No me plantee que esto llegara. No lo esperaba.
Me ilusionaste, me hiciste creer que todo saldría bien, que había solución.
No entiendo cómo se te pudo pasar por la cabeza que era mejor ocultarme la verdad, y luego llevarme este palo.
Has incumplido tus promesas, y no te engañes, no me estabas protegiendo.
Te pedí sinceridad, me dijiste que odiabas las mentiras, y sin embargo ha habido una tras otra.
Ya no se qué creer, se me pasan por la cabeza muchas cosas. Quiero convencerme de que no ha sido todo mentira, porque esa idea me destroza.
Sinceramente no me merecía esto. Tenías que haberme dicho la verdad desde el principio, y así por lo menos, hubiera estado preparada para todo esto.
Si resulta ser verdad que te importo, y por algún extraño motivo estas preocupado de que haga alguna tontería. Puedes estar totalmente tranquilo de que eso no pasará. Como ya te dije, soy más fuerte de lo que aparento. Y aunque no estaba preparada, puedo con esto y más. Si tengo que seguir adelante totalmente sola, lo haré, puedes estar seguro de ello.
Puede que ni siquiera estés leyendo esto. Pero me da igual, ya me da igual todo.
Gracias por tus mentiras, me han hecho más fuerte.
Que te vaya bien.
Era todo demasiado bonito para ser real.