EL ASESINO DE ALFASPatricia García-RojoEditorial SM - Colección Gran Angular14-17 años368 páginas#prenda247
Los perceptores corrientes tienen uno de los cinco sentidos desarrollados al máximo, pero los Alfas disfrutan de un control total sobre sus percepciones. Excelentes guerreros, con una visión que les permite atravesar paredes, un olfato y un oído que los hace percibir a sus enemigos a kilómetros de distancia, y un gusto que los convierte en excelentes envenenadores, los Alfas son los perceptores más poderosos y, por eso, reclaman a los más débiles para formar sus familias y mover los hilos del mundo de los humanos como si fuesen simples marionetas. Nos situamos en Málaga, después de años huyendo con su tío, Kate, una alfa libre que no forma parte de ninguna familia, será reclamada por Óliver y se convertirá en una Galán contra su voluntad. Deseando encontrar la manera de volver junto a su tío, Kate fingirá adaptarse a la familia mientras los Alfas de Málaga sufren los ataques de un poderoso perceptor que los está aniquilando.
No es lo primero que leo de Patricia. Es una autora que me gusta y acudo a la llamada de sus historias tanto juveniles como infantiles. Es por eso que animarme con
El asesino de Alfas era una apuesta segura. Apuesta que no solo he ganado, sino que los beneficios han estado muy por encima de lo esperado. Podría resumir mi opinión en una frase sencilla: me ha encantado y sorprendido, tanto que me muero de ganas por que se publique la siguiente entrega. Y es que este libro no es autoconclusivo y con él empieza una serie que pinta muy bien. Pero voy a contaros un poquito más.Nuestro mundo, tal y como lo conocemos, consta de una parte de la población con poderes excepcionales que vive en la sombra y que tiente su propio orden social y sus propias reglas. Son los perceptores: humanos en los que uno de sus sentidos se encuentra extraordinariamente desarrollado. Y dentro de los perceptores, los Alfas, en los que son los cinco y no solo uno de ellos los que les dotan de poderes sobrenaturales. Y sí, tienen un orden social, todos se agrupan en familias que tienen miembros de sangre pero también otros incorporados o de adopción (por decirlo de alguna manera), puesto que ningún perceptor debe estar fuera de una familia. Ninguno... menos Kate, nuestra protagonista y su tío, (bueno, algún renegado más de ese orden establecido habrá, pero estos son los que nos atañen). Kate es una Alfa y la cosa se pone fea cuando alguien está comenzando a quitárselos de en medio. En ese contexto, del que no voy a dar más detalles, discurre la historia. Os dejo los datos justos para que os hagáis una idea de qué se esconde en esta novela juvenil, porque lo ideal es sumergirse dejándose llevar y sorprender.La ambientación me ha parecido estupenda teniendo en cuenta el público al que va dirigida la novela. La trama discurre en España, en la Costa del Sol, por lo que todos los jóvenes que se acerquen a esta historia podrán sentirla cercana e imaginar que ocurriría si en su propio barrio vivieran perceptores en la sombra. Debido a la proximidad y a que la autora conoce bien el terreno, es muy fácil identificar los escenarios y percibir su realidad.El elenco es numeroso, y aunque en un principio me costó situarme, los árboles genealógicos ilustrados de las distintas familias de los que consta la novela, me han facilitado enormemente las cosas. Son preciosos y la herramienta perfecta para en pocos capítulos hacerse una composición de todas las relaciones familiares, y también poder consultar en cualquier momento en caso de duda. Los personajes más importantes poco a poco se van perfilando y van despertando nuestros odios o simpatías. En esta trama la acción nunca decae. Sus capítulos cortos en los que siempre está ocurriendo algo hacen de esta historia un vuelapáginas. Y su final nos deja con la miel en los labios a la espera de la publicación de su siguiente entrega.El amor en todos los sentidos, la lealtad, la venganza y, sobre todo, la libertad, son temáticas muy presentes. Una historia de aventuras que me ha dejado muchas reflexiones, la verdad. Por un lado, la fuerza con la que algunos lazos se establecen y la lealtad que de ellos se deriva, ¿nos restan esos lazos libertad? Por otro, nuestra capacidad de disfrutar más del aquí y el ahora. Ojalá fuéramos todos un poquito más perceptores, ojalá abriéramos nuestros sentidos al mundo y dejáramos de pasar por él de puntillas. Ojalá estuviéramos más atentos a nuestro entorno y a nuestro interior...En definitiva, para mí ha sido un libro que lo ha tenido todo: el estilo de una autora que me gusta, una historia original y cercana con acción y un poquito de salseo, y un puñadito de cavilaciones que nunca vienen mal.