Gabriel Lenn es un actor argentino con amplia trayectoria en teatro, cine y televisión. Impresionante, por ejemplo, su trabajo en las películas “Sobredosis”, y Pasajeros de una pesadilla”, en esta última componiendo a Pablo Schoklender.
Forma parte de un grupo de actores que, habiendo triunfado en Buenos Aires, decidieron darle un vuelco a sus carreras, radicándose en Bariloche. Entre otros Adrián Marré, Micky Ruffa, Alex Benn, y el propio Lenn, algunos barilochenses de nacimiento, y otros por elección, demuestran que se puede hacer arte escénico fuera del gran circuito, y tener éxito.
Emprendedor como pocos, en un lapso corto de tiempo se lo pudo disfrutar en “Salomé”, de Oscar Wilde, “En familia”, de Florencio Sánchez, “Tartufo”, de Moliere, y en tantísimas obras y géneros más. Incluso, en un original proyecto de circuito histórico, en el que ideó un paseo por el centro de la localidad mientras actores representaban momentos fundantes de Bariloche. Hoy se encuentra dirigiendo un infantil de tinte ecológico. ¡Eso es versatilidad, y pasión por las tablas!
-¿Gabriel, cómo surge la idea de “Duendes en Acción”?
La producción nace de una idea de Paula Fenoglio, quien me convoca como director para realizar un infantil. Me da libertad para elegir la obra, y yo elijo “Duendes en Acción”. Realizamos el casting en diciembre, con el compromiso de los seleccionados de ensayar todo el verano cerca de cinco horas al día. ¿Por qué tanto? Porque no era solo el texto, hay canciones, coreografías, y teatro aéreo…. El equipo se armó, y comenzamos a transitar esta hermosa aventura que es Duendes en Acción. En realidad es una adaptación de “Duendes del Caño”, de Juan Del Ciervo, y le modificamos un poco el título porque nos parecía más apropiado. La idea es trabajar con los colegios, por un lado, y el público general de Bariloche por el otro.La devolución del público es más de lo que esperaba, les agradó a los niños y a los grandes, la alegría que deja en los espectadores es muchísimo para mí.
-¿Cómo llegó Micky Ruffa al elenco?
Con Micky nos conocemos desde antes. Cuando volví a Bariloche vino a hacer una participación en Volvió una Noche, una escena que se la hicimos para él. Después del casting iba caminando con el autor, me lo encuentro y me comenta que su sueño es hacer un infantil. Y Juan dice: él tiene que hacer la contaminación, él tiene que ser el malvado. ¡Listo!
-¿Por qué elegiste esta obra en particular?
Me cerraba la temática, hablar de la lucha contra la contaminación, de duendes ecologistas, es una obra que en parte es instructiva, me pareció apropiado para el momento que estamos viviendo, sobre todo si se lo vamos a dar a los niños. Es una forma de sembrar un futuro mejor para nuestro planeta.
-¿Por qué volviste a Bariloche?
Porque era un proyecto, yo me fui a los 15 años de acá porque no había teatro para adolescentes, yo quería ser actor, lo tenía muy claro, necesitaba ser actor. Por suerte en dos años ya estaba contratado por Aries Producciones, por los canales de televisión, y además estudiando teatro allá. Así que me quedé, formé mi familia, tengo 3 hijas, hice todo lo que tenía que hacer, cine nacional, internacional, tuve escuelas de teatro, tv, hice teatro, temporadas, produje, dirigí, actué, y tenía ganas de venir acá a Bariloche. Obviamente como es una decisión familiar tuve que esperar que mis hijas crecieran, ahora son universitarias. Volví a Bariloche hace 3 años. Yo ya extrañaba mucho, tuve la posibilidad de volver antes, me dije que mi última juventud la iba a pasar acá. Aprovechando también la oportunidad, porque ahora hay varios lugares para hacer teatro, hay un público, así que volví y me estoy dando muchos gustos, en qué y cómo hago teatro, a pesar de que trae sus complicaciones como cualquier otro trabajo. Vivo en un lugar que es un paraíso, medio contaminado, medio invadido por gente que le gusta vivir como en las grandes ciudades, tocando bocina, ritmo, peleas en la calle. Me encontré con un Bariloche muy distinto al que me fui en 1980, de 40.000 habitantes, hoy sobrepasa los 200.000.
-¿Qué tiene que tener alguien para ser un emprendedor del arte?
Decir entusiasmo es obvio… Constancia, tolerancia, paciencia, apertura a lo desconocido, poder de análisis, valentía, mucho coraje.
-¿Te da miedo no poder vivir de esto?
Nunca me pasó, desde los 15 años (hoy tengo 49), vivo de esto, mantuve a mi familia, gracias a mi arte escénico. Como en cualquier cosa se gana o se pierde.Desde el inicio estuve muy decidido, imaginate que me fui solo a los 15. Paré en pensiones, después con un amigo viví en un departamento. Yo trabajaba en una fábrica de lavarropas, estudiaba teatro, pateaba canales. Antes los de seguridad te pasaban datos, no había tanta solemnidad, vidrios polarizados, castings… Me iba haciendo amigo, después me decían che, están buscando un pibe para tal película, por qué no hacés una prueba… Buenos Aires también era distinta.
-¿Ves una camada de actores en Bariloche?
Sí, hay un circuito teatral barilochense de varias salas. Tenemos escuelas de actuación, y la carrera en la UNRN. Están todos los actores nuevos, los de siempre de acá y los que se vienen a instalar. A los actores nuevos, hay que formarlos no solo en actuación, académicamente, en talleres, sino en el yugo del escenario. No alcanza con solo estudiar: hay que actuar mucho, ir a todos los castings, tratando de estar.Hay también antiguos actores como el señor Luis Caram o Julio Benítez, quienes me inspiraron. Sobre todo a Luis yo lo veía de chico en la Biblioteca Sarmiento, después cuando volví me di el lujo de convocarlo para hacer Tartufo.
-¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Seguir dirigiendo teatro, hacer audiovisuales, que para eso estoy en el Nodo Andino, ya hicimos el piloto de la primera miniserie de ficción que se hace acá en Bariloche, “Cordero patagónico”, yo hice la dirección de actores, para pasar en la Televisión Digital Abierta, llegar a un largometraje, también escribo… Ese es el camino que busco, estar relajado, estar tranquilo, tener una vida austera, enriquecida en el espíritu, en las relaciones h, conocerme cada vez más a mí mismo, crecer como artista, cuidar mi salud, porque para un actor el cuerpo es el instrumento.En lo próximamente inmediato estoy en proceso de trabajo en Villa La Angostura con “El viejo criado” de Tito Cossa, estoy también haciendo una adaptación de “Otelo” de Shakespeare… Igual ahora tengo toda la energía puesta en mis “Duendes en acción”.
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