Revista Diario
El camarlengo
Publicado el 21 febrero 2013 por Mamenod
Me he enterado por la prensa que el Papa renuncia.La verdad es que como no soy católica practicante, podría decirse que tampoco es una noticia que me quite el sueño. De hecho, creo que si se trata de una estrategia de marketing para la Iglesia, el hombre no ha elegido muy bien el momento para hacer la revelación, al menos aquí en España. Digo yo que lloviendo como nos llueve, donde se ponga un Bárcenas o un Urdangarín, no hay Papa que se precie, ni aunque la publicidad se la haga directamente la Coca Cola.Por lo que sí me ha llamado la atención la noticia es por dos cuestiones relacionadas con ella que vosotros consideraréis una tontería, pero que son esas cosas que a mí me divierten y mantienen mi cabeza despierta. Si no os importa os las comento brevemente y luego os dejo seguir con la vida.En primer lugar, no puedo dejar de pensar en cómo la mente humana es capaz de sacar punta y buscar el humor en cualquier situación. Llevo días riéndome con las ocurrencias de la gente en internet, colgando viñetas del Papa dándole consejos a Rajoy o imaginando al hombre, recibiendo miles de cartas desde España, que al final para su sorpresa no son de ánimo o de despedida, sino curriculums de parados, optando a su puesto. Hay gente que ve a Rouco haciendo calentamientos en la banda, otros se lamentan de haber perdido para siempre la rima "Benedicto, equis, uve, palito"...en fin, que si no le faltaba nada al potaje de chorizo que tenemos en España, ahora hay una Iglesia si no dividida, por lo menos confusa. Y hay otra cuestión que me tiene realmente preocupada: qué mal lo tiene que estar pasando el camarlengo del Vaticano. Sí, qué le vamos a hacer, yo soy una sentimental y me pongo siempre del lado de los débiles.No sé si sabéis que la función principal de este cardenal, se produce cuando muere un Papa. Hay todo un ritual escrito que este señor tiene que cumplir antes de declarar oficialmente que hay vacante en la Sede. Por lo visto, se sienta en el lecho papal, llama por su nombre de pila y apellidos al Pontífice tres veces dejando pasar tres minutos, luego tiene que quitarle del dedo el Anillo del Pescador...vamos, un lío. Lío para el que el hombre llevaba ensayando desde que lo pusieron en el cargo. Claro, ahora, yo no sé qué tendrán previsto en la Santa Sede, pero de lo que sí estoy segura, y eso me duele, es que a este pobre, le han robado su ratito de gloria y su oremus.Parece ser que todo cambia. No sé si eso es malo, pero a mí me tiene un poquito acongojá. Papa que dimite, meteorito que cae, rayos y truenos...mira tú a ver si al final los mayas estos lo que estaban es despistados con la fecha nada más, porque vamos, si esto no es el fin del mundo...¡ay, qué miedo!