Revista Talentos
Había una vez hace mucho, mucho tiempo, tanto, que los hombres aún vivían en armonía con la Naturaleza y no consideraban la magia como algo extraño, una hermosa y próspera ciudad a la que sus habitantes llamaban Elanda. Bosques frondosos la circundaban y extendían su verde manto alrededor, donde incontables granjas abastecían de lo necesario a los habitantes de la urbe.Seguir leyendo