Muchas veces comprobamos cómo las cosas no son lo que parecen. En la totalidad de los casos, es el cerebro el que nos dice qué es lo que vemos. Al igual que pasa con los daltónicos, ellos ven un color, cuando en realidad es otro. La forma como presentemos un objeto o un diseño, determinará lo que el espectador visualizará.
En la comunicación siempre digo que la responsabilidad de que el mensaje sea correctamente recibido, entendido y asimilado es responsabilidad única del emisor.
Cuando a un elemento lo rodeamos de factores distorsionantes como ruido o información extra, cambiamos su aspecto global.
Lo mismo pasa en la vida sobre las personas, las historias, los sucesos, las relaciones. A esto se le llama una Constante Universal.
En este proyecto quiero reflejar mediante varios trabajos que vaya incorporando, elementos gráficos que demuestran cómo el diseño y la realidad de la vida no van tan separados.
Como vemos en la imagen, tenemos un rectángulo de un color sólido (#0f639f) sobre un degradado blanco (#ffffff) a negro (#000000) que provoca que veamos un degradado en el azul: más oscuro a la izquierda y más claro a la derecha.
Cuando la vida nos va de maravilla, tener “algo” pierde importancia, y cuando la vida nos trata mal, es cuando ese mismo “algo” nos aporta luz y color a nuestra vida. Es el entorno y nuestra visión del mismo la que influye en cómo somos percibidos. Debemos ser conscientes de esto y evitar que pase en lo posible. En esta imagen presentamos el mismo rectángulo que la imagen inicial con color sólido azul, pero en este caso sobre fondo de color sólido blanco. Como podrá ver, es sólo un color, no un degradado de dos colores.
Lo mismo pasa en esta representación de los colores básicos utilizados en diseño en diferentes porcentajes de transparencia. En cada recuadro, la parte derecha (junto a una celda más clara) parece más oscura, que la parte izquierda (junto a una celda más oscura).
En esta imagen, el círculo blanco del aro verde superior parece mucho más grande que el círculo blanco del aro verde inferior.
¿Son diferentes? ¿O son iguales?
Como podemos ver, las guías son paralelas y nos muestran que los círculos blancos son iguales de arriba a abajo.
Esto se traduce en dos metáforas:
1) Cuanto más nos adornamos y más capas de ropa, figura esbelta, lujos, títulos y medallitas nos ponemos, nuestro yo interior (el yo real) se ve cada vez menos. Algunos lo hacen a propósito para no mostrar su yo real por inseguridad o por temor a que se vea lo que no quieren que se vea. Aquellos que tienen menos capas, son a los que se aprecia mejor quiénes son, porque podemos ver con claridad su yo interior.
2) Si un mal suceso lo rodeamos de mucho ruido externo, el suceso llega a perder toda la importancia que tenía. Es lo que se llama una “cortina de humo” que en política se utiliza constantemente. Recomiendo ver la película con el mismo nombre Cortina de Humo protagonizada por Dustin Hoffman, Robert De Niro, Anne Heche y Woody Harrelson.[/panel]
Moraleja: No te fíes ni de lo que ven tus ojos. Hasta que no tengas la mayor información posible, no saques ninguna conclusión. Eso sólo hará que vivas confundido.