Deuendo

Un simple comentario de denuedo ha conseguido que no deje de escribir, cuando empezaba a planteármelo seriamente, pero solo el haber sido consciente de que alguien sigue mis pasos, me sirve de asidero en estos momentos difíciles para mí.
Cuando empezaba a flaquear el brío a la hora de escribir, ha aparecido en mi buzón un mensaje de ánimo para que a pesar de la dificultad del mundillo literario siga adelante, en esta extraña carrera de obstáculos, que nunca parece tener una meta o al menos no la vislumbro en la cercanía.
Escribir es algo silente y solitario que algunos tratan de actividad ociosa e infantil, para no usar corbata, ni tener un jefe gruñón con el que discrepar cada cierto número de días al año.
No hace demasiado tiempo una chica me dijo “sigues escribiendo” o ya te decidiste a buscarte un oficio de verdad, que te aleje para siempre tus personajillos, tus ovillejos y ripios varios. Reconozco que me mordí la lengua y preferí no contestar, iba a pasar por un trance no deseado, que no es otro que el hecho siempre incomodo de hablar de uno mismo, cuestión que siempre he considerado un acto de egocentrismo desmedido.
Seguiré escribiendo pero procurare no decirlo de modo publico, he renunciado a usar tarjeta de presentación, porque no tengo nada que presentar…
Seguiré con mi existencia gris y ordenada propia de un funcionario de cierta edad.
Algunos dicen que soy muy antiguo escribiendo según que cosas, pero aquí sigo en mi guerra particular contra el mundo para hacerme un hueco en este extraño universo.
Continuare explorando diccionarios en esos momentos que tanta aversión me provocan que son donde ninguna idea de las que pueblan mi mente me agrada.
Después de todo es una buena forma de volver a pensar en que escribir sin agobiarme por el bloqueo de mi mente con la esperanza de que alguna de todas las palabras que me llaman la atención se queden para siempre en mi mente.
Hoy no me encontraba con fuerzas para escribir pero un simple mensaje de animo me dado alas para empezar a pensar cosas nuevas y ajenas a mi de esas difíciles de hallar pero que luego me hacen sonreír cuando toman forma en el papel y me reconcilian con una extraña vocación que llamo a mi puerta hace ya muchos años y que solo en algún momento puntual a dejado huella…
De vez en cuando un soplo de esperanza me da energía para no tirar la toalla, cosa que este año se me ha pasado por la cabeza muchas veces porque una mala noticia, se encargo de quebrar mi animo, ahora empiezo a salir del túnel anímico donde una serie de circunstancias que no vienen al caso me habían abatido de modo muy profundo.
Nada como alguien diciéndome por escrito en una nota breve ,que tire hacia delante que siga alimentando mi vocación, para darme cuenta ,que tengo un lector y como tal se merece mi atención aunque sea uno solo ,me cede algo de su tiempo para ver neuras nuevas se me han ocurrido…Los seres sensibles se dan cuenta del potencial de otros y eso hace que todo siga su curso.
Sinceramente agradezco a aquellos que me siguen, que me empujen a continuar en momentos duros.