En la calle Dalivas

Soy su piedra y ella el camino y viceversaAunque nos entendamos nunca nos comprenderemosAunque nos enfademos siempre recuerdo del otroElla será la noche y yo el día…
Paranoica de sus fantasíasArco iris de treinta y pico coloresTrapecista en la vidaLa madre de los mortales…
Echamos fuego por la bocaElla desde su realidad y yo desde la míaLa preocupación no es impertinenciaLa salud no es un videojuego…
Podrás ver lo que quieran ver tus ojosY escuchar lo que tus  recuerdos te dictenIncluso saborear el malestar del otroPero tu corazón siempre filtra la porquería…
En la calle DalivasEl mundo te observaAunque te guste poco ser el centroEpicentro de este temblor de tierra…

10/12/11