—Muchas gracias, Fernando. He recibido tu última novela de la que tengo que decirte, que su lectura me ha resultado muy fácil y amena. Pero, permíteme que te pregunte algunos aspectos sobre ella. En primer lugar, ¿Por qué de una novela corta y una micro novela?
R- Las dos las tenía escritas desde hacía tiempo y aunque no tenían la misma temática, sí que había un elemento común en ambas. El mar y los viajes en barco. En mi juventud quise ser marino, pero cosas de la vida tuve que renunciar a esa pasión. No me arrepiento, pero sí que hace que este tema sea un sueño no hecho realidad.
—En que te has basado, para los personajes de la novela corta.
R- No ha sido difícil. Desde los catorce años he trabajado en empresas con numeroso personal. Las relaciones de unos con otros, las historias que han crecido alrededor del contacto diario, han sido una fuente de inspiración nada despreciable.
—¿Tantos casos se dan?
R- Más de lo que parece. Y te diré que guardo algunas de esas historias que todavía no las puedo contar, pero se podrían escribir manuales que llenarían de nuevo la Biblioteca Nacional.
—¿Por qué de la huida?
R- En algunos casos no somos conscientes los humanos de que, ante un problema de consecuencias graves, podemos vernos abocados a tirar la toalla. Al personaje le ocurre eso. Se encuentra en una encrucijada. Por un lado, sufre la incomprensión de su esposa ante el desenlace de un suceso irreversible, que él se niega a aceptar. A esto hay que añadir, que conoce la existencia de una infidelidad continuada de su esposa, con Galerón su socio. Todo ello aderezado con los problemas del día a día de la empresa, le llevan a plantearse esa opción.
—Pero la esposa ¿es entonces la mala?
R- Él en ningún momento le echa toda la culpa a ella por lo sucedido. Es más, él en más de una ocasión cree que la actuación de ella es debido a no haber hablado suficiente del tema que les separa y asume una parte de la culpa.Pero la traición le provoca más desgarro y no ve la forma de ser feliz al lado de ella.
—Sin embargo, se vuelve a enamorar.
R- Cierto. Pero hay que verlo en el tiempo. Lleva a sus espaldas la traición no de un día, ni de una semana. Sólo se dedica a trabajar y en el momento que encuentra que alguien se interesa por lo que él quiere hacer, se le vuelven abrir las puertas del paraíso perdido. Al principio ni siquiera lo ve. Cegado en preparar la marcha, no se percata de que a su lado hay una mujer que se ha enamorado de él.
— Dejemos por un momento La Huida y veamos lo que nos dices del Hijo del Pecado. ¿Cómo has llegado a esta historia?
R- En primer lugar, reconocer que soy católico practicante. Por lo que he pretendido narrar los hechos con el máximo respeto a los misioneros. Éstos con su trabajo anónimo han llevado el Evangelio a las gentes de aquellas tierras, abandonando su seguridad en los conventos. En aquellos momentos de la historia, eran gente joven inexperta a los que les llevaba la pasión por su trabajo mensajero. Hombres como los demás, que expuestos ante grupos culturales diferentes, se tenían que enfrentar a situaciones de peligro espiritual.
—Pero, la historia que narras ¿ha ocurrido de verdad o es mera ficción?
R- No tengo conocimiento de ninguna historia como la que relato. Y para mi es pura ficción. Llegar a esta historia supuso ponerme en el lugar de aquellos primeros misioneros que llegaban a tierras extrañas. No conocían la lengua ni las costumbres, así que era fácil verse metido en algún problema.
—A mis oídos ha llegado el comentario, de que una lectora del libro te pidió escribieras un nuevo final, dándote la posibilidad de alargar la historia ¿Ha sido así?
R- Sí, es cierto. Pero escribir una novela es figurativamente como un parto. Una vez que la criatura ha visto la luz, no se le puede volver al vientre materno. No habría manera de retomar la historia, ya que en mi cabeza su final es cerrado.
—¿Nos vas a contar nuevas historias?
R- Para mí es un placer, aunque en este momento y por mi situación familiar no me resulta fácil. Sin embargo, está a punto de ver la luz una nueva novela. Aclaro que no es biográfica, pero sus personajes están tomados de la realidad familiar, aunque las historias que de éstos narro no son las reales. Aclaro que no es una narración formalmente cronológica, sino que pretende explicar lo que vivieron millones de familias reflejado en cinco de ellas. Y como a través del amor van saliendo adelante en un tiempo gris. Los sucesos no son diarios y por lo tanto hay saltos en el tiempo, en cada una de las situaciones geográficas en las que se encuentra los personajes. Eso sí, no esperen un final de infarto.
—Gracias Fernando por tus explicaciones y tu tiempo. Ya estoy impaciente por leer esta nueva novela. Suerte.
R- Gracias a ti, por ofrecerme la oportunidad de poder explicar sobre lo que he escrito. Es una manera de poder hacer llegar a más de una persona, el contenido de la obra y que pueda interesarse por ella.