Dioses Y Mazmorras...

Se elevó desde los Mares a los cielos y divisar quien lanzaba arpones a su reino...
Él, si Él... se percató que era un ser alado, a lo cual se quedó anonadado, ¿Existían esos seres pues?
Frunció el ceño y resignado volvió a su reino.
Hasta que una noche un arpón dio a su amada y enfurecido regresó a los cielos y matar a ese "canalla".
Y antes de clavar su Trípode de poder al Ángel, le dijo que por qué se atrevió a semejante ultranza sabiendo que habría venganza. Más el Ángel respondió que era dador de sus voluntades antes que viniera Hades... y añadió: Tú, que deseabas que tu amada te amara como ansiabas, te doy ese Don, más vos no me daréis perdón... ¿Tendrás pues clemencia de Dios? Y con una duda y pena que produjo un llanto que no se escuchaba, tan solo un vendaval fatal ofuscaba a navegantes e isleños. Y sucedió que al pedir cuentas el señor de las aguas saladas al señor de los Cielos, es que vio recoger Lágrimas de la Luna y llevarlas a la Cuna del Nacido del Amor entre un Dios y la enamorada Luna por el Ángel de Amor que los separó para que yo les cante esta narración, pues si hubieran quedado unidos en cuerpo, no habría Luna y Vida... habría muchas Almas perdidas, mas ni tu ni yo seríamos nada.
Hoy, lanzáronse arpones al Cielo, pues "no quiero amor ni quiero", solo deseo ver la Belleza de ese lado oculto de la Luna donde se acuna al Hijo de un Dios al que se le dio. Y así creer que todo puede ser.