Entrevista con Mayte Esteban
—Hola Mayte, estoy encantada de que hayas accedido a responder a mi cuestionario Proust particular. Háblanos un poco de ti. —Estudié poco en el cole, pero me fue bien; estudié menos en el instituto y así me fue, pero, cuando llegué a la Universidad (Alcalá, la facultad está a un pasito de la plaza Cervantes), me puse las pilas y me encontré a mí misma. Será porque estudié Geografía y aprendí a orientarme... He cantado en un grupo, he hecho radio, he trabajado como recepcionista de hotel, técnica de reciclaje de vidrio (suena mejor de lo que era) y mil trabajos raros eventuales más, pero lo que de verdad me encanta es dar clase. Vivo en una corrala (muy literario) pero moderna. Un día de estos tendré que convencer a mis vecinos para que hagamos teatro en el patio. Soy de Guadalajara pero me vine a vivir a Segovia hace casi dos décadas y, de momento, aquí me quedo. Me gusta ir al río y pasar todo el tiempo con mi familia. Ah, y escribir. —Buena biografía que nos acerca mucho más a la persona que se oculta Detrás del cristal J. Ahora háblanos de la Mayte Esteban escritora. ¿Cómo te definirías? —Un culo inquieto. Siempre explorando, poniéndome metas, tratando de averiguar qué soy capaz de hacer y qué no. Sin mucho miedo a seguir mi instinto porque estudiando literatura la conclusión a la que he llegado es que quienes al final se hacen grandes son quienes se toman las normas con cierta distancia. No sé si quiero ser grande, pero sí quiero ser yo, encontrar mi propia voz.—Pues ahora que ya te conocemos un poco mejor, veamos qué respondes a mi particular cuestionario Proust.
1. ¿Qué rasgo de tu personalidad como escritora destacarías? Escribo hasta cuando no tengo teclado delante, mentalmente. 2. ¿Qué cualidad esperas de un escritor o escritora? Emoción. 3. ¿Qué esperas de tus amigos cuando les das a leer un manuscrito? Sinceridad ante todo, que no sean complacientes sino críticos. 4. ¿Cuál crees que es tu principal defecto a la hora de escribir? No tener horario, ni constancia. 5. ¿Cuál es tu ocupación favorita? ¿Aparte de escribir? Leer y cocinar por placer y no por necesidad. 6. ¿Cuál es tu sueño de felicidad? Una casa sin ruido donde la ropa se planche sola y se meta en los armarios. 7. Si pudieras ser otra persona ¿quién te gustaría ser? ¡No quiero ser otra persona! ¡Quiero ser el gato de mi madre, que lleva una vida de lujo! 8. ¿Dónde te gustaría vivir? En una casa, con jardín y con muchos árboles para leer debajo de su sombra. 9. ¿Cuál es tu lugar favorito para escribir? La cama. Me rodeo de cojines, cierro la puerta y escribo feliz. 10. Tus novelas favoritas son: Imposible elegir. 11. Esas novelas que no pudiste terminar por… Un mundo sin fin y tampoco pude acabar la saga Los hijos de la Tierra. 12. Tu héroe o heroína de ficción Ayla, la protagonista de esta saga. Es un personaje que sería genial haber creado. 13. Tu pintor favorito Klimt y su beso. 14. Tu compositor favorito Pachelbel pero no escucho demasiada música clásica. 15. El escritor o escritora que más admiras. Auster. 16. ¿Qué talento natural te gustaría poseer? Me gustaría saber pintar. 17. ¿Qué le pides a la literatura? Una oportunidad para vivir de lo que me gusta (casi nada). 18. ¿En qué momento considerarías que has triunfado en la vida? Creo que triunfar es lograr que los que te rodean te quieran por cómo eres y eso, a día de hoy, lo tengo. Lo demás son etapas. 19. ¿Cómo crees que será tu vejez? No pienso mucho en ella. Al morir mi padre joven anulé ese pensamiento. 20. ¿Cómo desearías morir? Como él, con las personas que me quieren dándome la mano. 21. ¿Cuál es tu lema? Lo imposible solo tarda un poco más.
—Estupendas respuestas, me quedo con tu lema. Y hablando de otra cosa, a partir de mañana tendremos en todas las librerías, de la mano de Ediciones B, tu novela Detrás del cristal. Háblanos de ella. —Es lo más difícil de este cuestionario. Detrás del cristal es hija mía y puedo ponerle virtudes de esas que solo vemos las madres o me puede pasar lo contrario, quedarme corta por miedo a que no me toméis por una madre-fan. Intenté contar una historia de amor con un principio atípico, que para eso es literatura y no un periódico, pero en medio se cruzaron pensamientos, el tema de los malos tratos se plantó como fondo amargo de una comedia. Cuando me preguntaban qué estaba escribiendo, mientras la creaba, todo el mundo ponía cara de "esta está como una cabra" pero al final salió algo bueno porque a mí me ha dado la oportunidad de mi vida. Me gustan los personajes, ese Pablo que sin decir una sola palabra te conquista, Andrés y Ana que se van deshaciendo de sus miedos... Raquel, cuya amarga historia es tan parecida a la de tantas mujeres que alguna vez pensé que ojalá sólo existiera en la ficción. Y me gustan las frases que se me escaparon porque ahí, yo también perdí el miedo.
—Pues hemos terminado. Espero que Detrás del cristal obtenga en papel tantos lectores como merece. Es una historia preciosa contada de un modo impoluto. A mí me duró tres días y sus personajes han entrado a formar parte de mi memoria literaria.
Muchas gracias por venir, Mayte. Ahora que ya conoces el camino, vuelve cuando quieras.
—Muchas gracias por invitarme a tu casa, Antonia. Se siente uno muy bien aquí. Me ha encantado sentarme a charlar contigo y como creo que cuando te invitan a un lugar es bonito tener un detalle... te voy a regalar un nombre: Candela. Quédatelo y dentro de un tiempo, no sé cuánto, me cuentas.
Podéis encontrarla en su blog El espejo de la entrada.