Efecto manada

Quieres comprarte un libro interesante, entras en una libreria a ver qué hay. Te encuentras con su escaparate adornado con un solo libro, se trata del bestseller del mes. No hay solamente uno detrás del ventanal sino 15 iguales y todo está lleno de carteles con frases de gente asegurando que es el mejor libro que han leido. ¿Qué harías? ¿Te decidirías por ese libro o por otro?
Estas en tus años universitarios, y papá estado que cuida de todos sus polluelos pone en marcha una campaña para reducir cuanto beben los jóvenes. La campaña se centra en hacer ver a los estudiantes que beber tiene malas consecuencias y que el problema es grande porque mucha gente lo está haciendo. Así que inflan un pelín las cifras y dicen que el 70% de los jóvenes cogen buenas cogorzas los fines de semana y hablan de cómo esto un día les matará a todos.
En ambos casos el efecto que se consigue se debe a lo mismo, al efecto manada, según lo llaman los autores del libro Nudge, Thaler y Sunstein.
En un primer caso, al hacerte creer que todo el mundo está comprando y leyendo cierto libro lo más probable es que lo compres porque si todo el mundo lo lee será por algo. En esta situación se usa el efecto manada de una forma impecable, se consigue el efecto deseado. En el segundo caso el efecto manada nos lleva a obtener el resultado opuesto al deseado. Al mostrarle a los jovenes que la gran mayoría de ellos beben más de la cuenta en vez de crear en los estudiantes un sentimiento de que la situación debería cambiar se les da a entender que no se preocupen, que no están solos en esto y que si de verdad tuviera malas consecuencias no serían los únicos. Y, sin embargo, ¿cómo te sentirías si tu fueras un estudiante de los que bebe más de lo que toca y lees en una encuesta que sólo el 30% de sus compañeros beben más de la cuenta? Según los autores de Nudge el efecto sería el esperado, a nadie le gusta estar fuera de la manada. Así que si se le muestra a un colectivo, en cuyos hábitos queremos influir, que lo que hacen es lo más común, normalmente sólo se les anima a seguir haciendo lo mismo.
De la misma forma si tienes la percepción de que la gran mayoría de gente defrauda cuando hace su declaración de la renta también tú estarás más dispuesto a reducir algún numerito en la pila de papeles que la agencia tributaria te hace rellenar.
En definitiva a la gente nos gusta estar en el sentir general. Si todos lo hacen nos sentiremos más seguros para hacer algo, ya sea comenzar o dejar de hacerlo. Queremos ir donde los demás vayan. Ir contracorriente es demasiado costoso y nos sentimos inseguros. Si la gente bebe, defrauda y lee bodrios... más vale hacer lo mismo que parecer un extraterrestre. ¿Cierto?
El libro Nudge, nos habla de como influir en la sociedad utilizando nudges (empujoncitos). Los autores no abogan por que el gobierno o las empresas se metan más ni menos en la vida de la gente, sino que dan ideas para que lo que ya se hace se haga con un poco más de ojo y así se obtengan los resultados deseados.
En tu entorno, ¿cómo puedes utilizar el efecto manada?
PD: ¿Cómo creeís que llegó a mis manos este libro? ¡La librería donde entré no me dejo opción! :-P
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