
Apenado por la situación el candado volvió rogarle al cielo tener pies para poder caminar y buscar mas en terreno a la llave indicada, pero al tiempo se dio cuenta que no veía para donde iba así que volvió a invocar al cielo para que le diera ojos. Ahora podía ver pero necesitaba otras cosas mas para poder emprender bien su búsqueda, así que pidió tres cosas mas, rogándole al cielo tres veces.
Pese a todos sus esfuerzos el candado no conseguía a la llave correcta así que le rogó por ultima vez al cielo, esta vez pidiendo que esa llave se presentara ante sus ojos. Ahí fue cuando la vio por primera vez. Un cruce de miradas en el cual supo instantáneamente que ella era la correcta.
El paradero del candado y la llave se desconoce, solo se tiene registros de este cuento. Si alguna vez ven a un candado y una llave, no los molesten ni los separen ya que quizás al igual que nuestro protagonista, rogó demasiado por tenerla.
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