Sabe usted que hay cosas que de repente tu cerebro decide archivar y archiva. No se sabe muy bien si por aquello de la amnesia temporal o algo de la memoria selectiva, pero el caso es que mi cerebrito hace esas cosas. Debo de tener ahí dentro de mi cabezota un rinconcillo lleno de recuerdos olvidados, tristes, solos y en tierra de nadie.. ahí cogiendo polvo a lo largo de los años sin que nadie (quien dice nadie dice yo misma) piense en ellos ni una sola vez. Y yo que soy de calentarme el casco con cualquier cosa absurda me pregunto si soy del todo normal... (es retórica ¿eh? no necesito respuestas)Pero de repente un día y así sin venir a cuento zas!!! ese recuerdo aflora, vuelve, llama a tu puerta y te hace vivir otra vez aquello que tu sabio cerebro, en aras a tu desarrollo como ser humano "normal", un buen día decidió guardar en el fondo oscuro y negro de tus recuerdos.
Y eso me pasó el otro día. Así de golpe y de repente llegó a mi mente lo que a continuación le narro:Tendría yo unos doce o trece años cuando corrían tiempos en los que triunfaban (además de las hombreras enganchadas con un velcro al sujetador con las camisetas interiores de abanderado (malditos ochenta que hijos de puta fueron)), por cierto, velcro es con v... confieso que lo he tenido que mirar en google porque el puñetero corrector de Blogger me lo quiere sustituir por "velero" ...
Pues eso, que como siempre me voy por las ramas... que digo yo que corrían tiempos en los que estaban de moda los curanderos.
Y que me perdonen aquellos que Fe les tienen y vaya por delante que yo respeto todas las creencias y pensamientos, pero hay cosas con las que no puedo y si no lea mi historia y decida usted si es o no para tener un trauma durante mucho tiempo.Tenia mi madre un dolor de cuello que parecía la madre del rey (que Dios la tenga en su gloria) en la Feria de San Isidro. Y es que por si usted no lo sabe le diré que mi madre se ha pasado 40 años de su vida cosiendo, es modista y trabaja muchas horas como ella dice "dando por culo a la aguja" (sí, mi madre es igual o más fina que yo, heredé eso en vez de sus lindos ojos, qué le vamos a hacer!).
Pues que hay días en los que la pobre se levanta hecha un cuatro y no hay forma de poner el cuello recto. Y claro, hoy en día somos muy modernos y llamamos al "fisio" . (Fisio: Energúmeno psicópata que disfruta hurgándote allá donde mas dolor tienes, o en su defecto te mete unas agujas finas y hurga hurga hurga hasta que el calambre o dolor te llega a la uña del dedo gordo del pie" (este tema da para una entrada enteretica pero será otro día) .
El caso es que vas y con dos días de sufrimiento te dejan como nuevos.... pero antes no.... antes el "fisio" no existía, o sí... pero en mi pueblo no había de esos...
Y cuando te levantabas así como "enganchado" te ibas al típico curandero que te daba unas "friegas" con alcohol de romero en el cuello y o te quedabas paralítico de por vida, o te curabas.
Quiso el destino y algún mal encuentro, que mi madre un día de esos que se levanta con un dolor de cuello insoportable me llevara como compañía a la "consulta" de dos individuas curanderas que parece tenían una especie de sociedad para aquello del sanar, imposición de manos, conjuros contra los malos espíritus y otros derivados del curanderismo más profundo: la Puri y la Antoñita.
Llegamos mi madre y yo donde La Puri y la Antoñita, una mañana de lluvia que me acordaré toda mi vida. A la Puri no le vimos el pelo pero la Antoñita nos recibió con su mejor sonrisa, nos condujo a un salón comedor y dirigiéndose a mi madre y con un tono impositivo le dice: "siéntate ahí".
A continuación mirando al infinito se dirige a algún ente, energía o espíritu que según la Antoñita venía con nosotros y le dice "tu ahí no, tu ahí, dejalá tranquila!"
..... se me heló la sangre..... (no se ria usted no...que con doce años eso impacta créame lo que le digo)
Entonces se produjo el exhorcismo del dolor de cuello emitiendo sonidos sanadores y haciendo movimientos de expulsión de espíritus malignos sobre mi madre, cara de trance absoluto y "zas!!! zas!!! zas!!!"....
Allí, desde mi silla de tapizado de terciopelo rojo, observando la escena que estaba produciéndose ante mis ojos empecé a acojonarme como nunca me he acojonado, bueno sí, una vez que mi costi me dijo "yo hago la cena" y eran salchichas y huevos fritos de esos que salpican hasta el techo, pero solo esas dos veces. ....¡Señorbenditodelamacarena!! ¡qué miedo pasé Virgen Santa!!!
Una vez finalizada la "limpieza", se dirige la Antoñita a nosotros y nos dice "Maria Dolores, esto es muy serio, tú lo que llevas es un espíritu a cuestas, te tiene el cuello destrozado porque cargas con él día y noche..un alma que no supo encontrar su camino y que te está presionando y matando lentamente, creo que es una mujer, pero no estoy segura....."
Como se lo cuento, atiende y no te lo pierdas: de contractura muscular por la postura nada de nada, no no no no.... ¡tenía un espíritu agazapao al cuello!!! .(como te lo digo, Rodrigo), una señora ahí cual mono "Chita" cogida al cuello de mi madre!! ... ya me imagino yo al espíritu maligno de la madre del Rey... (y digo la madre del Rey porque ha salido la mujer en la conversación al principio pero podría decir cualquier abuela muerta que se precie)... ya me la imagino yo... cual Golum ahí subida a "coscoletas" de día y de noche, agarrada como una lapa para no caerse: "arre!! Mª Dolores arre!!!!!".....como no le iba a doler!!!!
Salí de la "consulta" de la Antoñita con más miedo que un pavo en Nochebuena y me pasé mucho muchísimo tiempo con ese miedo metido en el cuerpo.
El pasillo de mi casa se volvió largo y oscuro y dejé de hacer pis a media noche por miedo a levantarme, dormí tapada todo el puñetero verano y no volví a cagar duro durante muchos meses.... ¡¡maldita Antoñita!!! ... todo eso y como no, pensando que cada vez que me dolía algo tenia un espíritu dándome un buen mordisco en el sitio afectado.... ¿se imagina usted enganchada de mi cuello cual perro rabioso y provocandome unas buenas anginas por ejemplo a Sara Montiel?? ... o a Gila dándome patadas en los riñones cuando me baja la regla.... joder que trauma....
Ese día a la Puri no la vi... pero hubo otras visitas de mi madre a aquella consulta de curanderas asociadas, otras en las que siempre salía por en medio algún alma o espíritu maligno y que mi madre llegaba a casa contando historias para no dormir (nunca mejor dicho).... hasta que un buen día mi padre se cagó en la Antoñita, la Puri y todos los espíritus "enrabiaos" del purgatorio, y prometió a mi madre que si volvía a ir a visitar a esas dos el que le iba a dar una buena patada en los riñones a cada una y otra al espíritu era él mismo Pepe en persona (yo para mí que fue entonces cuando quitaron el purgatorio)
... y por una vez en su vida (que creo que fue la única) mi madre le hizo caso, nunca más volvió.
Así que no me malinterprete usted, una mala experiencia tiene cualquiera...y en mi familia ahora somos normales, vamos al médico (uno de esos que tienen título y eso.. ya sabe usted) cada vez que se nos quedamos como un cuatro y cuando en mi pueblo apareció la clínica de Fisioterapia Ecom todo fue mucho más facil... el psicópata nos da unos pinchacitos, una de lamparita caliente, un relajante muscular y como nuevas para casa, ... era como más molón el tema del espíritu, lo sé, pero yo es que soy bastante independiente oiga... y eso de llevarme hasta a cagar a un espíritu por muy ente y muy invisible que sea a mí me da no sé que...y gracias doy al cielo y a mi padre cada día, por saber que era el momento de dar el puñetazo en la mesa y cagarse en la hostia, por parar aquello en seco y provocar que mi cerebro adolescente lo archivara de un plumazo en lo más recóndito de mi sesera, aunque hoy y créame que en el fondo me gusta que lo haya hecho, haya vuelto a mi memoria para reírnos un rato.