañada por Sparrow y ahora él siente tener una cuenta pendiente 

La película se deja ver, es entretenida y ofrece al espectador la acción que prometía. Pero aun con la presencia del gran Barbanegra, se echan en falta algunas escenas como los abordajes, a los que ya estábamos tan acostumbrados en las anteriores entregas de la saga. Podemos decir, entonces, que esta cuarta innova en ese aspecto, ya que no encontramos enfrentamientos de diferentes barcos en alta mar, pero sí un extraño ataque de lo que a simple vista parecen ser vampiros acuáticos: sirenas (una de las cuales, por cierto, se asemeja extrañamente a Amanda Seyfried).
También seremos testigos de algunos argumentos secundarios como la historia del joven católico. Interesante, pero irrelevante. En un primer momento, pensé que iban a llamarlo Jack Shandy. Pero me equivoqué. 
Como curiosidad, destaco la breve aparición de Óscar Jaenada (protagonista de la serie Piratas, de Telecinco y Producciones Mandarina, de la cual también os hablaré largo y tendido algún día) como uno de esos españoles que dejan el pabellón bien alto. Aferrándose a su fe ciegamente y destruyendo maravillosos paisajes antiguos, claro que sí. Su interpretación resulta creíble, y parece ser que se le dio mejor este papel que el de burdo intento de Jack Sparrow en la española Piratas.
Sobre el argumento basado en el título de Tim Powers En Costas Extrañas (en inglés On Stranger Tides, al igual que la película que nos ocupa), podemos decir que ha sido así a grandes rasgos. Tenemos a Barbanegra buscando un método para alargar su vida, el misterioso comportamiento de un barco que parece servir a su dueño mediante extrañas prácticas (tal vez vudú, podemos adelantar), y algunos personajes claramente revividos, zombis que no pueden morir aunque su cuerpo sea atravesado con una espada.
Por cierto, no vi la versión en 3D, pero el exceso de borrosos primeros planos de puntas de espadas me llevan a pesar que pretendían impactar al público en la versión tres dimensiones. Lo cual hace que las personas que vemos tranquilamente la versión digital nos preguntemos por qué esas espadas no aparecen nítidas. Un punto negativo en este aspecto.

Ay, Barbanegra, lo que te torean en esta peli...

Piratas del Caribe tuvo su final con la despedida de Will Turner y Elizabeth Swann, pese a que muchos consideren que Jack Sparrow es el único personaje que merece cargar con el título a sus espaldas. En mareas misteriosas demuestra lo contrario. Un solo personaje no hace una película en la que aparecen muchos otros, a no ser que se trate de una obra bastante pobre. Y esta saga siempre ha sido comercial, sin duda, pero no por ello carecía de buena calidad en diversos aspectos.
En definitiva, desde buen principio se echa en falta ese aire único que tuvo la trilogía principal de Piratas del Caribe (la introducción siempre resultaba sorprendente y trepidante a partes iguales), así como la mano de Jerry Bruckheimer. Bajo mi humilde punto de vista, esta cuarta entrega se deja ver y es una buena excusa para la ración de palomitas pertinente, pero da un paso atrás con respecto a lo que estábamos acostumbrados en esta franquicia.
Sin embargo, dejadme señalar un clarísimo punto a favor: ¡por fin una pata de palo en una película actual sobre piratas!