Lunes negro, párpados hinchados.
Dolor de cabeza, gestos amargos.
Hiere la piel, antes tan dulce.
Sale el sol y mis ojos se cubren.
Lágrimas nacen, ya acorraladas.
¿Cómo pudo ser? Voz envenenada.
Duele hasta el aire de esta maldita mañana.
Corazón roto, muerta está el alma.
Mirada perdida al despertar el alba.
Ya no importan razones, el daño se inflama.
Tiempos de risas y flores...Ilusiones vanas.
Abrazos y besos rotos, rotas entrañas.
El sacrificio será, acaso, mi última y postrera arma.
La renuncia al ser del todo. Permanecer cual fantasma.
Vagando entre las sombras, podrá sonreir su cara.
Atravesando aquel túnel, volando entre las retamas.
No llores por mí, mi más y mejor amado.
No escupas dolor ni rabia pasados.
Me iré para liberarte de mi presencia mundana.
Me iré para estar juntos y doblarán las campanas
Tú serás feliz y pleno al dormir entre las sábanas
y sientas mis dulces caricias sanando, así, tus nostalgias.
Nostalgias de felicidad perdida.
Nostalgias de risas sin pausa.
Nostalgias de ti y de mí.
Nostalgias de vidas pasadas.
Nostalgias que un día vendrán,
para asesinar tus entrañas
Te cuidaré sin saberlo.
Te velaré con constancia.
Seré tu ángel de amor,
cuando aún duerman tus mañanas.