Enseñar lo desconocido

Una de las principales características de una organización saludable o de un equipo que funciona bien es su capacidad de adaptación y por ende su capacidad de aprendizaje.
En una sociedad que se encuentra en constante cambio no tiene sentido que aprendamos cierta información o habilidades sino que lo que cobra especial importancia es aprender a aprender.
Una primera generación de enseñanza sería el enfoque de transmitir información. El principal objetivo de esta generación de enseñanza era que el aprendiz reteniese información sobre un tema en concreto. Aquí encajarían las tradicionales escuelas griegas.
Una segunda generación sería aquella que da un pequeño salto y no transmite sólo información teórica sino habilidades. Una vez se ha mostrado al alumno como hacer algo se le acompaña mientras él lo lleva a la práctica. Se trata de la transmisión de conocimientos de una forma práctica. En esta generación encaja el típico proceso de formación de aprendices llevado a cabo por los diferentes gremios.
Estas dos generaciones aunque diferentes están estructuradas alrededor de una fuente de información. Hay alguien que sabe lo que se debe aprender y esta persona lo comparte con los alumnos.
En una cultura donde los cambios eran lentos y donde los nuevos paradigmas que surgían no diferían demasiado de los antiguos, esta forma de enseñar era válida porque lo que aprendías era aplicable, con alguna pequeña adaptación, durante mucho tiempo.
Sin embargo en nuestra sociedad los cambios se atropellan unos a otros. No solamente es la tecnología la que, al hacer más fácil la comunicación, abre la puerta a constantes cambios sino que nuestra sociedad por diferentes razones se está reestructurando.
Por ejemplo, recuerdo cómo antes de verano un empresario me preguntaba por contactos del mundo empresarial para empezar un ¡banco! Seis meses después sólo el pensamiento nos hace soltar la carcajada. El mundo ha cambiado radicalmente y esto es sólo el comienzo.
En un entorno como el actual aprender a aprender es algo crucial. El maestro debe centrarse en conseguir que sus alumnos aprendan a hacer frente a los nuevos retos. Se trata de una fórmula donde el profesor no conoce las respuestas a las problemas pero tampoco los problemas para los que pretende ayudar a encontrar respuesta. Suena imposible, pero esa es nuestra realidad.
Esta forma de enseñar es una tercera generación de enseñanza. Una forma de enseñar en la que no se sabe qué hay que enseñar ni por qué. Se enseña a hacer frente a los problemas derivados de un mundo cambiante pero no se conocen esos futuros problemas ni las respuestas a ellos.
Se trata de enseñar sobre lo que no se conoce.
Cualquier organización o equipo que quiera sobrevivir tiene que aprender a aprender.
Y no les queda mucho tiempo si no lo han aprendido ya.