Déjate guiar

Tímida y reacia a las situaciones nuevas huye con rapidez de su atacante. Cavila la posibilidad de esconderse y así lo hace no sin antes lanzarle una mirada desafiante. Es solo parte del juego.Se esconde musitando palabras inaudibles e indescriptibles. Ahora es presa del pánico y es incapaz  de reaccionar de una manera racional.El hostigador aparece de nuevo en la escena, esta vez con movimientos lentos y pacíficos. ¿Qué juego es este? Le agarra la cintura y le aprisiona hacia él con un brusco y descarado movimiento dominante que no la deja indiferente. Finalmente, la víctima se aferra a la mano de su concitador. Dejándose guiar así por la muerte, solo dejándose.