De dos en dos

Beatriz Benéitez Burgada. SantanderLo que la doctora dijo exactamente fue: ¨¿Sabes que es un embarazo gemelar, verdad?¨ No, no lo sabía... Si no llega a ser porque estaba tumbada, me hubiera caído al suelo. Pero, despues de meses en los que vi crecer mi tripa hasta límites casi insospechados, aún me esperaba otra sorpresa; y es que las peques -que hicieron tres años en septiembre-, nacieron el mismo día que yo. Cosas que pasan. No se parecían cuando nacieron y no se parecen ahora. Son totalmente distintas físicamente, pero también de forma de ser. Lo cual es una mala noticia para aquellos que crean ciegamente en la astrología: tienen el mismo signo, el mismo ascendente y exactamente la misma carta astral, porque nacieron con un minuto de diferencia. Pero no se parecen en nada. Recuerdo con claridad aquella voz: ¨gemelo uno, 20,14 horas; gemelo dos; 20,15 horas¨. Eso fue lo que escuché. Aunque a continuación, cuando cogió al segundo bebé dijo con sorpresa: ¨¡Pero si esta es rubia!¨. Es curioso, pero son diferentes en casi todo. Físicamente una es morena y otra rubia; una más grande que otra y con una estructura corpotal distinta por completo. Una es más observadora y la otra más ejecutora -como Prometeo y Epimeteo, los gemelos del Olimpo griego-. Una tiende a la reflexión, la otra es más impulsiva. Una es prudente y la otra espontánea. Una come bien y la otra regular. Una es tímida y la otra comunicativa. Las dos son buenas, las dos son obedientes. Pero hasta ahí el parecido. Por lo demás, yo diría que se complementan -que no es poco-. He leído algunos estudios sobre gemelos y mellizos. Pero no consigo llegar a ninguna conclusión. Las peques son muy distintas entre ellas. Y no deja de ser extraño, porque pasan juntas las 24 horas del día, desde que eran del tamaño de un microbio. Van al mismo colegio, a la misma clase, comen lo mismo, conocen a las mismas personas y reciben idéntica educación y los mismos estímulos. Pero cada una desarrolla su propia personalidad. Lo más curioso es que antes de nacer, ya eran un poco como ahora. Mientras una me daba unas noches espantosas porque se movía continuamente, un día tuve que ir al hospital porque no notaba ningún movimiento en la otra desde hacía tres días. No era nada, estaba bien, solamente estaba tranquila. Como ahora, Como cuando mira la tele atentamente durante mucho rato, mientras su hermana pinta, baila y habla con sus muñecas, todo a la vez. No encuentro explicación, y tampoco la busco. Sólo espero que sigan formando equipo, comunicándose y ayudándose entre ellas, lo que hacen desde mucho antes de aprender a hablar. Lo demás... es anecdótico.