Enfoque mental: tu mejor arma para crecer

Fotografía de Ferenc Horvath

¿Qué sucede cuando tenemos que hacer una actividad y estamos pensando en miles de cosas? Exacto, nos sale mal y luego así sucesivamente. Es un círculo vicioso. Esta podría ser la razón por la cual te encuentras atascado en este estado mental de crisis y confusión. En este momento me encuentro practicando el "Enfoque Mental" que me ayuda a no volverme loca con esto.
Cuando hacemos una actividad, nos concentramos en eso, nos enfocamos, lo resolvemos bien, y por lo menos, resolvimos una parte de todos nuestros problemas. Cuando es hora de comer, comemos. Cuando es hora de descansar, apagamos todo automáticamente, absolutamente todo, solo podemos ver o leer alguna novela donde los dramas sean tan patéticos que no hay que hacer ningún esfuerzo mental, algo fácil de digerir y luego dormir. Cuando sea hora de hacer, una cosa a la vez vamos organizando todo. Aunque la gran cuestión siempre es la prioridad ¿Qué hago primero? ¿Qué dejo de hacer? ¿Qué hago ahora?
Plantearte objetivos
Primero, antes que lo intentes. No podes empezar sin un objetivo. Intentar poner prioridades sin un marco general es como intentar de armar un rompezabezas mezclando varios en una mesa. Vas a agarrar un anotador o una pizarra (o en mi caso: mi pared) y vas a escribir tus objetivos. Tus objetivos no son correr o hacer un curso en tal cosa, tienen que ir por un lado más a largo plazo, pensar en abstracto. Recomiendo usar sustantivos: Aventura, éxito, diversión, organización, salud.
Ahora sí, elegí con cuidado lo que va ahí porque cada vez que te pierdas tenés que volver a eso. Si estoy haciendo una tarea que no me ayuda en ninguno de mis objetivos ¿Debo dedicarle tanto tiempo mental? ¿Cómo puedo hacer para no pasar tanto tiempo en esas tareas que no ayudan? ¿Qué estoy haciendo con mi vida si no estoy cumpliendo con esos objetivos? ¿Qué hago mal? ¿Qué hago bien? (no vale poner que haces todo mal o todo bien, sean serios y sinceros consigo mismos, esto es solo para ustedes)
Anotar metas
Luego de pautar objetivos que nos ayudaran a enfocarnos podemos pensar en nuestras metas. Y tenerlas anotadas. Si tu cabeza tiene demasiado con todos los problemas, imagínate si la hacés retener todas tus metas, un desastre mental. Para que se entienda mejor, el cerebro es un órgano como el estomago, si yo como veinte chocolates con una pizza, dos naranjas y tres tartas de jamón y queso todo junto y mezclado, estamos seguros de que no sería una gran idea. Lo mismo con el cerebro, hay que cuidarlo y amarlo como la maravilla que representa.
Practicar el Enfoque mental
Antes solía creer que con estos dos pasos, ya estaba. Es más mis objetivos los tenía en mi mente, no los conocía bien pero creía "tener una idea" de lo que sí quería y lo que no. Pero mi mente estaba a punto de explotar y no me alcanzaba el tiempo, terminaba estresándome y haciéndome volver al comienzo a replantearme todo. Los objetivos los tenemos que tener a mano sino no sirven para nada. Es que es el paso más dificil mantener la atencion en lo que importa, a cada paso, cada decision tener perspectiva y ver más allá para continuar con nuestro foco.
Hay algo que muchas personas no logran entender a veces y es que no todos tenemos el mismo foco de vida. No todos tenemos el mismo motor, las mismas motivaciones, los mismos sueños. Somos unicos y cuando más unico sea nuestro objetivo más facil nos va a ser comprenderlo. Nuestras decisiones se tienen que basar en nuestro foco y lo que realmente nos guia. Por eso muchas veces no solo hay que tomar la opinion de los demás.
A veces tendemos a pensar que si nos lleva a algun lugar, por ejemplo, si nos da éxito, si nos da dinero u otra cosa material nos sirve automáticamente. Y no, la verdad que no, no todo lo que aparece en el menú es para nosotros y nuestros objetivos. Uno tiene que aprender a descartar, si esto me da dinero pero ese dinero no me lleva a ninguna parte no sirve, si cumple con los objetivos se queda, sino se cambia por otra prioridad. Si solo trabajas por algo material tiene que ser algo que compense el tiempo que pasas alejado de tus objetivos o por lo menos si no lo compensa no tengas miedo de buscar otras alternativas más acorde a tu persona.
Algún momento al día tenés que tomar alguna decisión crucial que cambie el estado de tus objetivos y lograr armonizar tu vida entre equilibrio material y mental.