Revista Diario
Dice una bloguera de la que soy seguidora que a ella el b...
Publicado el 14 julio 2012 por MamenodDice una bloguera de la que soy seguidora que a ella el blog le ha hecho ser mejor persona. En cierta medida creo que a mí me ha pasado lo mismo. No pretendo decir que me ha convertido en un ángel ni muchísimo menos, no me ha dado un ataque de vanidad ni de locura, pero sí que entiendo lo que ella quiere decir y lo comparto. Cuando te planteas esta tarea de escribir sabiendo que hay al menos 50 ó 60 personas que vienen diariamente a leerte, te haces un poco más reflexiva. Si tienes dos dedos de frente, como se dice en mi tierra, procuras darle a los temas un enfoque quizás no neutral, porque la neutralidad desde mi punto de vista no existe, pero sí al menos maduro y sereno. Nunca he pretendido hacer daño directamente ni en las creencias ni en la tendencia ideológica de nadie. Os puedo asegurar que siempre he intentado aislarme un poco de mis propias convicciones más profundas y analizar las cosas con un soplo de frialdad observando los fallos que como seres humanos cometemos todos para no idealizar ni demonizar a nadie.Estos días están siendo muy difíciles para mi creatividad. Pretendo hablaros de las fiestas de mi pueblo o buscar alguna anécdota con la que despejar un poco la mente de los problemas que nos acucian. Pero siento que es imposible, no sé si porque soy yo la que no puedo o porque son ellos los que no me lo permiten con la actualidad de las noticias. Es tan grave lo que está pasando en España, que creo que es indigno escapar de la realidad que nos quita el sueño.Siempre he pensado que las convicciones políticas de una persona no la hacen ser mejor o peor por defender a unos u a otros. De hecho todos buscamos en la política una mejoría en nuestra forma de vida y dependiendo del estatus, la costumbre, las creencias o la familia, es completamente lícito que cada cual crea en lo que mejor se adecua a todo eso, en lo que sabe que se corresponde más con su forma de ser o sus orígenes. Pero ahora resulta que precisamente los que tendrían que dar ejemplo de cordura y de dignidad no tienen esa deferencia conmigo y ni siquiera me merezco un respeto como ciudadana cuando salen delante de una cámara aplaudiendo una situación tan terrible como la que vivimos, ataviados con trajes de marca y haciendo gestos obscenos o gritando palabras malsonantes hacia un sector de la población que por ser el más débil no tiene derecho a réplica.Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia y me temo que la poquita ciencia de la que dispongo está a punto de quedarse huérfana. Lo noto en una desazón que me corroe por dentro y en un instinto de enfrentamiento político que ahora palpo y que nunca se me había manifestado de esta manera tan brutal por debajo de la piel.Lo siento mucho por los amigos que tengo que son votantes, algunos de ellos militantes de este partido político que ahora gobierna en España y que tiene la desfachatez de permitir que uno de sus miembros insulte a un colectivo (los parados) al que por desgracia que no por pereza pertenezco; pero tengo que recordaros que son ellos los que han perdido las formas y cuando se pierde las formas se pierde la razón y que son precisamente los que debían controlar los gestos y las intenciones que dañan, los que han abierto la veda.Nunca he votado al PP y jamás los votaré. Antes lo hacía por convicciones políticas nada más. Ahora, después de sus aplausos, sus vítores y su “que se jodan” justificado y sin consecuencias políticas, no voy a votarlos, además, porque me parecen malas personas. Por lo demás, allá cada cual con su conciencia.