Revista Literatura

Esoterismo.

Publicado el 16 diciembre 2013 por Aluminca

Esoterismo.
El ser humano busca solución a sus problemas, de todas las maneras conocidas e incluso de algunas que no conoce tan a fondo, existen momentos en la vida que llevan a preguntarte que tan natural es lo que te está sucediendo y al no encontrar una respuesta lógica, terminamos inclinándonos hacia otras opciones.
Recargado en la fotocopiadora, escuchaba las penurias de Matías, quien no paraba de quejarse de una racha de mala suerte que lo tenía atrapado desde hacia unas semanas.
-Ah, que caray, mano. Está visto que te urge una limpia.- Comente.
-Sí. Saliendo de aquí me voy derechito a consultar al primer pinché brujo que me encuentre, a ver si me quita lo salado.
Sonreí ante la imagen que me vino a la mente.
Y justo cuando pensaba continuar la broma, intervino en la conversación, un hombre de unos sesenta años de edad, que estaba esperando turno para ser atendido
-Eso no lo diga ni de broma, amigo. Lo peor que puede pasarle con esa suerte que trae, es caer en manos de alguno de esos vivales. Todos son unos malditos estafadores.- La vehemencia de su intervención nos dejo mudos y al no recibir contestación, continuo.
-En el 85, el año del terremoto, mi hija ya había terminado su carrera de administración y estaba trabajando en un banco muy reconocido. Su novio, era ingeniero de profesión, se conocieron en la escuela preparatoria y ya tenían incluso planes de boda, por lo que estaban ahorrando dinero en una cuenta bancaria, querían comprar una casa y amueblarla antes de casarse.
Yo ya estoy jubilado y con mi ahorritos le regale un auto de agencia a mi hija cuando se recibió.
Todo parecía ir sobre ruedas, el era un joven serio y trabajador, que se daba a querer y respetaba a la familia, mi mujer y yo estábamos muy contentos con ese noviazgo.
Un día, inesperadamente rompió su compromiso con mi hija y no hubo manera de hacerlo cambiar de opinión. Mi hija se deprimió profundamente y después de unos días lo busco para que aclararan cuentas del dinero que tenían ahorrado en el banco, el simplemente le contesto que se lo quedara y colgó el teléfono.
La siguiente vez que Judith intento localizarlo, se encontró con que había renunciado a su trabajo y en su casa no tenía línea, desesperada busco a su suegra, quien le recomendó dejar las cosas por la paz, su hijo tenía sus razones y lo mejor era que terminaran su relación. A mí me molesto sobremanera que terminaran tan de tajo y que el fulano no tuviera los pantalones para aclarar las causas de esa decisión pero si no le daba la cara a mi hija, menos me iba a aclarar a mí y encima mi hija insistía en que yo no debía intervenir, respetando su decisión me mantuve al margen.
Ella y mi mujer  estrecharon relación y salían varias veces al día por prolongados lapsos de tiempo, cuchicheaban y susurraban y m’ija cada vez descuidaba más su trabajo los meses pasaron y yo dando tiempo a que las cosas regresaran a la normalidad, no me percate del problema hasta que las cosas estaban muy aventajadas.-
 Un fin de semana Fernando salió por el periódico al puesto de “A la vuelta” ya con periódico en mano observo a doña Clara preparando esas deliciosas Gorditas de frijol, que tanta fama tenían en el rumbo y decidió comerse un par con un buen atole. Total esos gustos no se los daba a diario.Ya de vuelta y con la tripa satisfecha Fernando vio salir a Estela Y Judith apresuradamente, en una actitud bastante sospechosa y dirigirse a la avenida. Intrigado decidió dejarlas ir, ya las interrogaría con más calma.
Mientras esperaba el regreso de “Sus Mujeres” tuvo tiempo para relacionar  los hechos y concluyo que la actitud por ellas tomada estaba directamente relacionada con la ruptura del noviazgo de Judith y Abraham (Últimamente todo estaba relacionado con ello) Una interrogante aleteaba en su cerebro sin animarse a aterrizar, pero como todo cae por su peso, de pronto lo sorprendió golpeándolo de pleno (Y… ¿El Auto? ¿Dónde está el auto?) Hizo memoria, Tratando de recordar la última vez que viera el auto, se sorprendió al concluir que llevaba al menos dos semanas sin escucharlo entrar o salir de la casa (Si estuviera descompuesto, habrían recurrido a mi antes de llevarlo al mecánico, ¿Prestado? Ni pensarlo, no se lo prestaba ni a Abraham. ¿Qué puede haber hecho con el carro?) Decidió aclarar el asunto en cuanto volvieran.
La Cara de Judith al escuchar a su padre preguntar por el auto se descompuso de tal manera, que Fernando casi se arrepintió de haber preguntado. Desencajada, respondió
- Lo vendí
-¿Qué? – Interrogo Fernando, montando en cólera-¿Qué lo vendiste? ¿Por qué tendrías que venderlo?
Estela al ver los aprietos de su hija decidió intervenir
-Bueno, era su carro ¿Qué no? Ella sabrá lo que hace con sus cosas, no querrás que todavía te tome parecer, ya es una mujer independiente y bastante grandecita como para tomarte opinión ¿No crees?-Intervino Estela
- Ella y tú también, son mujeres mayores y con criterio, espero...- Devolvió el golpe Fernando y vio como ambas lo resentían.
- De cualquier modo te ruego que no presiones más a la niña, bastante tiene con sus problemas como para que tu vengas a empeorar las cosas.- Concluyo su mujer.
La noche fue una tortura para Fernando, preocupado por su hija y ofendido por la actitud de su mujer, se sentía como quien se acuesta con su peor enemigo. Las nalgas de Estela contra su muslo, le causaban repulsión y hasta su respiración acompasada le molestaba.
Recordó cuando un compañero de oficina lo invito a una fiesta en la que conoció a aquella mujer un par de años mayor que él (En aquellos tiempos una mujer soltera de treinta años, se podía considerar solterona) Pudo ver claramente la cara de Hortensia la madre de Estela, pasar del casi desprecio a un interés desmesurado cuando, casi como no queriendo Santiago (Primo de Estela y Compañero de Fernando) informo de su soltería.
-Así que es usted soltero, joven- comento Hortensia, intentando disimular su interés observando  el tenedor que sostenía entre sus dedos.- ¿Y cómo es que un joven tan apuesto sigue soltero?¿Cuántos años tiene usted? ¿Dónde vive? ¿Estudios? ¿Puesto? ¿Familiares?- De pronto Fernando se sintió como interrogado por la policía secreta.
Ahora al paso del tiempo pudo comparar y se sorprendió ante el parecido entre su difunta suegra y su mujer, parecido físico y parecido del comportamiento. Ahora podía ver claramente el cambio de la tierna novia a la esposa que poco a poco, derivo en una tirana que no acepto nunca razones, ni opiniones. Solo sus decisiones fueron válidas y termino convirtiéndose en la vigilante de esa celda que el algún día considero su hogar. Sintió como la rabia incendio su cerebro y lucho por contenerla, cuan injusto trato recibió siempre de ella, que termino considerándolo un simple proveedor para la casa.
 Llego la mañana y con ella una noticia que vendría a poner luz en la mente de Fernando. Terminado el desayuno se dirigió a la sala, planeaba hojear un poco el diario mientras reposaba el desayuno, después pretendía salir al súper para comprar la despensa de la semana.
Escucho sonar el timbre y resignado se puso en pie y acudió a abrir la puerta. Grande fue su sorpresa al ver a la madre de Abraham (El ex novio de Judith) y escucharla solicitar hablar con Judith. No pudo contener su cólera y le increpo
-Ah caray, Ahora resulta que ya le salió lo platicadora ¿No? Pues fíjese que ahora la que no puede hablar es mi hija. ¿Cómo ve? – La mujer parecía disponerse a rogar, cuando Fernando escucho la voz de Judith a sus espaldas.
- ¿Podrías disculparnos? Me interesa hablar con la señora.
Ya se preparaba Fernando para contra atacar, pero la mujer intervino
-No es necesario, lo que tengo que decir lo pueden escuchar los tres.- Espero un instante y al comprender que nadie la iba a invitar a pasar, continuo- yo le dije, siempre a Abraham que no era la manera de terminar, que debía explicarte la situación pero él te quiere tanto que quiso evitarte cualquier dolor…- Se vio interrumpida abruptamente por Estela quien la lleno de  recriminaciones. La mujer con cara de resignación espero a que cupiera una pausa en la verborrea y continuo- ...Te ruego, por lo que más quieras me acompañes a la casa, eres la mujer que más ha amado y te necesita en estos momentos.-
La declaración los desconcertó.
- ¿Pues qué le paso? -Pregunto Judith Y siguiendo la escuela de su madre. Reprocho- ¿No que no quería saber nada de mí?- Sin poder ocultar un tonito de triunfo.
-¡Ay, hija. Yo no sé si sea apropiado que vuelvas a ver a "Ese Hombre" , Ya ves que no fue ni para dar una explicación, Se fue como sirvienta y ahora que te necesita, manda a su madre. No es ni para dar la cara- Intervino Estela.
Fernando, se mantenía atento a la discusión sin intervenir, procuraba no entrar en chismes de viejas, pero este asunto lo afectaba directamente y no sabía cómo reaccionar. Vio directamente a su consuegra y fue testigo del derrumbe que sufrió  mientras rogaba- Por favor Judith. No tomes esa actitud ante él. El te ama y se está muriendo de cáncer. No quiso que vieras como se lo tragaba esa pinche enfermedad. Ya ves como es el.-
La declaración tomo por sorpresa a los tres y los desarmo de inmediato. Fernando busco con la mirada, la cara de Judith y encontró una mezcla de emociones que iba desde el pesar hasta el terror pasando por la indignación. A Fernando esto le extraño y no supo como explicárselo.
Estela fue la primera en reaccionar (Como siempre, aunque no todas las veces su reacción fuese la adecuada) A la mente de Fernando vino la pinche frasecita graciosa "Quieres velocidad o precisión" y a punto estuvo de soltar la carcajada, Como pudo la disimulo con una tos y carraspeando, consiguió recuperar el control
- Dice que, ¿Abraham está enfermo?
- Y necesita verte, Hija.- Confirmo la suegra a Judith.
Judith aun con cara de azorada. Sentencio- Vamos Pues.- Y se encamino a la avenida, tomando del brazo a su suegra.
Estela les dio alcance e  interrogo sin  tacto alguno- Y ¿Abraham tiene dinero para su tratamiento?- Sin hacer el mínimo caso a las miradas reprobatorias de Fernando y Judith , continuo. - Porque nosotros de momento estamos sin dinero y no vamos a poder prestarle. Hablo a la velocidad de la luz, sin permitir que la interrumpieran.
-No es dinero lo que mi hijo necesita en estos momentos y en caso de necesitarlo no sería a usted a quien recurriríamos- Respondió Magdalena con chispas de furia en los ojos. Esa mirada fue suficiente para terminar la diatriba de Estela, quien comprendió que en otras circunstancias el trato a recibir por parte de su consuegra sería muy diferente.
Observando la calle por la ventanilla del taxi, Fernando meditaba en los giros tan extraños que iba tomando la situación. Por su mente nunca paso, una enfermedad como causa del rompimiento y ahora enfrentado a esta verdad, después de haber imaginado cincuenta razones diferentes lo desconcertaba.
Judith se partía entre las ansias de volver a ver a su amado y el remordimiento de haber dudado de su cariño.
El momento de enfrentar la realidad llego al estacionarse el taxi a las puertas de la casa de Abraham. Magdalena bajo del taxi y presurosa extendió un billete al chofer para que se cobrara, como les había dicho anteriormente , no era un asunto de dinero y no quería que le pagaran ni el taxi, Si por ella fuera, hubiera mandado a chingar a su madre a la pinche Estela desde hace muchísimo tiempo,(Pinche vieja pedante) Pero por el bien de Abraham la soporto esos años siempre con una sonrisa. Hoy era un último esfuerzo, la toleraría una última vez, por su hijo y ay  de Estela si volvía a atravesarse en su camino. Abrió la puerta de su casa y se hiso a un lado para dejar el paso libre a Judith, quien sin pronunciar palabra, se introdujo rápidamente en la sala, de frente a la puerta, se encontraba Abraham mas postrado que sentado en el viejo studio couch que heredara de su padre hace algunos años. Observo a Judith en silencio y pareció encogerse aun mas sobre sí mismo .Volteo la cara y hundió la barbilla en el hueco de su hombro. Judith a tres metros de distancia pudo escuchar claramente el sollozo que dio inicio al llanto del hombre que pudo haber sido su marido algún día.
 Aquel joven delgado, moreno y tan tímido, que necesito que Barbará (Compañera de Judith, a quien no pudieron haberle elegido mejor el nombre sus padres) aprovechara un día la mutua presencia para decirle a Judith frente a él- Dice Abraham que si quieres ser su novia: - Abraham perdió hasta el aliento y poco falto para saliera corriendo, por lo menos los ojos buscaron con urgencia una ruta de huida que los pies no pudieron seguir. Judith aprovecho el instante y lo interrogo- ¿Si es cierto, Abraham?- Abraham observo con intensidad sus zapatos durante un instante y levantando lentamente la cabeza, la observo apenado a los ojos y en silencio asintió tímidamente. Judith dudo un instante y continuo- Bueno pues... Acepto- Barbará pego un gritito de emoción y exclamo con su conocida desfachatez - Pues que vivan los novios, Caramba.- y tomando las manos de ambos las unió sin dejar de reír, para a continuación despedirse mientras les cerraba un ojo con complicidad.
Volvió a la realidad y observo nuevamente a Abraham envuelto en una cobija ligera y coronado por una gorra de lana, la cara demacrada y los ojos hundidos. Era difícil entender como una persona podía consumirse de esa manera en unos cuantos meses. Se acerco lentamente y temerosa de un rechazo coloco sus manos en los hombros de Abraham. El descanso la frente en el dorso de su mano y muy quedamente dijo- Perdóname.-
- ¿Por Que no me explicaste lo que tenias? ¿Por qué te callaste, tanto dolor?- Recrimino Judith y ante el silencio, continuo- ¡Creíste que no podria entenderte? ¡Te quiero, Carajo! ¡No sabes, lo que he pasado! ¡Lo que me he imaginado!- Y exploto en llanto, cayó de rodillas, recargo la cabeza en su regazo y se abrazo a las piernas de su amado. Abraham sollozaba ininterrumpidamente y su frágil cuerpo se sacudía sin control.
Fernando, observaba a distancia luchando por no contagiarse de tanto sentimiento, busco con la vista a su mujer y la vio llorar desconsolada, al igual que Magdalena, se coloco entre ambas y les paso sus brazos por los hombros esperando alguna resistencia sobre todo por parte de Magdalena, pero por el contrario ambas mujeres se acercaron a él sin ninguna resistencia, esto fue la gota que colmo su vaso. Sintió en su interior como la resistencia cedía y no pudo contener más su llanto, sus piernas se debilitaron y tuvo que esforzarse por mantenerse de pie.
Fernando volvió con su mujer a casa, Judith decidió quedarse junto a Abraham, tenían mucho que contarse y  ya los alcanzaría mas tarde. El regreso lo hicieron caminando, durante los veinte minutos guardaron silencio, cada uno ensimismado en sus pensamientos, calculando cuanto habían ayudado a su hija y cuanto la habían obstaculizado. En casa Fernando fue directo al cuarto de los trebejos y estuvo removiendo por varios minutos, esperando escuchar los reclamos de Estela por el desorden que provocaba, pero estos no llegaron. Sus dedos tropezaron con una caja de cartón que contenía un viejo rompecabezas de 1500 piezas, que tantas veces intentara armar sin éxito, la mayoría de las cuales interrumpió, porque a Estela hasta verlo entretenido le molestaba. Sacudió la cabeza , hoy no era un buen dia para avivar rencores. De pronto, se le prendió el foco y supo como lograría terminar su rompecabezas, caja en mano salió al patio y se dirigió al único rincón de la casa que consideraba totalmente suyo, El taller. Retiro el candado y entro, casi de inmediato localizo lo que buscaba. Tomo el pedazo de triplay y trazo la medida del rompecabezas, luego calculo una "maría luisa" de unos 5 cms y procedió a cortar, tomo también una mamila de resistol y regreso decidido a la sala, acerco la mesita de centro al sillón y coloco su triplay y el rompecabezas encima. Lentamente se sumergió en el placer de buscar piezas y colocarlas en su lugar fijándolas a la madera con resistol( A ver si me las vuelve a guardar , la muy cabrona). Las horas pasaron sin sentir, el sonido de la puerta al abrirse lo devolvió a la realidad. Judith entro y a sus espaldas Fernando pudo ver la oscuridad de la noche antes de que ella cerrara la puerta.
- ¿Qué hora es?- Interrogo
- Las nueve y media- contesto Judith, ante su sorpresa y acercándose puso su mano en su espalda y le comento- Parece que esta vez sí lo vas a terminar- Refiriéndose al rompecabezas.- ¿Y mi mama?- Fernando se pregunto donde estaría su mujer.
- No sé, no la he visto ya tiene rato. Me distraje armando el rompecabezas. Debe estar en la recamara.
Judith se inclino y le beso la frente y la mejilla y viéndolo con mirada triste y cansada le dijo-  Necesito hablar contigo, te debo mil explicaciones pero antes quiero hablar con mi madre.
- Anda hija, yo estoy aquí pa’ lo que necesites.- La observo subir la escalera, lucia cansada pero decidida. (Decidida ¿A qué?) Debería esperar un poco más para salir de dudas.
Pasarían diez minutos apenas, y escucho los pasos bajando. Su cuerpo se sacudió de nervios y sintió un vacio en el estomago, culpo a la falta de comida y espero el momento de la verdad.
Estela como siempre tomo asiento frente a él decidida, su mirada de depredador no anticipaba nada agradable pero Judith de pie a un lado de ella, sugirió- ¿Por qué no le preparas la cena a mi papa? por ahí prepárate algo para nosotras también- la primer reacción de Estela fue la  de contradecir a su hija pero al observar el gesto de decisión en la cara de Judith, se levanto en silencio y se dirigió a la cocina.
-¿Crees que todavía me aguanten? pregunto Judith, señalando con la barbilla las rodillas de Fernando. Este gesto elimino cualquier rastro de temor en Fernando y sonriente palmeo su rodilla invitándola a sentarse ella. Nunca cargar  un peso le pareció tan agradable, su mente en un flashazo se remonto a la época en que su niña se pasaba la vida sentada en sus rodillas, Haciéndole toda clase de preguntas y narrándole sus vivencias diarias, fue suya toda la infancia y en la adolescencia se fue inclinando de a poco hacia su madre para finalmente en su juventud cambiar de bando decididamente y quedarse del lado de su madre.
-Tengo mucho que platicarte y espero no defraudar tu fe ciega en mi- Inicio su confesión Judith - Tu me educaste siempre con bases muy firmes y me enseñaste a buscar los cimientos en todo lo que se atravesara en mi camino para evitar que me engañaran, pero el enfrentar que me dejara Abraham no fue fácil, Me lastimo el corazón, el alma y el orgullo. Me hizo sentir despreciada, humillada e impotente y no me quise quedar cruzada de brazos, tenía que devolver golpe por golpe, quería que el viniera arrepentido y me pidiera perdón pero no sabía cómo lo iba a conseguir. Un día mi mama le comento a doña Hortensia mi situación y ella le recomendó a un brujo conocido que según ella le había resuelto algunos problemas. Yo al principio dude pero mi mama insistió y decidí que no perdía nada con probar. Fuimos a verlo y le pregunte cuanto cobraba, el me contesto que la primer "Consulta" era sin costo pues no sabía cuál era mi "mal" ni si de verdad tenía un "Daño" que las otras consultas costarían según el "Daño" y cuando le dije como me había terminado Abraham, el solo se puso serio y saco unas cartas de baraja y me las leyó, según el, Abraham me había dejado por otra mujer pero él no era del todo culpable, esta mujer trabajaba en la misma empresa que él y había insistido en conquistarlo pero él no se lo había permitido por lealtad a mí.¿ Verdad, que suena a Abraham? Pues me convenció diciéndome lo que yo quería oír, me dijo que esta mujer decidió tener por la mala lo que no pudo por la buena y lo embrujo, Me pidió que pensara muy bien si quería recuperar a mi Hombre, porque la pelea seria dura pero que pensara que él era inocente victima de esa mala mujer y si yo no luchaba por recuperarlo lo estaría condenando a ser esclavo de esa mujer por toda la vida. Si decidía volver debía llevar una fotografía y alguna prenda de Abraham para poder hacer "Contacto" y deshacer los hechizos que lo habían atrapado.- Judith, movió la cabeza con incredulidad, como dudando de la veracidad de los hechos- Era tan obvio- Continuo- Y aun así caí redondita. Volvimos al día siguiente con los artículos que me pidió. Tomo la foto en la palma de su mano Izquierda y me pidió le sujetara de su mano derecha, coloco la fotografía en su frente y de pronto me dijo que la mujer era morena, como costeña y había acudido a una bruja muy chingona, a la que le pago cinco mil pesos para empezar y como no había encontrado ninguna resistencia, atrapo sin problemas a mi novio, si yo quería liberarlo tendría que pagarle a él, por lo menos un peso más de lo que recibió la bruja. Entre mas diferencia de pago hubiera, más efectivo seria el "Trabajo". Le pedí un momento para consultar a mi mama y salí, ella estuvo de acuerdo y decidimos darle seis mil pesos, mejorando en mil el pago de la "Costeña" - Judith volvió a sacudir la cabeza con incredulidad y se Recrimino - En ese instante me convertí en la peor enemiga de una mujer que no existe. Regrese al interior de su "Consultorio y el muy taimado me sugirió invitar a mi madre a pasar para que testificara que no había trampas en su proceder, mama acepto encantada y hasta acepto una "limpia" gratuita ,que el brujo le ofreció hacerle un viernes justo a las doce del día. Después el brujo envolvió un huevo con la bufanda que lleve, propiedad de Abraham y mientras salía a su puesto, nos dejo haciendo oración, cuando volvió trajo un vaso de agua y rompiendo el huevo, vacio su contenido a su interior- Judith se estremeció al recordar y poniéndose en cuclillas frente a su padre, le tomo las manos y acerco su rostro al de el mirándole fijamente, para subrayar- Papa, si tu hubieras visto, también le hubieras creído, dentro del huevo había varias agujas, podía verlas entre la clara, nos puso el vaso en nuestras propias manos y nos permitió observarlo, nos dijo que las agujas eran prueba de que estaban usando Vudú para someterlo, que nos enfrentábamos a un asunto muy grave, pero que estaba capacitado para ganar, si nosotras hacíamos lo que nos decía, Cuando salimos al puesto nos esperaba una bolsa con veladoras y hierbas que nos entrego junto con una lista de instrucciones y todavía nos cobro otros trescientos pesos, en una semana debería volver para analizar la evolución de nuestro "Asuntito".
Esoterismo.
El día viernes, mi mama no se quiso perder la “limpia” gratuita y fuimos a verlo nuevamente, esta ocasión paso solo a mi mama y a mí me pidió que esperara afuera, cuando salió mi mama me comento que “nuestro problema había tomado un cariz extraño, que en sueños se le había revelado que la “bruja rival” estaba tomando medidas extremas para quitarnos de en medio, que necesitábamos hacer las “protecciones” correctamente, porque también en sueños visito nuestra casa y vio que las teníamos ocultas y eso impedía que “Trabajaran “adecuadamente. Por supuesto teníamos las velas y los ramos en mi baño para que tu no los vieras, pero oírlo de su boca nos impresiono y ahora veo que nosotras lo magnificamos y nos fuimos convenciendo más aun la una a la otra. Entonces,  nos propuso el llevar del todo “El Trabajo” pues el ataque estaba tan fuerte que tuvo que pararlo con control mental y cuando lo rechazo despertó sangrando por boca y nariz y nos mostró una camisa de pijama ensangrentada que dijo haber tenido puesta esa noche, todo esto sucedió porque la costeña pago quince mil pesos para anular nuestro trabajo y el, al sentir “El rebote” lo detuvo aun sin haber recibido pago y eso estaba poniendo en riesgo incluso nuestras vidas, ya que no se había completado el “Circulo”. Yo le pregunte que procedía y él me contesto que tenía que pagarle mínimo quince mil más un peso, pero si quería terminar esto pronto de una buena vez ponerle una buena diferencia, así como había hecho la costeña, lo comente con mama y nos decidimos a “Atacar “ con fuerza, le pedimos nos esperara y nos fuimos al banco por cincuenta mil pesos  y así nos fue llevando, cada vez nos exigía mas y mas ¿Te acuerdas aquella vez que decías que te sentías mal? Pues él nos dijo que ahora estaban   atacándote a ti, pero al ser un trabajo ”Indirecto” teníamos que pagar el doble. Cuando me quede sin efectivo, mi mama me prestó sus joyas, mientras vendía mi carro, pero el mismo nos lo tomo a cuenta.
Fernando guardo silencio unos momentos, trataba de asimilar esa información, a su hija profesionista con 20 años de estudios la había embaucado un charlatán. Sintió rabia contra el maldito, pero también contra su mujer, por permitir y alcahuetear ese fraude. -¡Que le dijiste a Abraham?- Pregunto
-Lo mismo que a ti y tampoco pareció comprender- Respondió Judith- Mira, yo sé que parece una locura, pero lo sé ahora que volví a ver a Abraham. Antes no lo parecía y si fuera posible, quiero pedirte que me ayudes a recuperar el dinero porque no nada más era mío. Abraham puso más de la mitad de esos ahorros y quisiera devolvérselos para su tratamiento, aunque esta desahuciado en etapa terminal – y rompió en llanto.
Fernando se puso en pie y busco en la agenda el número telefónico de un amigo.
-¿A quién le vas a hablar? –Pregunto estela
-¿Te acuerdas de Héctor Pedroza? Tiene un hijo en el Ministerio Publico. Voy a pedirle el favor.
Fernando no necesito acudir a la delegación, su amigo arreglo que la cita fuera en su casa, a las nueve de la noche del día siguiente. Tanto el cómo sus mujeres, estaban  rebosantes de optimismo, Fernando reviso su cartera y entrego quinientos pesos a Estela –Tráete una botella de whisky caro, para regalárselo al chamaco y prepárate una cena decente porque va a venir con un abogado amigo suyo. Ese pinche brujo no supo con quien se metió. ¿Si les platique que a Héctor lo conozco desde los quince años? Fue novio de mi prima Blanca, esa que tú nunca tragaste porque estaba mucho más guapa que tu- Le dijo a Estela. Quien cosa extraña ni siquiera contesto.
Fernando fue al banco a checar el saldo de su cuenta bancaria, dolorosamente se enteró de tener solo veinte mil pesos, que en otras circunstancias serian bastante, en esta ocasión parecían  insuficientes, pero como peor es nada, bien podían hacerlos rendir.
Se dieron las nueve de la noche y apenas un par de minutos después, llegaron los invitados. Junto a Mauricio (Hijo De Héctor) Venia Leopoldo Alcaraz, abogado que se encargaría de llevar el caso para hundir al miserable brujo. Cenaron sin tocar el tema y ya de sobremesa, Judith narro nuevamente los hechos.
-Estos casos siempre son difíciles- dijo el abogado- porque no hay medios de comprobar las cantidades que se le entregaron, va a ser un poco tardado pero yo creo que si lo encerramos, además contamos con nuestro cuate Héctor, por si algo se nos atraviesa- Riendo con descaro- Lo que si va a ser necesario es echarle efectivo, para repartir, porque estos cuates ya se saben el camino y tienen “palancas”, así que vamos a tener que repartir más que él para poder ganar.-
Este era el mismo pinche discurso que usaba el brujo, pensó Fernando, nomás que pasado a los tribunales. Los despidió sin comprometerse y cuando Estela los alcanzo en la puerta para entregarles la botella que “Casi se les olvida” Femando le pidió a Héctor que se la entregara a su padre con sus saludos, ya él lo llamaría uno de estos días. Recibió la tarjeta del abogado y prometió llamarle en cuanto tuviera algo de dinero para iniciar la demanda.
Molesto y defraudado discutió con sus mujeres, quienes lo impulsaban a poner la demanda al día siguiente. – ¿Que no ven que nos quieren repetir la faena? ¡Estos lo único que quieren es quitarnos lo poco que nos dejo “Tu pinche brujo consentido”- le grito a Estela en la cara. Tan solo unos minutos después, sonó el teléfono, era Héctor.- Molestándolo de nuevo, don Fernando. Quiero repasar con usted algunos detalles de su caso, mire sinceramente este caso está perdido, no hay bases legales para proceder y Leopoldo ya lo sabe, pero bueno el de eso vive. En atención a la amistad que usted tiene con mi padre, me voy a permitir darle un consejo, tome usted el camino de la izquierda si quiere por lo menos desquitarse de ese cabrón-
-¿El camino de la Izquierda?
- Si, señor. Ese cabrón les jugo chueco. Yo le recomiendo jugar igual. A ver ¿Cómo se llama ese wey?
-Se llama Giovanni Ferrer.
-! Ay, hijo de su chingada madre¡ Lo conozco, su verdadero nombre es Teodoro López y ciertamente se la pasa demandado. Mire le voy a hablar de su caso a un amigo mío y le voy a dar su número, el es judicial y de veras amigo mío. Él le va a hablar mañana y ya usted verá si se ponen de acuerdo. Que pase una muy buena noche.- No le dio tiempo ni a despedirse. Fernando observo el teléfono en silencio.
Temprano y después de poner al tanto a sus mujeres, Fernando propuso a Judith, que fueran con el brujo para exigirle la devolución del dinero y los bienes que tenía en su poder.
-Pero no va a querer- Intervino Estela.
- Pues se amuela- Exploto Judith.- Nos estuvo engañando todo este tiempo, nos robó y encima nos trató como imbéciles ¿y tú esperas que me quede viendo como el muy maldito se ríe de nosotras? Abraham se está muriendo y ese desgraciado me hacía pensar que andaba de fiesta con otra mujer. ¿Sabes cuantas veces lo maldije? Cuando lo que el necesitaba eran mis oraciones, ¡Yo lo maldecía!, Mama. Ahora tengo la obligación de devolver el dinero que dispuse sin derecho.
- Ay, hija. Su madre dice que no necesitan dinero- Desdeño Estela.
-Esto, no es de asunto de necesidad,- Intervino Fernando- Se trata de que se dispuso de dinero que no nos pertenece.-
-¡Tú, no te metas! Esto es asunto de Judith.
-Es la última vez que me callas- Dijo, Fernando con una firmeza que no permitía reparos.- Estoy harto de  soportar tu “Perfección” y terminar limpiando la mierda que embarras por donde pasas.
Judith no soporto, presenciar esta discusión entre sus padres y rogo- Por favor, este no es momento.- Fernando comprendió y Estela pareció aliviada
- Entonces ¿Me acompañan?- Suplico Judith
- ¿Y si de veras anda con la costeña? – Contesto Estela, refiriéndose a Abraham-El que esté enfermo no quiere decir que no pueda andar con otras mujeres.- Guardo silencio ante la mirada de furia que recibió de Judith, quien se limitó a decir- ¿Me acompañas, papa?
-Vamos- Respondió Fernando con seguridad.- Caminaron unos minutos apenas y ya estaban en el mercado de la colonia. Fernando siguió a Judith a través de los pasillos y se sorprendió cuando vio el puesto del brujo, ni siquiera era un local cerrado, únicamente la había anexado el puesto contiguo y con  triplay había adaptado una especie de vestidor.
El brujo, en ese momento atendía a una mujer que parecía de clase media alta, al notar la presencia de Judith, sonrió con seguridad  y continúo sin saludarlos aun. Despacho a la mujer y mientras ella se alejaba, el brujo le observo las nalgas con descaro. Después volteo hacia ellos y los saludo con seguridad- ¿Que paso? ¿Como estas?- y sin dar tiempo a Judith a responder- ¿Es tu jefe?-  Fernando se pregunto cómo sus mujeres habían caído en manos de este mequetrefe, si a leguas se notaba que era un fraude con patas.

Judith, decidió iniciar su reclamo de inmediato- Vengo a decirte que ya sé que todo fue mentira, para sacarme dinero. No eres ni vidente, ni brujo, ni nada. Tú eres un maldito estafador y me vas a devolver mi dinero o te voy a refundir en la cárcel.

-¿Que paso? y Ahora ¿Que te Traes? ¿Por qué tanta agresividad?- Interrogo Teodoro sorprendido.
-Quiero mi dinero y mis pertenencias de regreso, ahora mismo. Se te acabo la taruga, devuélveme mis cosas o te vas a arrepentir.
-Caray, creo que eso va a estar difícil. ¿Cuándo te pedí prestado?- recuperando su cinismo, Teodoro sonrió y desestimo las amenazas de  Judith- A mi no me encargaste nada, a mi me pagaste mis servicios.
- Pinche charlatán, de esto te vas a arrepentir toda la vida- Amenazo Judith, pero Fernando la controlo y le pidió guardar silencio. Esta actitud desconcertó a Teodoro y comprendió que Fernando seria un rival de cuidado. Una última mirada entre los dos hombres con entendimiento mutuo de que esto no acababa ahí, dio por concluida la discusión.
- Me hubieras dejado sacarle los ojos, Papa. ¿Cómo lo vamos a dejar que se ría de nosotros?- Reclamo Judith.

-Espera, aun tengo una opción y mientras menos escándalo mejor. Te hubieras visto, no demostraste tu nivel para nada. Era como ver una lavandera. Tantos estudios y educación, en esta ocasión no sirvieron de nada. Recuerda que perro que ladra no muerde. Las amenazas no sirven más que para poner en guardia al enemigo.
El día se fue alargando y Fernando por momentos era presa de la ansiedad, comió sin ganas, intento ver el televisor, leer y escuchar música sin lograr distraerse. Llego la noche y con ella creció su desazón. Anhelaba la llamada como quinceañera. El teléfono en la mesita de la esquina se mantenía en silencio y Fernando no lograba quitarle la vista de encima. De pronto sonó y Fernando se sumió en su sillón aun mas, el teléfono sonó nuevamente y por fin Fernando logro hacerse del auricular, temeroso pregunto-¿Bueno?
-Con el señor Fernando, por favor- Respondió una voz exageradamente delgada. Fernando se sintió decepcionado. Alguien con esa voz no podía ser el justiciero que él esperaba.- A sus órdenes. ¿En qué le puedo servir?
- Soy amigo de Héctor- Se presento la voz anónima- El me pidió lo llamara, para ayudarlo con cierto "Asuntito" que usted necesita resolver. por lo que se hasta ahora, soy la persona indicada para su desquite, mire que le quede claro que yo no me responsabilizo por su dinero ni sus cosas, yo solo le puedo poner una madriza a ese cabrón fingiendo un asalto y sugerirle que es más que un asalto. ¿Me entiende usted? Esto le costaría cincuenta mil pesos, a pagar una semana después de que usted verifique los resultados.- La voz guardo silencio en espera de la respuesta de Fernando.
- Yo necesito pensar un poco las cosas.- Balbuceo Fernando antes de ser interrumpido-
- Esto ya debería tenerlo pensado. Esta es la primera y única llamada que le hago. Decida en este momento.
- ¿El dinero seria de junto?
- ¿El agua es liquida?- La respuesta conquisto a Fernando de inmediato. El anónimo era de reacción rápida y eso prometía. Decidió aceptar la oferta,
- Esta bien, cincuenta mil pesos en una sola emision. ¿Cómo sabré si se hizo el trabajo?
-Yo le llamo cuando este hecho y tiene una semana para verificar el resultado. Una vez pasada la semana, una  vendedora de perfumes tocara a su puerta y preguntara por usted, a ella deberá darle el dinero.
Fernando informo a sus mujeres de la decisión tomada y contra sus expectativas, ambas estuvieron de acuerdo y parecían emocionadas ante la expectativa de revancha. Judith le informo que aun contaba con la cantidad para pagar el "Trabajito"  y ella y estela querían ir al mercado a constatar el estado del brujo. Fernando les recordó la conveniencia de la discreción, para no verse involucrados y ellas comprendieron y decidieron acatar.
Dos días después, mientras cenaban, el teléfono sonó y Fernando presintió la llamada, pidió ser él quien respondiera y levanto el auricular.
-Hecho. Trabajo terminado-Dijo la voz anónima- No se ilusione demasiado, pero hay posibilidades de que le devuelvan algo. Espero que usted nos cumpla dentro de una semana. Adiós.
Fernando observo el teléfono y sintió una fuerte angustia. Comunico a las mujeres el mensaje y vio la misma reacción en ellas.
Al día siguiente, Estela y Judith tomaron una bolsa de mandado y enfilaron con rumbo al mercado para salir de dudas, lo único que pudieron constatar fue que el puesto no había abierto y volvieron a su casa aun mas intrigadas.
El Miércoles 18 de Septiembre del 85 Judith recibió una llamada de su suegra informándole que Abraham continuaba empeorando y justo cuando salía para el hospital, vio su auto estacionarse frente a su casa, seguido por el carro del brujo. El miedo la invadió y volteando hacia el interior grito a sus padres que bajaran rápido. Del auto bajo la mujer del brujo y con rapidez acorto la distancia que las separaba y estirándole las llaves del auto y una bolsa de terciopelo rojo. Le dijo- Esto es todo lo que se te puede devolver, si se te ocurre volverte a meter con nosotros, te vamos a matar- y sin esperar respuesta fue al segundo carro y desapareció por la avenida.
Fernando solo alcanzo a ver alejarse el carro y con la mirada interrogo a Judith, quien le mostro las llaves del auto y la bolsa de terciopelo. Al abrirla pudieron ver en su interior un puñado de alhajas y un fajo de billetes por setenta y cinco mil pesos,
para nada era lo que les habían robado, pero el hecho de recuperar una parte de lo perdido les supo a triunfo. Después de revisar las condiciones del auto entraron a la casa y Judith pidió a Estela la acompañara al hospital- Quiero contarle a Abraham y estar a su lado todo el tiempo posible.
El jueves 19 de Septiembre a las siete de la mañana, sonó el timbre y una elegante mujer madura se presento como vendedora de perfumes en menos de cinco minutos le pagaron y ella les entrego una tarjeta personal "por si necesitaban otro trabajo", a las 7:13 Judith fue informada de la muerte de Abraham y a las 7:19 en el Distrito Federal se inicio un violento terremoto como si la capital quisiera sacudirse tantas penurias y tragedias.
21 de septiembre del 2012 al 13 de Marzo del 2013 Esoterismo.

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