Entrevista con el cantante lírico y actor Juan Rodó
Se presenta hoy en Bariloche, en el Teatro La Baita, “Dorian Gray, el retrato”, musical basado en la famosa obra de Oscar Wilde. La historia, que en su momento escandalizó la pacatería victoriana de la Inglaterra de su época, es hoy un clásico, ícono de la discusión sobre la belleza exterior, la necesidad (o necedad) de ser eternamente jóvenes, y de la hipocresía, entre otros. El musical, que se encuentra de gira en nuestra ciudad, ofrece, de la mano del trío artístico Pepe Cibrian- Angel Malher- Juan Rodó, una calidad impecable.
-¿Habías leído el libro antes de personificar a Dorian Gray?Sí. Hicimos esta obra en el 2005, y leí para entender el personaje. Obviamente esto es una adaptación y tiene sus divergencias, pero me sirvió para entender cuál es la fuente. Uno construye a partir de la base, aunque después algunas versiones varíen del original.
-¿Qué encontramos de diferente en esta obra?El personaje tiene ciertas acciones diferentes. Por ejemplo, en la novela original las muertes que se suceden son casi accidentales, suceden por la sola presencia o influencia de Dorian. Acá él las ejecuta. En esta historia el hermano de Sibyl Vane no existe, sí existen prostitutas del burdel que él justamente las mata como si no fuera él mismo, hay un cierto desdoblamiento de su personalidad. Se enamora de Sibil mucho más que en la novela, ella no se suicida, vive hasta el final de la obra. Al pintor lo deja morir, no lo mata, deja q se suicide. Dorian acá es mucho más criminal, las cosas son mucho más por fuerza de voluntad propia. Y obviamente su final tiene ciertas similitudes. La temática, por otro lado, es similar. El deseo de ser inmortal, ciertamente acá está mucho más de manifiesto el trastocamiento entre él y el cuadro, que en el libro es como mágico, acá está bien focalizado en el personaje de lord Henry que representa al diablo, o sea que Dorian hace una especie de pacto tácito con él bien visible, que en la novela sucede un poco mágicamente. El cuadro es protagonista porque está permanentemente, es la complicidad con el público, lo ve él y el público, es la escenografía fundamental.
-¿Tenés empatía con tu personaje? Tengo empatía, sí, pero no por el hecho de querer permanecer joven sino por esta decisión que toma en cierto punto donde él renuncia a su misión en función del amor, y eso es lo que creo que el público rescata del personaje. Se es indulgente con él por eso. Decide apostar a su vida, apostar a su alma, recuperarla, digamos que frente a la equívoca decisión decide modificar sus acciones, sin darse cuenta que ya estaba perdido. Yo creo que eso es lo más heroico.
-¿Charlaste con Cibrián y Malher sobre por qué se eligió esta obra?Lo que sé es que este fue un deseo más de Angel que de Pepe, es una obra que a él le entusiasmó desde su adolescencia, y que siempre le pareció una obra como muy teatral para representar. Y obviamente Pepe lo acompañó a full.
-¿La letra de las canciones son tomadas del libro o son libres?Son creación original de Pepe. Y de hecho los planteos que hace, filosóficos, simbólicos, son de él, sobre el costo que hay que pagar por las elecciones, cosas que en el libro están subyaciendo, y él las pone en palabras. Llama la atención que es una temática muy vigente, que a pesar de que en su momento trató de ser una crítica social de la época victoriana, que era muy particular, hoy por hoy con algunas diferencias sucede lo mismo, es como natural en el hombre esa ambición, la voracidad, que en esta obra está puesta en la belleza y la juventud, pero también se… en el poder, en el tener más, son ambiciones vanas del ser humano.
-¿La sexualidad de Dorian es preponderante en esa versión?Aparece de modo muy sutil. En esta versión Pepe lo quiso poner más de manifiesto sobre todo en referencia a Basil. En la reciente película es mucho más evidente. En este sentido, por percibirse entre líneas, el musical es más cercano a la historia original que la película.Lo que creo es que de parte de Dorian hay una necesidad de agradar a todos, más que nada, ese hedonismo, ese narcisismo quizás lo lleva a ser homosexual. En el caso del pintor sí, él admira la belleza de Dorian, se rinde ante él, es entendible que adore esa imagen que retrata.
-¿Desde el arte, qué cosas te parecen bellas?Yo encuentro belleza en muchas cosas. En el manejo estético del cuerpo, de la danza, sin ser bailarín admiro a los que pueden “contar”, hablar, con el cuerpo. En la música soy bastante amplio, me encanta la música clásica, mi músico favorito es Beethoven. Me gusta mucho Chopin, admiro a muchos, realmente… Amo al piano como instrumento. El teatro me gusta mucho, obviamente me gusta hacer teatro cantado; las palabras se enriquecen con la melodía. En general todo lo que considero bello tiene alguna ligazón con la música. -¿Qué próximos proyectos tenés, solo o con este equipo?Hoy por hoy con Pepe y Angel no tenemos nada. Yo sí tengo ganas de hacer el año que viene o el otro el musical Nine, que además de ser multipremiado, es bellísimo, lo adoro, cuenta una historia muy interesante que tiene que ver con las crisis humanas y lo que hace el hombre con ellas. Esa sería una producción artística mía.
-¿Por qué creés que Cibrián y Malher te eligen siempre a vos; sos su cantante fetiche?Yo creo que reúno algunos elementos que para algunas obras que ellos hacen, por lo menos últimamente. Soy un buen cantante, soy actor, una dualidad que requieren estos personajes como Otelo, o el sultán de Las mil y una noches. No requieren por suerte que sea bailarín, ¡porque en mí no lo van a encontrar!
También cierto grado de sensibilidad, química, entendimiento, de lo que ellos hacen con lo que a mí me gusta hacer. Además hay algo en la vibra personal, uno se lleva muy bien con un artista, y por ahí con otro que es muy bueno no.
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* Las fotografías fueron tomadas por Romina Santanocito para este blog.