Una de las labores más importantes que realiza un escritor antes de zambullirse en la escritura de su novela es la documentación de sus ideas.
Dependiendo del género, el tema o las propias inquietudes del autor (entre las que se incluyen sus ganas de procrastinar, aunque ese es otro tema...), l a documentación que necesita puede ser mucha, poca, ninguna o inmensa.
Alguien que, por ejemplo, quiera crear un mundo de fantasía o terror propios, con poca relación con el planeta en el que vivimos, es posible que en vez de buscar documentación sea él quien genere sus propios documentos de consulta.
Por el contrario, si lo que quiere el escritor es emular el mundo en el que vivimos (por ejemplo con un thriller), ya sea una ciudad concreta, una profesión específica o simplemente que no se siente capaz de escribir algo sin conocer todos los datos, es posible que necesite encontrar un buen montón de documentación antes de empezar.
Y ya si el escritor pretende crear una novela de ciencia ficción dura... Ahí, además de documentarse, tendrá que estudiar como un campeón.
En estos momentos yo me encuentro inmerso en el proceso de documentación de una novela de suspense policíaco que sucede en la ciudad de Nueva York. Barrios, comisarías, lugares de interés, historia, modo de vida... son cosas muy comunes y fáciles de encontrar pero...
¿Os habéis parado a pensar en cómo obtener información sobre asesinos, asesinatos, sofisticados métodos de envenenamiento o sistemas para pasar desapercibido en una autopsia?Dejadme que, utilizando un estilo un poco mordaz hacia mi mismo, os cuente mi experiencia en este campo.
Soy de esas personas que si tienen que inventarse una historia, se inventan hasta un órgano humano en el interior del globo ocular que tiene propiedades telequinocinéticas. De hecho, la mayoría de mis relatos tienen una labor de investigación y documentación casi nula. Solo dejo a mi imaginación volar.
Pero cuando hablamos de un proyecto de novela la cosa cambia... necesito creerme lo que escribo. Y para poder creerme que puedes matar a alguien inyectándole un vaso de leche en vena... mi conciencia necesita encontrar un artículo creíble que lo describa.
Porque, como escritor, soy el primero que tiene que estar convencido de que es posible. Y no os puedo pedir a los que me leéis que os creáis que un simple vaso de leche de vaca es mortal de necesidad. Aunque ahora siento la imperiosa necesidad de hacer un relato en el que un vaso de leche sea el causante de la muerte de alguien...
Así que para crear un asesino infalible, cuyo método sea infalible, que cumple con los requisitos psiquiátricos de un trastorno antisocial psicopático y que además utiliza un veneno indetectable en una autopsia, pasan cosas tan humorísticas y surrealistas como estas:
Documentación en Google (la web superficial) y en Tor (la web profunda)
¿Qué pasa cuando buscas en Google insulin overdose seguido de insulin suicide y de how to kill with insulin? Además de encontrar artículos científicos que ponen en serias dudas este método encontraréis que...
Que nuestro amigo y protector Google nos brinda su apoyo moral a través del teléfono de la esperanza:
¡Oh mierda! ¡Google cree que intento suicidarme! Voy a cambiar el registro de mis búsquedas antes de que envíen a un psicólogo a mi casa:
- Venenos letales
- Venenos indetectables
- Psicología del asesino en serie
- Psicopatía DSM IV
- Cómo matar sin que te detecten
- Qué sustancias se buscan en una autopsia
Genial. Objetivo conseguido, ahora Google no va a venir a buscarme por ser un suicida en potencia... va a ser la Policía Nacional buscando a un asesino en serie.
Asustado por la cantidad de burradas e imágenes impactantes encontradas y la dudosa legalidad de observarlas, voy hacer algo muy inteligente: ¿Por qué no buscar en la Web Profunda?
¡Claro! Vamos a solucionar el problema ético y legal entrando en ese espacio virtual en donde los sicarios, las drogas y la pornografía infantil son lo menos duro que podemos encontrar...
Mejor no os cuento mi tensa experiencia de documentación entre direcciones .onion. Solo os diré que cuando llaman a mi puerta primero miro a ver si es la policía la que viene a buscarme...
Aunque después de varios días de intensa búsqueda, encontré parte de lo que buscaba y decidí acudir al siguiente y aterrador peldaño en esta escalada de documentación asesina.
Éxito. Soy un poco más sabio a costa de perder un par de años de vida. Todo ha terminado bien...
O no.
Documentación a través de amigos y familia
Todos disponemos de un amplio abanico de conocidos con habilidades curiosas y conocimientos extraños que pueden proporcionarnos documentación fiable.
En mi caso disfruto de varios amigos químicos, abogados, médicos, investigadores, especialistas en seguridad informática... profesiones muy útiles para la documentación de una novela como la mía.
¿Qué pasa si llamáis a uno de esos amigos pidiéndoles lo siguiente?
Nota: recreación dramática en curso-¡Hola Mr. E.! ¿Qué tal todo?
-Genial David, qué sorpresa que me llames.
-Si, verás... el caso es que tengo que pedirte un favor.
-Dispara colega.
-De eso se trata Mr. E., que no quiero disparar... ¿sabes si podría utilizar ese sistema de inoculación super moderno que estáis desarrollando para poder matar a alguien?
-¡Joder David! ¿A quién quieres matar?
-No, no, Mr. E... no te asustes. Es que... ¡soy escritor! Y necesito conocer los detalles sobre cómo matar a alguien sin dejar huella para mi novela.
-...
-¿Mr. E.?
-...
-¿Estás ahí?
-...
¡Cuidado con vuestras preguntas! El proceso de documentación puede hacer que perdáis a vuestros amigos... aunque ganaréis otros nuevos.
Vestidos de azul.
De uniforme.
Con pistola y esposas.
Y sin muchas ganas de conversar.
Documentación a través de expertos
Vale, ¿qué hemos aprendido?
- Documentación en internet de escasa fiabilidad científica y con riesgo de levantar sospechas.
- Documentación a través de amigos con posibilidad de haceros parecer un poco perturbados.
¿Y qué podemos hacer para solucionarlo?
¡Buscar expertos ajenos a nosotros que nos solucionen las dudas!
Hola, ¿es el instituto médico forense? Verá, necesito conocer el procedimiento que siguen para detectar posibles sustancias tóxicas en un cadáver. ¿Para qué? Muy sencillo señorita, porque soy escritor y tengo que matar a 10 o 15 personas en mi libro utilizando un método que no pueda detectar la policía. No señorita, no estoy loco, soy muy consciente de lo que hago. ¿Que donde vivo? ¿Qué más le da? [...]Y otra vez tenemos a la policía en nuestra puerta.
Porque nadie va a daros de buen grado la información que necesitáis para cometer ese asesinato perfecto. Aunque si os esforzáis la encontraréis.
Conclusión
Después de encontrar documentación comprometida y varios métodos infalibles e indetectables para matar a alguien...
Ya tengo todo lo que necesito para continuar.
Eso si. Tened cuidado con lo que hacéis, con quién habláis y qué es lo que preguntáis. Hay personas que no miran con buenos ojos un interés desmedido en maneras de quitarle la vida a alguien, por muy escritores que seamos. Porque a veces la curiosidad nos puede llevar por caminos tenebrosos...
Nota del autor: Aunque las búsquedas no son las que me han llevado a escribir este artículo (porque son muchas más y mucho más... interesantes), el contenido global es real como la vida misma.
Todavía espero a que alguien vestido de uniforme llame a mi puerta...
Escrito por David Olier para el blog El Rincón de Cabal.
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