Revista Diario
El lado oscuro del quirófano
Publicado el 09 noviembre 2010 por SoryAsí es, estoy rotando en el lado alejado de los focos, del público, del glamour del cirujano. En ese sitio en el que el éste se convierte en tu peor enemigo, y sólo te echa un vistazo cuando considera que el paciente "no está bien relajado". Ese sitio en el que si lo haces todo bien, debes ser invisible, pues del anestesista es la labor de hacer la vida más fácil a su colega del cuchillo del otro lado de la mesa, sin que éste se entere de su presencia.
De momento he pasado 4 días al otro lado, y de nuevo me vuelto a sentir tan inútil como cuando llegué (o más). Y es que me ha costado un rato aprender algo tan simple como enchufar un suero y que caiga… Si no es la llave de arriba es la de abajo, o la primera vez, que se me olvidó cerrar la llave de tres pasos y no paraba de salir suero, y claro, así como que era más difícil de conectar. Total, que ya les he ido diciendo a las enfermeras que me avisen para sondar y coger todas las vías que pueda, que es algo en lo que debería tener cierta soltura que no tengo.
Por suerte, estoy dando con gente con ganas de enseñar, alguno especialmente docente, así que tengo que darles la razón, como siempre, a mis erres mayores, que ya me dijeron que era una rotación de las mejores, y espero sentirme un poco menos inútil cuando acabe. De momento, sufro cuando las constantes no están donde deberían y me intranquiliza que empiecen a sonar alarmas que no puedo manejar mientras noto como se me afilan los colmillos cual vampiro cuando me llega el olor de la sangre del lado luminoso de la fuerza. Y es que los instintos, es algo contra lo que uno no puede luchar.
Os seguiré contando…