Cuando la falta de experiencia vale mucho.

Nadie puede negar que los teléfonos móviles y los SMS han cambiado nuestro estilo de vida. Hoy sales de casa sin un móvil y te sientes tarzán de los monos sin liana. Sin embargo, también podríamos decir que el gran avance lo vemos cuando nuestro teléfono también nos ofrece correo electrónico e internet. Entonces cuando podemos leer y responder nuestros correos, leer la prensa, escuchar la radio o ver videos nos sentimos realmente conectados. Los SMS estaban bien, hablar se agradecia pero nuestro cachivache conectado a la nube es lo que realmente nos da libertad.
Me he cruzado con un artículo interesantísimo en el The Economist que analiza los usos de los teléfonos móviles en paises en desarrollo.
En los conocidos como paises desarrollados la media de gasto de un teléfono móvil se situa entre los 36 y los 57 dólares. En los paises en desarrollo esta misma media ronda los 8 dólares (según el artículo $10 en China y $6.5 en India). Obviamente esto ya es una barrera para el arranque de las compañias occidentales en estos paises porque estas no son capaces de adaptarse a un cambio tan brusco del mercado.
Las compañias que están pudiendo ofrecer un servicio de telefonía móvil son compañias nativas de los paises, no vienen viciadas de ningún otro modelo anterior y conocen a sus potenciales clientes y entienden qué tipo de servicio necesitan estos. Por ejemplo en India la compañia Bharti Airtel es capaz de ofrecer telefonía móvil a un mercado cuyo uso medio mensual es de $6.5 y ofrecer tarifas de $0.02 por minuto.
En unos paises donde el abastecimiento eléctrico falla a menudo y donde las lineas de teléfonos fijas no funcionan correctamente el teléfono móvil no es un complemento a tu linea fija sino tu única forma de comunicación.
A través de microcréditos una persona puede comprar un teléfono móvil, una antena externa para mejorar la recepción de la señal y una bateria y ofrecer a toda la aldea un locutorio. El coste es mínimo y esta fórmula de negocio está haciendo furor en toda Africa.
Los SMS son una forma de recibir información sobre qué tiempo va a hacer, como plantar tomates o a cuanto estás dispuesto a comprar un par de cerdos, gracias a iniciativas del Grameen Bank y Google.
Cuando antes mandar dinero a un familiar era algo que te requería tiempo,  dinero y riesgo porque o bien viajabas tu mismo con el preciado papel o lo enviabas con un conductor de autobuses o similar, ahora a través de un SMS puedes enviar dinero instantáneamente. Y lo curioso es que no es a través de un sofisticado sistema de transferencia de dinero a través de la red móvil, sino que esto comenzó con gente que compraba un cupón de prepago para el móvil, por ejemplo de $10 y llamaba al dueño del básico locutorio a quien le leía el código por teléfono, este utiliza el código y se cargaba en su móvil la cantidad de dinero del cupón, seguidamente le daba el dinero en efectivo al familiar menos una cantidad de 10%-20% que era su comisión.
Esto ha dado lugar a servicios específicos de transferencia de dinero a través de telefonía móvil más sofisticados, pero es un caso más de creatividad. La gente ideó un sistema que la compañía telefónica no pudo prever. Cuanto menos habría podido preverlo una compañía occidental en un país en desarrollo.
Hay mercados que requieren creatividad y ésta en la mayoría de los casos necesita que conozcamos con detalle el mercado y no vengamos viciados de anteriores experiencias.
A veces la falta de experiencia es un gran valor.
Basado en artículo Mobile Marvels de The Economist.