por Daniel Corpas Hansen.
Yo aprendí a escribir guiones en Cuba, en la famosa EICTV, allá por 1999. Dicen que la técnica se puede aprender en una semana, pero que lo otro, lo realmente importante, no se aprende ni en toda una vida. Dicen muchas cosas. Como aquello de “El talento se abre paso”, bonita frase que te noquea cuando eres joven y en la que tiendes a creer con el fervor y la pasión (y la bendita inconsciencia) de los años mozos.