Revista Talentos
Eroticamerica 2.0.
Publicado el 26 mayo 2010 por McaellasOtro que se esconde por la vieja Europa es Efraim Medina Reyes. Por la zona de Vicenza, cerca de Venecia, se expande la energía de este fogoso caribeño. Efraim presentará en Eroticamerica una fiesta de los sentidos, una lectura en movimiento, un diálogo a ritmo de blues, soul y música antillana, una voz en la tormenta, una rumba con forma y fondo, un delirante y salvaje ritual de amor y erotismo. Todo eso acompañado por David Puente como DJ invitado y por Alba Corral como VJ. La cita es el miércoles 9 en Electric Bar, en el barrio de Gracia. Entrada libre hasta completar el aforo, como suele decirse. Como aperitivo un texto del libro Pistoleros/putas y dementes (greatest hits) que espero sea tan controvertido como este otro, publicado en otro blog/país/momento.
SUENA COMO UNA VIEJA CANCIÓN
Hay chicas que saben darte lo mejor de sí, que se dejan llegar con una bolsa de papel en cuyo interior hay un tesoro: vodka decente, pan francés, cigarrillos y mentas y también cápsulas para la resaca. Ellas saben que eres un prisionero y no un pelele que juega a ser artista, y si no lo saben al menos fingen con gracia.
Chicas que te ayudan a espantar al tipo de la renta, que recogen lo que halla en tu buzón y lo tiran sin abrir porque son listas, entienden que la gente como tú no recibes cheques de fundaciones o revistas ni saludos en Navidad, que el mundo allá fuera quiere romperte las pelotas. Ellas no dicen que eres infiel sino que te las arreglas como puedes.
Chicas que te rascan la espalda y no hacen preguntas inútiles porque no quieren mentiras inútiles. Chicas que cualquiera, menos tú, podría amar y por ende echarlas a perder. Ellas no necesitan un marido celoso, no quieren al amable yuppie que arrastra el trasero para obtener migajas. Ellas se entregan al prisionero, al tipo que da un portazo y borra el cochino mundo con sus poetas a medida y sus puticas honorables. Chicas capaces de limpiar las persianas sin comentarios, que saben cuándo es hora de poner tierra de por medio y que jamás llevarán una estúpida flor a tu tumba.