B tiene un año con catorce días, por lo que tenemos un año catorce días de lactancia materna. Temí que durara menos cuando empezamos a complementar con fórmula; pero no: seguimos felices con la teta.
Ahora no se acuesta para mamar durante el día: se sienta con las piernas abiertas (de frente a mí, obviamente). Tampoco quiere a cada rato; más bien va quedándose con las tomas de cada hora de comer, así que hacemos un cuadro simpático en la mesa cuando pide teta: ella en su sillita y yo de pie junto a ella con la blusa levantada. Van unas tres veces que les ofrece comida... las creerá con vida propia; después de todo, dice mucho más "teta" que "mamá" (es raro que diga "mamá").
Silvia Parque