Entrevistamos a Terror y Nada Más | FICCIÓN SONORA EN ESTADO PURO

El mundo de la ficción sonora y los audiorrelatos es muy emocionante. Las historias en papel pasan a cobrar vida sonora dando lugar a otro formato distinto para disfrutar de nuestros relatos y cuentos favoritos. Pero lograrlo no es una tarea fácil…
Por eso, para hablar con más profundidad sobre este tema tan apasionante, hoy sacamos la alfombra roja en El Tintero de Oro para recibir a Terror y Nada Más, un podcast de ficción sonora centrado en el terror, el suspense y la ciencia ficción en el que su equipo, formado por tres miembros: Antonio (Málaga), Miguel Ángel (Madrid) y Mariano (Sevilla), adaptan a autores clásicos, contemporáneos y emergentes, además de escribir sus propios guiones originales y de, en ocasiones, realizar adaptaciones libres al formato sonoro de textos de otros autores.

Al seguir en activo tras 15 años de experiencia, es el podcast de ficción sonora más longevo de España.

WWW.TERRORYNDAMAS.COM

ENTREVISTAMOS A TERROR Y NADA MÁS | FICCIÓN SONORA EN ESTADO PURO

—¡Bienvenidos!
—Mariano: ¡Un saludo para todos! Queremos agradecer a Auxi (M. A. Álvarez) la oportunidad de poder compartir nuestra experiencia con la comunidad de El Tintero de Oro, un lugar —a nuestro juicio— referente para los apasionados al arte de contar historias, tanto en formato escrito como audiovisual.
—Y nosotros nos alegramos mucho de vuestra visita. Tenemos muchas cosas interesantes de qué hablar. Pero primero…

Empecemos por conoceros un poco mejor: ¿qué hace exactamente el equipo de Terror y Nada Más?

Producimos, dirigimos y realizamos ficciones sonoras bajo una filosofía común, aunque imprimiendo cada uno su sello propio y carácter diferenciador. A su vez, Miguel Ángel y Antonio escriben guiones propios, dando vida así a nuestras ficciones sonoras originales. Mariano se enfoca especialmente en la gestión de nuestra comunidad —tanto en iVoox, como en redes sociales y email—, en las acciones de comunicación estratégica del proyecto, en el análisis de datos internos de la plataforma iVoox y en la creación de cuñas promocionales y créditos de todas nuestras creaciones.
Los tres interpretamos, contando con el apoyo de actores y actrices amigos del proyecto que participan desinteresadamente para poder dar vida sonora a nuestras creaciones. No en vano, cabe destacar que somos un podcast sin ánimo de lucro, económicamente estable en cuanto a poseer la capacidad para generar ingresos suficientes para cubrir los costes que genera su mantenimiento y desarrollo —gracias al apoyo de nuestra audiencia a través de la suscripción para fans de iVoox y a los ingresos publicitarios que obtenemos vía iVoox Originals al ofrecer nuestro trabajo en exclusiva en iVoox como plataforma de podcasting—, pero en modo alguno Terror y Nada Más es un empleo ni es una fuente de ingresos para ninguna de las personas que lo hacemos posible, sino nuestra afición, que desarrollamos en nuestro tiempo libre, tanto los productores como los miembros de nuestro equipo de intérpretes.

¿Cómo comenzó Terror y Nada Más? Habladnos sobre los orígenes del podcast.

Antonio: Un buen día, me desperté, hace más de 15 años. Mi padre había fallecido y andaba peleado con el mundo. Me resultaba difícil aceptar lo que estaba aconteciendo a mi alrededor por aquel entonces, y entre toda aquella bruma tenebrosa que me envolvía, viajando al trabajo en el autobús de línea en mi Málaga natal, comencé a escuchar en mi reproductor de audio, en formato podcast, las grabaciones de un programa de la radioficción pública ya cancelado hacía diez años, del que no pude desengancharme hasta escuchar hasta el último capítulo disponible; su nombre era Historias de RNE, dirigido por Juan José Plans.
Así nació en mí el propósito de crear algo parecido a aquel programa que durante tantas horas me había acompañado, librándome por momentos de las férreas cadenas de la realidad diaria. Así fue como nació Nuestros horrores favoritos, un podcast que podríamos definir como el germen de Terror y Nada Más, uno de los primeros podcasts de audioficción que existieron en iTunes —por aquel entonces, la plataforma líder de podcasting en España— en el que con la ayuda de amigos y movido únicamente por la pasión, al no contar con medios ni experiencia, traté de librar a los oyentes de la realidad para vivir historias horripilantes; ese era el objetivo al que aspiraba lleno de ilusión en ese mar de pesadillas en el que me debatía día a día. Fue por aquella época cuando creé los primeros especiales de Halloween y de Navidad, dramaticé los primeros relatos clásicos, escribí mis primeros guiones originales para ser producidos en formato sonoro e inicié la dramatización en formato ficción sonora de la novela Drácula.

¿Por qué el género de terror como temática principal?

Antonio: Desde que era pequeño me ha apasionado el género de terror y fantástico. Sin exagerar, podía consumir de niño dos o tres películas de terror del videoclub del barrio en cuestión de días. Siempre ha sido mi género favorito y, por tanto, tiene mucha lógica que al descubrir una nueva forma de proporcionar terror a otros y de una forma distinta, a la vez que asequible para mí, comenzara con Nuestros horrores favoritos, con más pasión que otra cosa, pero son un sello claro y distintivo del resto.
Miguel Ángel: Como le ocurre a Antonio, desde bien pequeño me han encantado las historias relacionadas con lo fantástico y sobre todo con el mundo del terror. Recuerdo cómo mi madre, que fue quien me introdujo en el género, alquilaba cada semana un par de películas en el videoclub, siendo una de estas siempre era de terror. Poco después me introduje en la literatura de terror con los relatos de Edgar Allan Poe y tuve la suerte de conocer el programa Sobrenatural (Ficciones sonoras) de RNE, al ser muy aficionado a la radio. En ese instante se unieron dos de mis pasiones, y mucho tiempo después pude formar parte de Terror y Nada Más, para dar vida junto a mis compañeros Antonio y Mariano a nuestras propias producciones.

¿Qué diferencia hay entre un audiorrelato y una ficción sonora?

Mariano: Cada vez son más los podcasts de audioficción existentes, tanto dentro como fuera de la órbita de los grandes medios de comunicación y plataformas de pago. Aunque el término ficción sonora se emplee generalmente para englobar a todo podcast de ficción en formato sonoro, la inmensa mayoría se centra en el formato audiorrelato o audiolibro, narrados sin interpretación —o quedando esta reducida a su mínima expresión—, sin efectos de sonido y empleando la música como mero colchón, como si de un podcast conversacional se tratase, sin que quede integrada en la narrativa como elemento protagonista.
La propuesta que presentamos en Terror y Nada Más, más allá de encontrarnos ante historias con múltiples personajes que dialoguen entre sí o en otras centradas en narraciones en primera o tercera persona, destaca por perseguir una sensación de inmersión total por parte del oyente. ¿Por qué? Pues porque nosotros apostamos por la ficción sonora —o audiodrama—, lo que significa que a diferencia de otros podcasts, intentamos crear películas sin imágenes. Por supuesto contamos historias a través de las palabras, eso lo tenemos en común con el formato audiolibro; pero además, damos vida a la historia con diferentes voces, efectos sonoros y músicas, integradas en la narrativa, y que por tanto nos sitúan y nos cuentan acerca de la historia que estamos viviendo. Para ello, es fundamental el empleo de los planos sonoros, como ocurre en el cine y las series. Por ejemplo, el plano espacial denota el lugar en el que tiene lugar la narración; así, si una escena tiene lugar en el interior de una cueva —La isla de los muertos—, las voces de los protagonistas y los sonidos que perciba el oyente, tendrán cierta reverberación; a su vez, si los personajes se encuentran en el interior de un helicóptero y se comunican a través de un intercomunicador —como ocurre en otra escena de la mencionada ficción sonora—, el tratamiento de sus voces, el sonido de las hélices y el ruido que todo ello genera nos remitirá a ese lugar. Por otro lado, el plano temporal contextualiza la acción temporalmente. En nuestra adaptación libre del relato de Stephen King Un trago de despedida, en la primera escena, que tiene lugar en un bar, escuchamos un parte meteorológico por radio que nos habla del temporal de nieve que está aconteciendo, y que será determinante en el devenir de la trama. Asimismo, también podemos citar el plano de intención, cuya intencionalidad es la remarcar una circunstancia particular, como por ejemplo, que la escena que escucharemos a continuación tuvo lugar en el pasado —La cucaracha u Hola y adiós—. Y, por último, el plano presencia (primer plano, plano general...) que a decir verdad, es uno de los planos sonoros que nos encantaría aprender a explotar mucho más.
Al contrario de lo que algunas personas creen, la sensación de película sonora no la determina el número de intérpretes que participan en la producción, ya que tenemos buenos ejemplos en nuestro catálogo de ficciones sonoras muy inmersivas en las que solo participa un intérprete, y la sensación es la misma. La clave, sin embargo, está en la interpretación y el montaje, como hemos ido viendo. Para ello hay que dejarse las pestañas en el proceso de edición, pero particularmente no conocemos otra forma de poder aportar un resultado como el que modestamente logramos en Terror y Nada Más, sin contar con grandes medios técnicos y artísticos a nuestra disposición.
Y es que uno de los grandes alicientes del formato ficción sonora es justamente el cómo, mediante el empleo de recursos audioestimulantes, se puede lograr enganchar al oyente, introduciéndolo dentro de la historia y activando su propia imaginación, de tal forma que pueda recrear en su mente su propia película, sintiéndose parte de ella. El uso de la música —su elección y montaje— es crucial para dibujar las respectivas escenas y para arropar todos los sucesos que acontecen en la historia, acentuando las sensaciones que se deseen transmitir. Y cómo no, los efectos de sonido —como antes explicábamos— son fundamentales a la hora de contar nuestras historias; desde los ambientales, que pueden arropar toda una escena como colchón de fondo para crear una imagen mental de los lugares donde se desarrolla la trama, hasta elementos más detallistas. Por eso, en Terror y Nada Más, cada producción es una experiencia única y diferente.
A diferencia de las películas y series que vemos en nuestras pantallas, una ficción sonora nos entrega todo salvo la imagen, por lo que es nuestra imaginación como oyentes la que da rostro a los personajes, forma y color a los escenarios, etc., consiguiendo sumergirnos en la historia y sentir que somos parte de la trama.
¿Qué sucede? Que producir este tipo de piezas con un resultado como el que logramos en Terror y Nada Más supone un esfuerzo enorme, ¡brutal! y es por ello que prácticamente no existen otros proyectos independientes, gratuitos y de habla hispana que ofrezcan propuestas como estas dentro del género fantástico; creaciones sonoras, en definitiva, más cercanas a una experiencia cinematográfica que a la lectura de un libro, siendo esto último lo que, a nuestro juicio, ofrecen los podcasts de audiorrelatos y audiolibros, una locución de un texto dirigido a personas que no tienen tiempo o ganas de leer, mucho más compatible con la multitarea y que poco importa si se escucha en los propios altavoces del móvil o en un pequeño altavoz bluetooth, en contraposición a la ficción sonora, que supone una propuesta estimulante y rica auditivamente hablando, que requiere máxima atención para poder experimentarla al cien por cien, y cuya forma de disfrute recomendada son sin lugar a dudas los mejores auriculares de que disponga el oyente.
—Es decir, que para lograr un buen resultado, hay que tener en cuenta multitud de factores.

¿Cómo trabajáis la ficción sonora?

Mariano: Tal vez las dos principales diferencias existentes entre la propuesta sonora que ofrecemos en Terror y Nada Más y las que presentan otros podcasts de audioficción son, por un lado, nuestra concepción de la narrativa sonora, en la que música, efectos de sonido e interpretaciones son protagonistas por igual; y en segundo término, dentro de nuestras posibilidades, siempre dramatizamos el texto —relato o guion— que tenemos delante, "ni lo leemos, ni lo locutamos", sino que existe un trabajo actoral detrás, persiguiendo siempre el mejor acabado posible a nivel de postproducción.
Si bien, en Terror y Nada Más no disponemos de un estudio de grabación donde nos reunamos para grabar, con la comodidad que supone poder dirigir en persona a un intérprete y la facilidad a la hora de poder encarar los diálogos entre ellos. Cada productor y cada intérprete residimos en una ciudad distinta de la geografía española, grabamos en distintos momentos y lugares, por lo que conseguir una factura como la que tratamos de ofrecer a nuestra audiencia, siendo este un proyecto que hacemos por amor al arte todos, movidos por la pasión, y en las circunstancias en que lo hacemos, requiere mucho pero que mucho esfuerzo, por no hablar de otras cuestiones. Y es por esta razón, como antes mencionábamos, que no existen proyectos similares al nuestro que se mantengan en el tiempo, ojalá.

Y ¿qué requisitos debe tener un relato para que sea convertible en ficción sonora, Mariano?

A mi juicio, y como comprobaréis se trata de una opinión muy personal, debe ser una historia que pueda ganar enteros en formato sonoro, porque si es un texto que cumple su función leído, ¿qué sentido tendría adaptarlo? Para ello, su narrativa debe resultarme liviana, y debo ser capaz de ir dibujando las distintas escenas sonoras en mi cabeza a medida que avanzo en su lectura. Por supuesto, su producción sonora debe ser asumible por nuestro equipo —debe ser un relato de extensión manejable para nosotros, y con personajes con registros de voz compatibles con los integrantes de nuestro equipo de intérpretes—, y sobre todo, la historia debe motivarme lo suficiente como para poner en marcha toda la maquinaria necesaria para dar vida sonora a dicha historia, con la inversión de tiempo y energía que eso supone para el equipo de personas que involucre la producción.

Miguel Ángel, cuéntanos: ¿Cuál es tu parte favorita a la hora de realizar una ficción sonora?

Pues no lo tengo nada claro, ahora que me lo preguntas. Cada etapa en la creación de una ficción sonora es apasionante y tiene su dificultad. Desde crear un guion dinámico y que mantenga la atención del oyente en todo momento, pasando por la propia grabación de la narración o de los personajes, o la dirección de actores. Pero creo que la parte que más disfruto, aunque también con la que más sufro, es la del montaje. En esta etapa es donde vamos a dar una forma concreta a la ficción y vamos a jugar con todos los elementos que la componen. Principalmente maquetaremos e iremos contando la historia mediante los personajes o narración y lo haremos acompañando la trama con el uso de otros elementos también de gran importancia como la música y los efectos de sonido, eso sí, realizando todo este proceso de la manera más dinámica posible para aportar agilidad a la historia y llevar un ritmo o tono adecuado en cada escena.

Antonio, además de con una historia de creación propia, ¿con qué tipo de historias y por qué te sientes más identificado a la hora de realizar una ficción sonora: clásicos, contemporáneos, emergentes?

Siempre he sido la parte más clásica y añeja del grupo. Amo los clásicos, especialmente el horror gótico y el horror cósmico, todo dentro de los clásicos. Hay piezas modernas de estos géneros que también me gustan; pero, en general, suelen decepcionarme. Muchas obras cometen el error de querer modernizar un estilo como el gótico o el horror cósmico con señas de identidad muy claras y que al modernizarlas se transforman en otra cosa al dejar de seguir sus reglas no escritas. Me gusta sentir lo añejo de una mansión con turbios secretos entre sus paredes mohosas, o la potencia de seres ominosos que, sin saberlo nosotros, nos observan y manipulan a placer. Es algo que va más allá de lo material; es saborear el espíritu de lo oculto, lo ominoso o lo horripilante, de esas obras en esos estilos concretos, con todos sus artificios, con sus ambientes extraordinarios y sus personajes aterrorizados, locos o torturados lo que me inspira, tanto para la escritura como para la producción sonora.

Pues para ir escuchando algo desde ya… Recomendadnos una ficción sonora que hayáis producido cada uno.

Miguel Ángel Pulido:Elegir solo una ficción sonora de todas las que he realizado para Terror y Nada Más me resulta muy complicado, porque cada una tiene algún componente que la hace especial, diferente y única para mí. Sería lógico escoger entre tantas una especialmente terrorífica o macabra como las englobadas en La saga del mar u otras que han impactado a la audiencia como La mancha negra, pero en este caso voy a escoger una muy diferente: La ciudad de humo.
En esta producción de corte fantástico y que coquetea con el misterio y la ciencia ficción, nos encontramos con una dramática historia centrada en las vivencias de un niño y en el cómo, desde su inocencia, ve el mundo, un mundo distópico y marchito, de forma muy distinta a aquella en la que lo ven los adultos. De esta manera, el chaval, Carlos, tomará decisiones que le complicarán la vida y le harán vivir una extraña aventura que sin duda formará parte de su aprendizaje y su experiencia vital hacia la madurez y la construcción de sus futuros valores de adulto.
Como he dicho antes, no es una ficción centrada en el terror y lo macabro, pero sí que recoge ciertos ingredientes de componente fantástico y emocional que a mis ojos la hacen muy especial.
Antonio Reverte:Como fan acérrimo del horror lovecraftiano, considero que una de mis producciones favoritas es la última versión publicada en junio 2021 de El color que surgió del espacio del maestro Lovecraft.
Puse mucho empeño en transmitir al oyente de forma extremadamente detallada la atmósfera densa, sobrenatural y enfermiza de este relato que, por otro lado, es un magnífico ejemplo de título de horror cósmico. Fue muy satisfactorio realizarlo y narrarlo, además de contar con las actuaciones de parte de nuestro elenco. Sin duda, junto a la audioserie de mi creación Legado Lovecraft de mis creaciones sonoras favoritas.

Mariano Bascón:Por su significado especial a nivel personal, destacaría nuestra adaptación de El blues de la sangre de cerdo de Clive Barker.
Fue la primera súper producción que llevé a cabo en Terror y Nada Más —con ayuda de mi amigo Danni Michael, que fue quien, a media que la íbamos creando, me formó en el manejo del programa de producción musical que usamos para dar vida a nuestras ficciones sonoras: Cubase—. La fui haciendo con ayuda de Danni muy poco a poco, mientras producía otras ficciones sonoras. Además, produjimos juntos la banda sonora original de la misma, y formaron parte del reparto, entre otros, familiares y amigos. Cabe destacar también que el relato en sí es uno de mis favoritos dentro del género de terror.
—¡Ya tenemos por dónde empezar a escuchar! Eso sí, siempre con auriculares para hacer mucho mejor la experiencia.
—Mariano: Así es. ¡Coged vuestros auriculares y dadle a play!

Pero sabemos que, además de todo este trabajo, recientemente habéis iniciado una nueva sección…

Miguel Ángel: Sí, es cierto. Aún está en desarrollo, pero ya estamos trabajando en los primeros programas. Se trata de Terror y Nada Más: Más Allá, un nuevo espacio donde ahondaremos en las entrañas de la bestia para conocer a fondo todos los entresijos y las vicisitudes a las que nos enfrentamos a la hora de realizar nuestras producciones. Hablaremos de muchos temas relacionados con nuestra manera de afrontar la ficción sonora y lo aderezáramos con otra información que veamos interesante en formato de entrevista, respuestas a comentarios de nuestros oyentes y avances de producciones, entre otros. Pensamos que con esta nueva sección los oyentes de Terror y Nada Más podrán hacerse una buena idea de lo que es vivir en este apasionante mundo, estando dirigido este nuevo contenido especialmente a los más fans del proyecto.
—¡Qué gran idea! Siempre resulta curioso conocer lo que hay “detrás de las cámaras”.

Y, por último, desde vuestra extensa experiencia, ¿qué consejo le daríais a alguien que haya pensado en comenzar su propio podcast?

Antonio: Hoy día, comenzar un podcast es bien sencillo y más en el área en que nos movemos en Terror y Nada Más. Cuando yo empecé (2007) no había nada de esto, éramos yo y dos más, y en España me atrevería a decir que solo yo. Hoy día, además de los medios oficiales o comerciales, existen multitud de podcasts sobre la materia —audiolibros y audiorrelatos, fundamentalmente—. Pero si la pretensión es alcanzar lo que Terror y Nada Más ha logrado por méritos propios, lo primero es hacer algo diferente a los demás, proponer dentro de este arte del audiolibro y la ficción sonora algo nuevo. Esto es fundamental. A partir de ahí: trabajo, esfuerzo, lucha y pasión. 15 años después, Terror y Nada Más es un referente ineludible en el mundo de la ficción sonora en lengua castellana, pero ha costado, literalmente, sangre, sudor y lágrimas.
Miguel Ángel: Como comenta Antonio, antaño un proyecto de ficción sonora era mucho más raro de encontrar y, por lo tanto, también de crear y desarrollar. Ahora hay mucho más movimiento en este sector a nivel creación e interés por parte del oyente por lo que debería ser más sencillo emprender unan nueva aventura en ese sentido. Personalmente, mi consejo sería muy parecido al de Antonio. Ya que vas a hacer algo que ya están haciendo más personas, intenta despuntar ofreciendo un plus de calidad, variedad de contenidos o cualquier otro elemento que te diferencie del resto o te haga destacar, para así ofrecer algo que no puedan encontrar en otras plataformas o en otros podcasts. Ah y, sobretodo, mucha paciencia y aguante, porque mantener un podcast de estas características es una carrera de larga distancia y puede resultar agotador.
—¡Gracias por estos consejos y por mostrarnos parte de vuestro proceso creativo! Ahora conocemos mejor este interesante mundo de la ficción sonora.
—Antonio: Muchas gracias por darnos la oportunidad de compartir nuestra experiencia con los lectores del Tintero.
—Mariano: ¡Ah!, antes de despedirnos, invitamos a los miembros de la comunidad del Tintero que se hayan quedado con ganas de saber más, a acudir a nuestros programas especiales, en los que contamos más sobre la historia del proyecto y nuestras motivaciones.
—Así lo haremos. Y yo voy a añadir otro extra antes de finalizar la entrevista. ¿Te acuerdas cuando también estuvimos hablando sobre la creación de ficción sonora en la Hispacon, Mariano? Pues para finalizar, rescato el vídeo: 
ESCUCHANDO Y VIENDO LA LITERATURA DE TERROR  (en Youtube). 
¡Qué gran recuerdo! Y ahora sí, esto es todo.

¿Y VOSOTROS? ¿HABÉIS REALIZADO ALGUNA VEZ VUESTRAS PROPIAS NARRACIONES? ¿TENÉIS ALGÚN CANAL DONDE ESCUCHARLAS? ¡CONTADNOS EN COMENTARIOS!

¡Saludos Tinteros!