Emily Gravett
Editorial Picarona
40 páginas
5-6 años
#prenda204
Cyril es la única ardilla que vive en el parque. Se siente aburrido y triste, hasta que un día aparece Renata. Cyril está entusiasmado con su nueva amiga:juegan juntos, hacen travesuras, gastan bromas a las palomas y se protegen mutuamente cuando el perro Slim los persigue. Sin embargo, parece que al resto de los animales no les parece bien esta amistad… Y es que Cyril no se había dado cuenta, pero Renata es una rata. Y las ratas no le gustan a nadie.Los sastrecillos valientes vuelven a ser los protagonistas de este costurero con la prenda que hoy quiero compartir con vosotros. Una historia que me ha conquistado totalmente por su belleza tanto en ilustración como en mensaje.
Con su habitual mezcla de sentido del humor y emotividad, Emily Gravett nos presenta una nueva historia que habla de tolerancia y aceptación de la diversidad. A través de la actitud de Cyril, que no ve por qué una ardilla y una rata no pueden ser amigas, los más pequeños recibirán un mensaje a favor de la diversidad cultural y contra la xenofobia.
Cyril es una ardilla que vive en el Parque del Lago y que se siente... muy sola. Cuando conoce a Renata, a pesar de tener frente a sí a una rata, es incapaz de ver las diferencias entre ambos y comienza a tratarla como a una igual. Se divierten juntos, se vuelven inseparables a pesar de la incomprensión del resto de animales. Cyril solo es capaz de ver las cosas buenas que tiene su amiga, manteniéndose ciego y sordo a las llamadas de atención de los demás. Cuando Cyril descubre que Renata es una rata, se separa de ella fundamentalmente por las "reglas" preestablecidas para, finalmente, tras descubrir cuánto la echa de menos y lo buena y sincera que es su amistad, recuperarla a pesar de todo y de todos.
Este precioso álbum ilustrado contiene una historia que, como bien dice la sinopsis, difunde el apoyo a la diversidad luchando contra los prejuicios y fomentando el dejarse guiar por el corazón y no por el qué dirán. Trata de sembrar tolerancia en la nuevas generaciones y, sinceramente, a esta sociedad le hace falta mucho de eso.
Llegar a este mensaje, grabar este importantísimo valor social en nuestros peques, es fácil que necesite de nuestra intervención. Los niños, especialmente los más pequeños, se enfrentan con diversión a la ignorancia de Cyril y con sencillez al devenir de su amistad; nosotros, como adultos, deberemos ayudarles a interpretar en profundidad lo que estos dos lindos personajes quieren decirnos. Resultará sencillo porque el cuento es el ejemplo perfecto sobre el que apoyar nuestras explicaciones. Que nunca os frene la complejidad de un mensaje porque ahí estaremos siempre nosotros para ayudarles a digerirlo, y hacérselo llegar apoyándonos en un cuento... una película... es un modo atractivo y divertido de hacerlo, el mejor modo posible de llegar a ellos.
No conocía a esta autora y, explorando su página web (un rincón lindísimo que os recomiendo visitar), me he quedado con ganas de adentrarme en familia en más historias suyas.