«Una novela sublime que acaricia el corazón más escéptico sobre este género»
Si la portada de esta novela es preciosa, al leerla entiendes el motivo de la elección de esas imágenes para darle vida, la historia que envuelve sus paneles de cartón no lo es menos. Es fácil volver, desde el sillón de casa, a un Flandes de 1796, en su prólogo, a un Londres de 1804, en el inicio de la narración, para acabar en 1810 con un final que no podía ser otro.
Sarah, la protagonista indiscutible, pasa por situaciones que muy pocas personas serían capaces de superar sin pensar en más de una ocasión en terminar con todo de una vez, la fuerza narrativa con la que la autora las detalla provocó que se me revolviera el estómago al leerlas, preguntándome cómo es posible que hechos así hayan sucedido alguna vez. Algo que quiebra el carácter más fuerte, convirtiendo a Sarah en una persona colmada de miedos e inseguridades, y leí las páginas, una tras otra, esperando que todo suceda más rápido de lo que debería ser. Junto a ella, lord Rutherford, un personaje carismático que trabaja de espía para la corona inglesa. Al principio, creí que sería alguien que poco o nada aportara a Sarah, sin embargo, conocer su pasado, saber qué lo llevó a ser lo que es me llevó a empatizar con él. Personajes malévolos que rayan, en algunos casos, la perversión, el rencor, la envidia, la avaricia y demás sentimientos que convierten al hombre en un ser sin humanidad cargan esta historia de circunstancias, que, aun perteneciendo a un pasado real, no dejan de ser difícil de digerir, pero ahí estuvieron para marcar un antes y un después en la evolución generacional. No obstante, Álvarez ofrece en esta obra una historia romántica que acaricia el corazón más escéptico, me hizo creer que de todo ese enjambre execrable no puede salir nada bueno, que sus personajes lucharán como fieras para nada, pero...
Al empezar a leerla, creí que sería lady Sarah quien me robaría el corazón, ya que la novela va sobre ella, pero no fue así. Muy al contrario, fue James Sutton, lord Rutherford, quien línea a línea, su personalidad y modo de actuar con ella rompieron todas las sospechas que me había volcado en él al conocer la sinopsis.
El secreto de lady Sarah, una novela digna de película, porque cada una de sus escenas pasaron por mi mente como si de film de época se tratara. El género romántico histórico siempre ha marcado mi experiencia lectora, empecé con él, y tras leer esta novela, no me cabe duda de que seguiré haciéndolo. No sabría decir lo que realmente me atrapa de este género, si su «formalismo» a la hora de narrar, el conocer parte de la historia real vivida por otras personas en otro tiempo —escribir sobre cualquier tiempo pasado requiere documentarte con información veraz, ya que de lo contrario estarías tirando por tierra tu trabajo y tu credibilidad como autor— o que se crean obras tan bonitas que es imposible no enamorarse de ellas.
He intentado buscar un pasaje de la novela para dejártelo como un adelanto, pero me he dado cuenta de que tendría que copiarla entera. Encontrarás El secreto de lady Sarah en Amazon, y puedes seguir a su autora, Paola C. Álvarez, tanto en Facebook como en Instagram.